En la reseña de hoy toca hablar del tercer número de Dread Comics, fanzine de terror orquestado por Cat Skull Project (https://twitter.com/CatSkullProjec).
En Vendrán los niños, de Elchinodelpelocrespo y
Manuel Espinosa (https://www.facebook.com/manuel.espinosaquiros),
un hombre acompaña a su anciana madre a un hospital para que la operen de
cataratas y, mientras aguardan en la sala de espera, empieza a ver cosas que no
deberían estar allí…
Buena elección de escenario para la historieta por los
escalofríos que a muchos les provocan los hospitales y si ya le añadimos, entre
otras referencias, las obras de Goya y Buñuel, el resultado final es todavía más espeluznante. El
dibujo cumple y es que, pese a que la mayor parte de fondos son vacíos, la
parte del desasosiego producto de ojos que no están dónde deben, decrepitud o peligrosidad genera su dosis de inquietud.
En El conde de Cabreras: La noche del Bluatsauger, de
César Herce (https://twitter.com/Cesar_herce_tw)
y Jagoba Lekuona (https://twitter.com/JagobaLekuona),
un joven clérigo se ha unido al conde Cabreras, hombre que lucha contra el mal
en su forma más sobrenatural. Y en esta misión, le toca a estos y a su séquito
adentrarse en la Selva Negra en pos de un vampiro germánico.
Siempre es agradable que le descubran a uno nuevos pasajes y
personajes históricos de España. Y no es para menos con el conde Juan Gil de Cabrera,
exiliado austracista del XVIII y cazador de vampiros. La trama, por otra parte,
es entretenida y muy del sabor de Geralt de Rivia o Bloodborne, con unos
cazadores que buscan acabar con un monstruo y en donde hay más de lo que parece
a simple vista. El dibujo aprovecha bien que la narración transcurra en un bosque
nevado para el uso de blancos y tintas, así distintos elementos de la
vestimenta del XVIII (tricornios, gorro de piel de oso de granadero…) para la
ubicación histórica de lo narrado y dar cierto lustre y elegancia a los cazadores.
En El juego de Wanda, de Carolina Corvillo (https://www.facebook.com/carolina.corvillomartin)
y Alberto Cimadevilla (https://www.facebook.com/alberto.cimadevilla.39),
una pareja está interpretando en un coche un juego de roles para celebrar su aniversario
cuando la situación se empieza a descontrolar al haber un hombre atado en los
asientos de atrás.
Lectura con varios giros de guion que van dejando al lector
desubicado y tras los que puede ocurrir cualquier cosa. Sin destripar mucho,
solo se puede decir que aquí se previene más que bien contra los peligros del
rencor. El dibujo tiene un toque cartoon de lo más expresivo en los rostros
de los personajes que, pese a ser bastante agradable a la vista en general, en
algunas viñetas es plena y conscientemente capaz de hacer justo lo contrario.
En Breves momentos de calma, de Marc Antón Zanón y
Manuel Espinosa (https://www.facebook.com/manuel.espinosaquiros),
la bestia interior de un oficinista le lleva a cometer horrendos crímenes en
busca de una paz pasajera que le durará hasta que vuelva a sentirse necesitado
de llevar a cabo atrocidades.
Historieta que funciona bastante bien con sus dos posibles
lecturas, es decir, psicopatía o licantropía del protagonista y con un punto grotesco
tanto en cómo es por dentro el personaje principal como con la suerte de sus víctimas, todo ello genialmente representado sobre el papel.
En Effingo 1, de Fuzz Comics y Jesús C. Gan (https://www.facebook.com/jesus.cupillargan), un sacerdote se enfrenta a lo demoníaco pese al hastío que siente… y mucho más no se puede decir hasta que un servidor vea más números de esta serie, salvo que el dibujo puede mostrar con facilidad escenas tan sangrientas como dantescas y que estaría bien saber cuáles son los orígenes del protagonista.
En conclusión, si os gustan los comics de terror, dadle una
oportunidad a este número de Dread Comics. Podéis haceros con él por 12€,
bien en un evento comiquero, bien en alguna tienda amiga, incluyendo entre sus
64 páginas, además de lo ya dicho, algunos extras, tal y como la simpática tira
cómic de Tiralíneas que cierra el volumen.
Por último, la dedicatoria que me hizo el amable Jesús C. Gan
durante el Salón del Cómic de Valencia de 2024. ¡Gracias de nuevo!