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sábado, 28 de agosto de 2021

El último rey mono, de Marina Golondrina

En la reseña de hoy toca hablar de El último Rey Mono, relato corto de Marina Golondrina (https://twitter.com/MGolondrinart).



Hanú es un himaya (u hombre mono) que, por lo exótico de su derrotada raza, es exhibido en el circo de Igo como trapecista, aprovechándose el director del espectáculo de la agilidad y los reflejos del esclavizado simio. La tristona y encadenada existencia de Hanú, sin embargo, empezará a cambiar cuando conozca a Dinis, uno de sus espectadores más jóvenes.

 

Un tema recurrente en las artes y en la mentalidad humana es la libertad, un don muy preciado que muchos ni saben que tienen.  Y aquí es donde entran obras como El último Rey Mono, para recordarnos esta cuestión: Hanú es un esclavo cuya función es entretener a los otros y hacerles sonreír y asombrarse, pese a estar él seriamente deprimido, tanto por su situación particular como por la de sus semejantes, los himaya. Ahora bien, como la esperanza puede aparecer incluso en los sitios más inesperados, un miembro del público animará al acróbata con su inocencia, ingenuidad y buena intención: Dinis, un niño humano que admira a Hanú desde lo más profundo de su ser y que provocará que se inspiren mutuamente el uno al otro.

 

Cuestión importante es señalar que Dinis es humano, por subrayar que las personas son, en este mundo, la facción dominante y que ha puesto a otras criaturas inteligentes (mayoritariamente animales antropomórficos) bajo su dominio a través de La Torre, una poderosa institución, tan ominosa como misteriosa. Y es que este relato corto es parte de un universo más grande que la autora está escribiendo en estos momentos, haciendo Golondrina muy bien trabajo con El último Rey Mono para poner los dientes largos a su público, haciéndole sentir gran curiosidad por su mundo y por el destino que correrá su simiesco personaje. Eso sí, de criticar algo habría que señalar que, sin contar con Hanú y Dinis, el resto de los personajes están poco desarrollados y son bastante maniqueos, aunque siempre se podría justificar esto con las pocas páginas del presente relato.

 

En conclusión, si queréis una obra de fantasía entrañable y con una relación bonita entre sus protagonistas, dadle una oportunidad a El último Rey Mono. Podéis haceros con este fanzine de 66 páginas de NEUH que, además de la narración en sí, contiene algunos extras, como ilustraciones del personaje que da título al presente volumen de manos de su propia creadora.

 

Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo la amable Marina Golondrina durante el Celsius 2021. ¡Gracias de nuevo!



domingo, 22 de agosto de 2021

Soy una mata gigantes, de Joe Kelly y Ken Niimura

En la reseña de hoy toca hablar de Soy una mata gigantes, tebeo que cuenta al guión con Joe Kelly y al dibujo con Ken Niimura (https://www.facebook.com/kenniimura).

 



Barbara Thorson es una alumna de quinto de primaria cuyo día a día no es el mejor del mundo: le cuesta encajar, tiene problemas en el colegio, su hermana mayor a cada día que pasa ve más difícil cuidar de ella… Dos cosas sacarán a Barbara de esta rutina: la aparición de una niña llamada Sophia que quiere trabar amistad con ella y la cada vez más cercana llegada de un gigante a su ciudad… y solo ella puede enfrentarse a esta colosal amenaza.

 

Soy una mata gigantes es una historia que abarca muchas cosas, pero sobre todo el enfrentarse a nuestros miedos. Puede ser miedo a recibir golpes, algo que escenifica muy bien la matona del colegio de Barbara. Puede ser miedo de no estar a la altura de las circunstancias, tal y como pasa con Karen, la hermana mayor de Barb. Puede ser miedo ante lo que parece inevitable, tal y como verá muy a su pesar la protagonista… pero no adelantemos acontecimientos. Así, también puede decirse que este tebeo trata sobre cómo la fantasía y la ficción nos ayudan a superar el día a día y nuestros problemas, aunque también previene sobre los peligros que puede tener el dejarnos llevar por ella sin control. Los personajes cumplen bien con la trama: Barb va a ir evolucionando poco a poco y aprendiendo cosas por el camino de paso, la psicóloga hace muy buena combinación de paciencia y profesionalidad, las reacciones de Sophia son bastante comprensibles, la familia de la protagonista y todo lo que vive se hace dolorosamente real... Si a todo esto se le añade que el final deja ciertos elementos a la interpretación del lector, poco más se puede decir sin destripar la historieta, además de que la trama avanza poco a poco y aprovecha para hacer denuncia de temas peliagudos como pueden ser el acoso escolar o la discriminación.  


