En la reseña
de hoy toca hablar sobre Art 88/46, el webcomic de Ulises “Rata Underground”
Lafuente (http://elrataunderground.tumblr.com/).
Tony se
conecta por primera vez al Metaverso, pero algo sale terriblemente mal: la conciencia del joven acaba dentro de su Memoria Ram y tendrá que permanecer allí durante 24 horas humanas, aunque en el Metaverso le parecerán 74 días. Allí se topará con un mundo llamado Oceanía, cuyos habitantes le tienen por su creador y dios. No obstante, y a pesar de ser prácticamente todopoderoso en aquel lugar, Tony no quiere saber nada de divinidades y sencillamente quiere que el tiempo pase para poder volver a su mundo. Pero no le quedará otra que intervenir en los destinos de aquel, pues al grave problema de la guerra que mantienen los oceánicos con las criaturas alienígenas Hex, se sumará otro: la llegada de la campeona coreana de videojuegos Siete.
Este webcomic presenta a un protagonista muy particular, ya que Tony, gracias a estar en un espacio de su subconsciente, es capaz de casi cualquier cosa en Oceanía, pero, y ahí está la particularidad, no se erige como una deidad, sino como un "pasota" un tanto gamberro. Así, este personaje va evolucionando en lo que a responsabilidad se refiere según van sucediéndose las páginas, pasando de la negligencia de los primeros momentos a una sincera preocupación. También choca el contraste de sus poderes con su fragilidad, pues no deja de ser un joven con problemas corrientes, que quiere relacionarse lo menos posible (por problemas personales que hacen de él un mayor personaje), con sus adoradoras creaciones. Aquí se halla otro de lo grandes puntos de Art 88/46, es decir, el vasto e imaginativo mundo que crea el Ulises Lafuente. Este está lleno de civilizaciones, razas, culturas y religiones distintas, cabiendo destacar la problemática de los oceánicos al encontrarse cara a cara con su dios y toda la reflexión filosófica y teológica que surge de ello. De todo este conjunto de personajes ficticios que se piensan reales, destacan unos cuantos, como el Capitán Sebastian, la Dama de Nácar, el doctor Chandra o la reina Mátaga, variando su comportamiento con respecto a Tony según sea el caso, haciendo la narración mucho más compleja y rica. Aunque la obra pueda parecer en un principio un tanto compleja, la trama y trasfondo informático y/o científico ficticio del tebeo se acaba por asimilar bien, no existiendo el peligro de perderse en la lectura, gracias tanto a notas a pie de página como al personaje de Makoto, inteligencia artificial que ayuda Tony, y de paso, al lector.
Respecto al dibujo, Ulises Lafuente tiene un estilo muy personal e icónico que,aunque al igual que el guión, extraña un poco al principio, se hará enseguida muy atractivo e interesante a los ojos del lector. Lo mismo se ilustra un encarnizado combate entre naves espaciales que un agradable paseo, y estando todo ello sazonado por tecnología tanto futurista como clásica, como con los preciosos veleros de Oceanía o con detallados robots, así como con majestuosos trajes y vestidos de los habitantes de este mundo.
En conclusión, si os interesa dar con una original historia de ciencia ficción, llena de filosofía e incluso cierto humor negro o gamberro, dadle una oportunidad a Art 88/46. Podéis leer este tebeo de dos formas: la primera, digital y gratuita dada su condición de webcomic a través de la página de la historieta: http://art88-46.subcultura.es/tira/2/. La segunda, gracias al formato físico (publicándose así gracias al crowdfunding), habiendo hasta la fecha dos tomos publicados, costando el primero 10€ y contando entre sus 111 páginas, además de con la historia en sí, con extras como homenajes por parte de otros dibujantes a lo personajes del comic. En caso de que os interese esta segunda opción, para comprar la obra podéis esperar a encontrar a Ulises Lafuente en un evento comiquero o bien adquirirla por la página web del artista: http://www.uliseslafuente.com/art88-46/index_tienda.asp
Por último, la dedicatoria que me hizo Ulises Lafuente en el tomo durante el Expocomic de Madrid de 2014. ¡Gracias de nuevo por tu simpatía!
Este webcomic presenta a un protagonista muy particular, ya que Tony, gracias a estar en un espacio de su subconsciente, es capaz de casi cualquier cosa en Oceanía, pero, y ahí está la particularidad, no se erige como una deidad, sino como un "pasota" un tanto gamberro. Así, este personaje va evolucionando en lo que a responsabilidad se refiere según van sucediéndose las páginas, pasando de la negligencia de los primeros momentos a una sincera preocupación. También choca el contraste de sus poderes con su fragilidad, pues no deja de ser un joven con problemas corrientes, que quiere relacionarse lo menos posible (por problemas personales que hacen de él un mayor personaje), con sus adoradoras creaciones. Aquí se halla otro de lo grandes puntos de Art 88/46, es decir, el vasto e imaginativo mundo que crea el Ulises Lafuente. Este está lleno de civilizaciones, razas, culturas y religiones distintas, cabiendo destacar la problemática de los oceánicos al encontrarse cara a cara con su dios y toda la reflexión filosófica y teológica que surge de ello. De todo este conjunto de personajes ficticios que se piensan reales, destacan unos cuantos, como el Capitán Sebastian, la Dama de Nácar, el doctor Chandra o la reina Mátaga, variando su comportamiento con respecto a Tony según sea el caso, haciendo la narración mucho más compleja y rica. Aunque la obra pueda parecer en un principio un tanto compleja, la trama y trasfondo informático y/o científico ficticio del tebeo se acaba por asimilar bien, no existiendo el peligro de perderse en la lectura, gracias tanto a notas a pie de página como al personaje de Makoto, inteligencia artificial que ayuda Tony, y de paso, al lector.
Respecto al dibujo, Ulises Lafuente tiene un estilo muy personal e icónico que,aunque al igual que el guión, extraña un poco al principio, se hará enseguida muy atractivo e interesante a los ojos del lector. Lo mismo se ilustra un encarnizado combate entre naves espaciales que un agradable paseo, y estando todo ello sazonado por tecnología tanto futurista como clásica, como con los preciosos veleros de Oceanía o con detallados robots, así como con majestuosos trajes y vestidos de los habitantes de este mundo.
Por último, la dedicatoria que me hizo Ulises Lafuente en el tomo durante el Expocomic de Madrid de 2014. ¡Gracias de nuevo por tu simpatía!
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