En la reseña de hoy voy a hablar sobre 1936: La batalla de
Madrid, comic que cuenta al guión con Rafael Jiménez (https://www.facebook.com/rafael.jimenezsanchez.3)
y para el dibujo con José Antonio Sollero (https://www.facebook.com/joseantonio.sollerolopez?fref=ts).
¿Qué hubiera pasado si, al estallar la Guerra Civil
española, ambos bandos en liza hubieran contado entre sus filas con
superhéroes, mutantes y magos? Pues 1936: La batalla de Madrid, indaga en ello.
Es noviembre de 1936, y el ejército nacional avanza sobre Madrid para
conquistarla, mientras que los madrileños y el ejército republicano se aprestan
para defender la capital de España, habiendo en cada lado soldados con
poderes sobrehumanos. Los políticos republicanos han abandonado a su suerte
Madrid, creyendo estos imposible mantenerla… pero el comisario republicano
Saeta no está dispuesto a dejar en la estacada a los ciudadanos. ¿Seguirá el
ejército nacional su hasta ahora imparable avance o será frenado por el
ejército republicano?
Este tebeo parte de tener que tratar un tema tan polémico
como la Guerra Civil española, con las ampollas que esto podría ocasionar. No
obstante, la óptica que han tomado los autores del tebeo es la mejor que podían
haber tomado: la neutral. Y es que esta obra recuerda a La Iliada y a La Araucana
en el sentido de que no hay ni buenos ni malos, puesto que hay héroes y
villanos en ambos bandos del conflicto. Así, por ejemplo, se indaga en el lado
más siniestro de ambos bandos, como con los bombardeos de los aviones alemanes
sobre Madrid (para ver el efecto que tenían sobre los civiles, ya que estaban,
al igual que los rusos, aprovechando la
guerra en España como campo de pruebas para la Segunda Guerra Mundial), o las
sacas y fusilamientos de los presos políticos por parte del Frente Popular. No
faltan, por otra parte, actos heroicos: la lucha en las barricadas, con hombres
tan distintos como pueden ser Saeta por el bando republicano o Alcázar como
representante del bando nacional muchas veces enfrentándose a enemigos
superiores a ellos, hace ver que en cada facción hubo de todo. Muchos
personajes cuentan con una biografías a sus espaldas, atrayendo así más
simpatías por parte de los lectores, aunque para verlas hay que meterse en la
página web de la historieta: http://1936comic.blogspot.com.es/p/personajes.html
Por supuesto, no puede evitarse hablar sobre la originalidad
del método de contar la Guerra Civil con elementos del mundo superheroico. Ya
en la primera página de la obra puede verse esto, con el famoso cartel que
parafrasea a los franceses durante la batalla de Verdún (1916) con su “No
pasarán” izado por, ni más ni menos que ¡dos hadas con uniforme militar! Así,
ya de primeras, el lector ve que no se trata de una historia de la Guerra Civil
al uso, mezclándose personajes históricos, como pueden ser los generales Miaja
(hombre leal a la república que permanece en Madrid aun habiendo sido está
abandonada por los políticos del Frente Popular) y Mola (“Director” de la
sublevación), con otros ficticios, como Tiznao, robot antiaéreo de los
gubernamentales, y Cruzado, mago Gran Maestre de la Orden de Santiago que se
une a los rebeldes tras el saqueo del Monasterio de Uclés, lo cual demuestra
una gran labor tanto en lo que a documentación como a imaginación se refiere.
Respecto al dibujo, José Antonio Sollero sabe representar
muy bien escenas bélicas, ya se ilustren combates aéreos entre aviones y
metahumanos o luchas despiadadas en las barricadas entre lluvia y barro. Quizás
de lo que se puede culpar al apartado gráfico es de no poderse distinguir en alguna
ocasión a los soldados ordinarios de un bando y otro, salvo que se sea
conocedor de la Historia. Lo que un servidor recomendaría es una serie de
diferencias históricas claves y bien visibles, como que los republicanos lleven
estrellas rojas y de 5 puntas, frente a los nacionales, que las llevaban
amarillas y de 6 puntas, así como cascos y gorros cuarteleros sin borla para
los gubernamentales y menos cascos (ya que hicieron poco uso de ellos) y gorros
cuarteleros con borla para los rebeldes, amén de estandartes para unos y otros.
Eso sí, esto para los ordinarios, pues las tropas de elite, como los Regulares
de Melilla o las Brigadas Internacionales sí que son fácilmente reconocibles.
Ya deteniéndose en el aspecto individual de los personajes, vuelve a destacar
la imaginación a la hora de plasmarlos sobre el papel, por la gran cantidad de
superhéroes que aparecen en la trama, gozando tanto ellos como los simples
mortales de una gran expresividad, reflejándose muy bien sentimientos como la
bravura, la alegría, el miedo o la desesperación.
En conclusión, si os gustan los comics bélicos, de
superhéroes y que hacen curiosas vueltas de tuerca, dadle una oportunidad a
1936: La batalla de Madrid. Podéis haceros con este tebeo por un precio de
9,95€, incluyendo entre sus 64 páginas extras como un prólogo de El Torres y un
epilogo donde se explican datos de la guerra para que queden más claros a los
que se estén iniciando en ella. Como curiosidad decir que la primera edición
salió por crowdfunding, gracias al mecenazgo de numerosos particulares, pero,
tras el gran éxito que tuvo, pasó a ser impresa en una segunda edición por la
editorial Bookadillo, estando ahora disponible en tiendas.
Por último, la dedicatoria que me hicieron los más que majos
Rafael Jiménez y José Antonio Sollero en el Fnac de Callao el sábado 22 de
noviembre, cuando presentaban su obra en Madrid. ¡Gracias de nuevo!