Respecto al dibujo, Ken Niimura tiene un estilo engañosamente descuidado, que por su garabateado en un principio puede chocar con el lector, pero que al poco encandila y mucho. Para empezar, refleja muy bien los ambientes y las situaciones cotidianas: las escolares, las roleras, las playeras, las cómodas e incómodas, las tranquilas y las aterradoras... Los personajes reflejan rápidamente sus personalidades y sus movimientos y posturas tienen fluidez y naturalidad. Los blancos, negros y grises están también más que bien aplicados y de los paisajes, ya sean interiores o exteriores, se puede decir lo mismo. Mención especial a toda la fantasía de la imaginativa mente de Barbara, por plasmarse con un estilo distinto al del resto del comic, quedando claro al lector los límites entre los dos mundos en todo momento. 




En conclusión, Soy una mata gigantes es una obra entretenida que combina lo mismo drama, costumbrismo, acción e imaginación. Podéis haceros con esta obra de Norma Editorial por 23,95€, incluyendo entre sus 308 páginas, además de la historia en sí, varios extras, tal y como el proceso de creación de la misma. 


Por último, la dedicatoria que me hizo el amable Ken Niimura en el tomo en Omega Center en julio de 2021. ¡Gracias de nuevo!


sábado, 14 de agosto de 2021

La ciudad de 3, de Ottavia Allgood

En la reseña de hoy toca hablar de La ciudad de 3, la novela corta de Ottavia Allgood (https://twitter.com/OttaviaAllgood).

 


La Tierra fue conquistada por la raza alienígena conocida como los Annunaki hace ya varias décadas. La humanidad está subyugada a los extraterrestres, controlada por chips que tienen implantados sus integrantes para asegurar que sean dóciles como ganado, pues los invasores han encontrado en los humanos un alimento delicioso. Pero no todo está perdido: el Predicador ha llegado a 3, una de las ciudades más importantes del domino Annunaki. Y si se encuentra en esta urbe con Kyu, una mítica hacker anterior a la invasión alienígena, es posible que puedan asestar un golpe mortal a los extraterrestres y devolver así la Tierra a los humanos.

 

Las invasiones extraterrestres son un tema recurrente en la ciencia ficción. Ahora bien, una invasión rematada con éxito por parte de los xenos ya es otra cuestión mucho menos tratada. Y aquí es dónde la autora logra muy bien exaltar los sentimientos del lector, al mostrar a los humanos como ganado: los hombres bajo el título de Esclavos y las mujeres bajo el de Creadoras, para que el proceso encadenado de antropofagia no acabe nunca. Rabia, ansia de libertad, frustración… Todo ello repercute en que sintamos bastante simpatía por personajes humanos que no están esclavizados ni en lo físico ni en lo mental como pueden ser el Anciano o el Predicador, por querer revertir la situación. Estos protagonistas no alienados están por lo general bien retratados a través de los dos tipos de capítulos que hay en la obra: los de los días previos al ataque y victoria Annunaki (2020, como quién dice) y el presente, un par de generaciones después. Estos saltos temporales están bien llevados y contribuyen a que la trama sea ágil y vaya dejando pistas de lo que está por pasar.

 

