En la reseña
de hoy voy a hablar sobre la tercera parte de Dos Espadas, el tebeo de Kenny
Ruiz (http://www.kennyruiz.com/). Si no has leído el primero o el
segundo de sus volúmenes, en vez de seguir con esta reseña, ve a las que hice de ellos,
a fin de no desvelarte datos importantes del argumento.
El Torneo del
Emperador ha llegado hasta el hogar de Cira Dos Espadas. Gracias a la
intercesión de Esthel Vachelard, la espadachina pelirroja podrá participar en
dicha competición contra otros siete guerreros. La victoria le permitirá
convertirse en Espada del Emperador, e incluso darse a conocer entre clientes
que necesiten alquilar sus combativas habilidades. Pero al margen de la emoción
que levanta el Torneo, se están produciendo movimientos entre las sombras de la Escuela Unicornia: Naga
está al acecho y a punto de cumplir sus anhelos.
Kenny Ruiz ya había
logrado su objetivo de crear un comic con la cultura europea muy similar en
espíritu a los mangas japoneses, como ha podido verse hasta ahora con el ansía de
superación que impregnaba a Cira. Pero con el Torneo del Emperador llega
todavía más alto: en el mejor estilo de series como Dragon Ball, cada participante tiene una personalidad muy fuerte,
marcada tanto por su forma de comportarse como por su atuendo, el cual indica
su procedencia. Así, además de la propia Cira, hay un conquistador, un bereber,
un caballero, un húsar, un inquisidor, una veneciana y un cuentacuentos. En lo
que respecta al modo de llevarse los combates, tiene un servidor sentimientos
enfrentados: al ser todos al mismo tiempo, la acción para el lector es
vertiginosa y emocionante, dejando varios combates en el mejor momento para dar
paso a otros; pero desde el punto de vista del Torneo, parece un poco precipitado
realizar todos los enfrentamientos de la primera ronda al mismo tiempo, pues
los posibles clientes en busca de habilidades asesinas no tienen casi tiempo de
juzgar cual de los esgrimistas les viene mejor para resolver sus problemas. Sea
como fuere, el resultado es, en una palabra, ÉPICO.
En lo que
respecta a personajes ya conocidos, la primera sorpresa ya se da en el primer
capítulo de este tercer tomo: ¡Dago sigue vivo! Aquí, de nuevo, sentimientos enfrentados:
la escena final de El Perro en el segundo tomo era tremenda, pero… hay que
reconocer que hubiese sido una pena perder tan pronto a un personaje de tanto
potencial. Esthel también merece atraer la atención de los lectores, ya que
tras su combate con Dago quedó tuerta, o “tullida” (en lo que respecta a
luchar) como ella misma se denomina, siendo este cambio también
interesantísimo, así como la metamorfosis que experimenta su relación con Cira.
Cabe destacar que tanto con Dago como con Esthel vemos otro rasgo muy
distintivo de Dragon Ball: la unión
de antiguos rivales al círculo del protagonista, primando el perdón sobre el
rencor hacia ellos. Otro gran punto de este tomo es que ya se ve hacia donde se
encaminan los planes de Naga, dando aquí otra sorpresa la saga de Dos Espadas:
pasa de trilogía a tetralogía, puesto que los editores han dejado a Ruíz
explayarse otro tomo, a fin de no darle un final atropellado a la serie.
Respecto al
dibujo de Kenny Ruiz, poco se puede
decir en este blog que no se haya dicho ya: luchas muy bien coreografiadas,
personajes muy expresivos, situaciones humorísticas incrementadas por lo
divertido del gesto y la actitud de los personajes (ya que humor a este tomo
tampoco le falta)… Vuelve a brillar el ejercicio de documentación por parte del
autor, al ver que vestimenta y armas lleva cada distinto tipo de duelista según
su cultura. ¿De criticar algo en este punto? Si acaso que en el combate que
tiene André (personaje hasta ahora secundario que adquiere bastante notoriedad en
este número), que el joven lanza la
pelliza que viste a lo lejos, como si fuera un estorbo para combatir, cuando
los húsares no solo acudían con ellas al cuerpo a cuerpo, sino que las usaban
para protegerse de tajos enemigos. No puede dejarse este apartado sin mencionar
la Blog Sword: para decidir al octavo espadachín del Torneo, Kenny Ruiz
recurrió a un concurso en el que cualquier dibujante podía crear un candidato.
El caso es que al concurso se presentaron más de 90 personas, y aunque solo
hubo un ganador como tal (Griot el cuentacuentos, de Fernando López Casado {http://fer-threepwood.blogspot.com.es/}),
el creador de Cira, dado la gran imaginación de los concursantes, decidió
homenajear a tantos como pudiese a modo de extras en las páginas del tebeo.
En conclusión,
si os gustaron los anteriores tomos de Dos Espadas, no dudéis en haceros con
este. Podéis adquirir este comic de Norma Editorial (que rescató la saga
tras el derrumbe de EDT) por un precio de 8€, conteniendo unas 183 páginas entre las que se incluyen algunos extras, como algunas notas históricas y otras
sobre la creación de los personajes. A continuación dejó un enlace en donde
podéis leer algunas de las primeras páginas de la obra: http://www.normaeditorial.com/ficha/012840003/dos-espadas-3/
Por último, la
dedicatoria que dibujó Kenny Ruiz y entintó Fernando López Casado en mi tomo en la librería
Delirio de Móstoles en junio de 2014. ¡Gracias de nuevo por vuestra amabilidad!
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