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domingo, 17 de noviembre de 2019

1808: Madrid, de Julián Olivares y Juan Aguilera

En la reseña de hoy toca hablar de 1808: Madrid, tebeo que cuenta al guión con Julián Olivares (https://www.facebook.com/julian.olivaresdengra) y al dibujo con Juan Aguilera (http://dibujosguan.blogspot.com/).


Francia ha traicionado a España, su aliada: los soldados napoleónicos, aprovechando la coyuntura de la invasión de Portugal, están dejando regimientos acuartelados en las principales urbes hispanas; y no en calidad de compañeros de armas, sino como tropas de ocupación, que abusan de la población civil sin ningún tipo de remordimiento. Poco a poco, la situación se irá tensando más y más hasta que el pueblo español diga basta. Y la chispa que prenderá el polvorín de la guerra estallará en Madrid, el 2 de mayo de 1808.

Todas las naciones tienen fechas importantes en lo que a efemérides se refiere. En el caso español, el 2 de mayo de 1808 es una de ellas. Y no solo por suponer el paso de la Edad Moderna a la Contemporánea, sino por ser el pistoletazo de salida que dará inicio a la vida constitucional española en 1812. Pero no adelantemos acontecimientos.   


1808: Madrid, nos pone en la piel de varios madrileños que vivieron con mejor o peor (sobre todo peor) suerte el 2 de mayo, aquella fecha con la que se inicia la lucha contra las tropas de ocupación napoleónicas. Hay civiles, militares y religiosos de por medio, lo que se hace interesante por ver el levantamiento desde diferentes puntos de vista: la defensa de la patria y los compatriotas, la venganza por las afrentas de los invasores, la protección del cristianismo… Y todo ello a la usanza de las novelas históricas, con personajes documentados y otros ficticios pero que pudieron haber existido perfectamente. Así, entre los primeros, tenemos a los capitanes Luis Daoiz y Pedro Velarde, cada uno bien diferenciado, con el primero más cauto y el segundo más pasional, pero ambos más que dispuestos a salir en defensa de los madrileños a los que están masacrando. Luego tenemos a Mejías y a Alfredo, ambos convictos que salen con permiso de prisión en la batalla urbana para combatir (acontecimiento totalmente verídico), el primero más entrañable y el segundo más solemne, y en cierto modo, el protagonista del tebeo, por las causas que le llevaron a presidio. Sin embargo, narrativamente hay una cosa mejorable: habría que haberse puesto más enfoque en el secuestro del infante Francisco de Paula y en la reacción popular contra ello, por haber sido el detonante del alzamiento. Salvo por esto, la cronología de la jornada está más que bien llevada, incluyéndose en la misma el triste prólogo del 3 de mayo.

Todos los sentimientos, pensamientos, dudas, luchas y temores de los personajes, además de estar bien reflejados en los diálogos, también lo están sobre el papel. En este sentido, Juan Aguilera lleva a cabo una más que excelente labor. Para empezar, lleva a cabo un buen trabajo de documentación, y si bien los más puristas en uniformología verán algún que otro fallo, el dibujante aprueba con nota: la indumentaria de franceses y españoles, el Madrid de la época con algunas construcciones idénticas a día de hoy y otras que no… Las escenas de luchas callejeras están muy bien representadas, ya sea con la carga de los mamelucos o la defensa del parque de Monteleón, y transmiten muy bien la sensación de David enfrentándose contra Goliat. No faltan momentos desgarradores y crueles para los personajes, y no solo por los sangrientos y realistas combates, sino por el desenlace de la obra, la cual culmina en la aterradora estampa de los fusilamientos del 3 de mayo, homenajeándose más que bien al famoso cuadro de Goya en el proceso. Volviendo a los personajes, sin por ello despreciar a las que buenos fondos del escenario, hay que decir que se les hace muy humanos: rostros duros y en muy pocos casos bellos, pero sí sufridos y adustos, con cuerpos que, pese a no ser hercúleos, reflejan resistencia y fortaleza. El coloreado, apagado y con una atmósfera ocre, transmite muy bien la dureza de los hechos que refleja el comic.


En conclusión, si os gustan las obras históricas y la época napoleónica, dadle una oportunidad a 1808: Madrid. Podéis haceros con este tebeo de Cascaborra Ediciones y de 56 páginas por un precio de 15€.

Por último, la dedicatoria en el tomo que me hizo el amable Julián Olivares durante el Machacómic de 2019. ¡Gracias de nuevo!


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