En la reseña de hoy toca hablar sobre Cocinero Samurái,
comic obra de Jorge Tresáncoras (https://www.facebook.com/tresancorasilustrador).
Un misterioso espadachín ha llegado a una villa japonesa
para hacer un alto en el camino y comer algo. Se trata de un anciano samurái
que no duda en criticar las maneras culinarias del cocinero local, sintiéndose
este pronto ofendido, por lo que rápidamente se iniciará un duelo de
guisos entre ambos.
Si ya se había visto en este blog a Tresáncoras como
dibujante en el fanzine Un mundo de
capacidades (reseña aquí),
en esta ocasión actúa como autor completo, a cargo no solo de la ilustración,
sino también del guión. En lo referente a lo segundo, el autor ha escrito una
historieta divertida, no solo por la desfachatez del protagonista al llamar a
la cara mal cocinero a su futuro y mal encarado rival, sino por como el samurái
va a ir recolectando los ingredientes necesarios de su plato para el duelo,
como con la genial captura del pollo del monte Ben Himaru o su futura
preparación, bebiendo mucho del feudalismo nipón. Respecto a la faceta
culinaria de la obra, hay que señalar la curiosidad de que el espadachín
protagonista enseña a elaborar pollo a la Pantoja (llamado aquí “a la
Pan-Tho-Ja” para darle un aire oriental) a los lectores, siendo un detalle
bastante original, así como útil para todo aquel que quiera aprender a cocinar.
Respecto al dibujo,
Tresáncoras ha experimentado una evolución a mejor desde Un mundo de capacidades. En esta ocasión prescinde el dibujante del
color azul, quedándole en un sobrio blanco y negro, bastándole unas simples
líneas para dejar claro donde se hallan sus personajes: una cantina, la plaza
de un pueblo, o una siniestra cueva, aunque también puede hacer otros más
elaborados, como un tupido bosque o un escarpado monte, denotando la facilidad
de cambio de registro del artista. De los personajes hay que decir que son muy
expresivos, representando muy bien sus rostros sus personalidades: el
protagonista de gran dignidad y ascetismo, contrastando con el mal cocinero, de
aspecto más bien bruto y marrullero, destacando los movimientos en la cocina
del primero, por tratarlos como una disciplina de arte marcial.
En conclusión, si os gustan las historias divertidas y
originales, dadle una oportunidad a Cocinero Samurái. Este fanzine de 32
páginas tiene un precio de 3€ y podéis haceros con él en caso de toparos con el
autor en algún evento comiquero.
Por último, la dedicatoria que el amable Tresáncoras me hizo
en el tomo durante el Expocómic de Madrid de 2015. ¡Gracias de nuevo!
Si un cocinero espadachin viejo se lo come y critica es que quiere no pagar.
ResponderEliminarPero si no come y se presta ha hacer un plato,bueno eso se pone interesante. Curioso
El pollo a la pantoja creo que lleva cerceza, como es japon lo cambian por sake?
Si bien hay tanto sake como cerveza en la narración, en la receta se confecciona con cerveza, quizás por no quedar bien con sake, aunque no puedo asegurarlo.
EliminarPues tiene pinta de ser una historia maja. Por curiosidad ¿los fanzines sólo pueden encontrarse en los salones, etc?
ResponderEliminarUn saludo :)
En principio si, solamente allí... Aunque, a veces, se pueden encontrar en determinadas tiendas, como por ejemplo en El Mono Araña de Madrid, o incluso adquirirse aprovechando que el autor y tu coincidáis por viaje en un mismo sitio, como por ejemplo, en una sesión de firmas en una librería.
EliminarDebe ser divertido un duelo de esta índole, y habría que ver el resultado final :). Saludos
ResponderEliminarEl final es sin duda lo mejor: lo más divertido del relato.
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