Ahora bien, la obra tiene sus lacras. Aviso de que a partir de aquí destripo datos importantes de la trama, por lo que si os interesa leerla no prosigáis leyendo esta reseña. Dicho esto, comencemos con lo no tan bueno. Para empezar, hay que señalar que es insultantemente fácil como el Predicador y Kyu derrotan a los Annunaki, quitándole toda la épica al desafío de la liberación de la humanidad, más si atendemos al hecho de que en la sinopsis del libro se nos dice que la ciudad de 3 (el nombre que le dan a París los invasores) es “uno de los bastiones mejor protegidos por el invasor”. Pero peor todavía es lo que decide hacer este dúo con la humanidad tras liberarla: purgan vía asesinato a todos los Perdidos (supervivientes del mundo anterior a la invasión) que no coinciden con su ideología, limitan los conocimientos a los que pueden acceder los Esclavos y Creadoras liberados y deciden modificar, mediante los chips extraterrestres, el deseo de poder humano. O, dicho de otra manera, se intercambia una dictadura por otra y que redundará por igual en el alineamiento humano, con gente que se declaraba totalmente en contra de la religión y a favor de la libertad para convertirse en deidades despóticas, acabando con el libre albedrío. Y para rematar la jugada: todo ello no se relata de manera neutral o desapasionada, sino que la voz narradora comulga totalmente con el planteamiento.

 

En conclusión, La ciudad de 3 es un libro que tiene buen planteamiento y desarrollo, pero que también posee un desenlace terrible e incoherente con su trama y los protagonistas que lo llevan a cabo… sin haberse pretendido crear una distopía con él. Podéis haceros con esta novela corta de 295 páginas gracias a Ediciones Cerbero, bien en formato físico (5€), bien en formato digital (1,90€).

 

Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo la amable Ottavia Allgood durante el Celsius de 2021. ¡Gracias de nuevo!




sábado, 7 de agosto de 2021

Repasando fanzines

Aunque todavía no estamos fuera de peligro en lo tocante a la pandemia, ya se empiezan a notar aquí y allá avances. Uno de ellos tiene que ver con que en el horizonte ya vuelven a aparecer eventos comiqueros. Y, como bien sabrán los lectores de este blog, este tipo de festivales suele traer consigo algo difícil de conseguir en nuestras librerías habituales: fanzines. Y justo para eso está el presente artículo: para hablar de tres autores a los que quizás encontréis en futuribles eventos españoles.

 

El primer de ellos es Yokai Sketchbook, libro de ilustraciones de Ayakashiis (https://twitter.com/Ayakashiis), en donde la autora nos regala la vista con versiones muy dulces de distintas criaturas del folclore japonés: los oni, tanuki, dodomeki… Y es que, aunque varios de los espíritus tengan sin duda un punto aterrador, la ilustradora es capaz de darle a todos un aspecto entrañable, tal y como con la muy tétrica Kuchisake-onna. Variando con el formato típico del sketchbook, no solo hay dibujos, sino también un glosario en donde se dan detalles sobre las criaturas míticas que en él aparecen. 



Otro fanzine es El Violín Rojo, de The Curly Fugu (https://www.facebook.com/TheCurlyFugu), donde su autora nos vuelve a traer un cuento de terror ilustrado como con Aquel que viene, aunque mucho mejor estructurado y narrado que el anterior, lo cual es señal de su evolución y mejoría como escritora. En este poema narrativo (nada mal rimado, por cierto), asiste el lector a la trágica existencia de Pierrot, el payaso triste del violín, encadenado por siempre por sus compañeros, sea dando espectaculares conciertos para el público o descansando de ellos… por el temor que le tienen al músico. Se juega así bastante bien con la anticipación de lector, que tiene clarísimo que algo malo va a pasar cuando el payaso se vea liberado y, lo mejor de todo, dando otra vuelta de tuerca tras ese algo malo, convirtiendo así la tragedia en algo más terrible y chocante. El dibujo acompaña en todo momento al texto, melancólico la mayor parte del tiempo y sanguinolento y terrible cuando se procede al clímax, usando solo tres colores muy vistosos: blanco, negro y rojo.



Por último, Blue Bandits!, de Alejandro Rosique (https://www.facebook.com/hijos.de.deimos.infeccion), nos habla de la Guerra de Vietnam desde el aire, a lomos de cazas americanos, con un combate aéreo durante la operación Linebacker. Lectura ideal para aquellos que disfrutan de la épica de los aeroplanos bélicos, con una relación bastante entrañable entre los pilotos americanos, con mucha broma y camaradería. a lo Top Gun. Hay alguna que otra viñeta un poco confusa por el caos de la batalla, aunque nada que no se pueda solucionar con más experiencia y quizás color. Además de todo lo anterior, cabe destacar la buena documentación tras la obra, tanto en lo referente al contexto histórico como en lo que respecta a los aviones, muy bien llevados al papel.