Freelancers es el nombre que recibe un famoso grupo
de superhéroes que no solo tiene su propio reality show, sino incluso un canal
de televisión que retransmite su vida diaria y sus aventuras contra fuerzas
oscuras en busca de destrucción. Lástima que todo sea una mentira: pese a que
los superhéroes tienen poderes reales, su pasado en pura fachada y el programa
que les graba crea en laboratorios las amenazas a las que se enfrentan para que
la atención de la audiencia no decaiga. Sin embargo, puede que algún fan
descontento con los Freelancers les ponga en un aprieto…
A medio camino de The Boys y Justice TV, el
tebeo de Freelancers combina muy bien lo que son los programas de telerrealidad
con unos personajes que, pese a llevar el manto del héroe, tienen unos pasados
y presentes no precisamente halagüeños. Aquí los autores deforman y parodian
muy bien la realidad y el noveno arte, tanto por la mordaz crítica que se hace
de los programas televisivos más sensacionalistas como por los trasuntos de los
Freelancers y que los amantes de los tebeos pillarán al vuelo. Del primer
número de esta trilogía poco más puede decirse, tanto para no reventar sorpresas
a posibles lectores como por su corta extensión (dos docenas de páginas), así
que un servidor se limitará a decir que tiene ganas de ver qué pasa con los
personajes principales en los números segundo y tercero.
Respecto al dibujo, Iván Arnal cumple muy bien en lo que se
refiere a llevar el guión a las viñetas, puesto que cumple premeditadamente
bien con los clichés del género superheroico: los trajes de grupo de
protagonistas (si es con capa, mejor), mujeres tan atractivas como exuberantes,
el monstruo colosal, castañazos de órdago… Y todo ello redondeado con un entintado
y coloreado más que correcto para rematar la faena.
En conclusión, si os gustan las historietas de superhéroes con
giros de tuerca, dadle una oportunidad a Freelancers. Podéis haceros con
este volumen de Unrated Cómics por un precio de 2,50€, incluyendo entre sus 26
páginas, además de la trama en sí, un par de extras más.