En la reseña de hoy toca hablar de El subsuelo, tebeo
obra de Víctor Solana (https://twitter.com/victor_solana).
Dulze es una ladrona ciega que vive en Ciudad Gas, una
decadente urbe bajo la férrea y narcótica dictadura del monstruoso Damabiah. Pero Dulze es distinta al resto de sus
conciudadanos: ella ha entablado contacto con el dios Sol, ser bondadoso y
luminoso. Y para alcanzar a Sol y un futuro mejor, Dulze comenzará un
peregrinaje que, para bien o para mal, lo cambiará todo.
Las obras postapocalípticas suelen mostrarnos a una
humanidad que ha ido a peor en lo político, religioso, social, ético,
tecnológico, biológico… En este caso, El subsuelo no es una excepción: gente que
fuera de las ciudades vive como en la Edad de Piedra, mientras que los
urbanitas son amansados mediante drogas y sexo para que no protesten contra su
degenerado destino. Ahora bien, este comic también usa un cimiento clave del
género: la búsqueda de una vida mejor e incluso una salvación. Y eso es lo que
hace que este tipo de narraciones no sean simplemente deprimentes, por el deseo
del ser humano de seguir adelante y prosperar. De esta obra se podrían decir
muchas cosas, pero dado que es muy difícil hacerlo sin destripar la trama, no
profundizaré mucho. En su lugar, solo daré un par de pinceladas sobre ella.
Para empezar, el mundo del autor está bien construido, tal y como con las diferencias entre las
sociedades de tribales y ciudadanos; el misterio en torno a Sol está bien
llevado y provoca al lector ganas de ver cómo acabará; y el retrato que se hace
de las sociedades humanas hará sonreír de vez en cuando con ironía ante las
historias que siempre están condenadas a repetirse. De señalar un par de
defectos se tendría que hablar de que la historieta se puede hacer muy larga
con sus 184 páginas y que hacia el final hay un par de incoherencias por parte
de algunos personajes, aunque afortunadamente nada de esto empaña demasiado la
lectura del tomo.
Respecto al dibujo, el estilo de Víctor Solana es más que
apropiado para el entorno de Dulze, con bosquejos pretendidamente sucios y
desagradables tanto para los escenarios como para los personajes: ruinas, bacanales,
látex tan negro como ajustado, festines de ojos, máquinas que se inyectan a la
piel, mutaciones muy visuales, cerebros fuera de sus cráneos, escatología,
esclavitud, músculos quemados, desgarros… En este sentido, se puede decir sin
tapujos que Solana, con unos pocos trazos, es bien capaz de perturbar ánimos
con sus impactantes diseños. La elección de los colores, además, también es premeditadamente machacona, pues además del blanco y el negro, apenas se ve otra cosa que rojo, marrón y azul.
En conclusión, aunque no es una obra para niños ni para
adultos bajos de ánimo, El subsuelo en una lectura entretenida que no
deja indiferente y sobre la que se pueden incluso hacer algunos paralelismos
con la actualidad. Podéis haceros con este comic de GP Ediciones por un precio
de 18€, contando el mismo con 184 páginas.
Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo Víctor
Solana durante el Salón del Cómic de Zaragoza de 2019. ¡Gracias de nuevo por tu
amabilidad!
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