En la reseña de hoy toca hablar de Shadowman, comic que tiene por guionista a Cullen Bunn (https://twitter.com/cullenbunn) y por dibujantes a John Davis-Hunt (https://twitter.com/jondavishunt) y Pedro R. M. Andreo (https://twitter.com/ElectroCereal).
Frente a nuestro mundo se encuentra el Lado Muerto, un plano lleno de monstruos y espectros ansiosos por entrar en nuestra
realidad. Para tal fin, se aprovechan de las podredumbres, fisuras entre ambos
planos creadas por el odio, miedo, pena y rabia. Solo hay un hombre capaz de
cerrar estas podredumbres mientras da caza a los moradores del Lado Muerto:
Shadowman.
No conocía nada del universo comiquero de Valiant hasta la
fecha y he de decir que leer páginas del mismo no ha estado nada mal, y no solo
por permitir salir de una zona acaparada cada vez más y más por Marvel. En lo
referente a Shadowman, la lectura ha sido más que entretenida por dos
motivos principales: por cómo combina lo superheroico con el vudú y el
ocultismo y por su manera de jugar con los grises. Respecto a lo primero, ha
estado bien saber sobre los loas, particularmente sobre el Barón Samedi, uno de
los personajes más carismáticos del presente tebeo. En segundo lugar, está el
hecho de que no se nos vende a todos los habitantes del Lado Muerto como
entidades malignas per se, sino que a muchos se les ha pintado nuestro plano
como un paraíso con el que escapar de las miserias del suyo. En este sentido,
está muy bien llevada la evolución del protagonista, de alguien que pasa de la
fuerza bruta a un papel más mediador y diplomático, aunque muchas veces la
situación sea peliaguda.
La trama se puede dividir en dos bloques principales: la
primera mitad con historias más o menos autoconclusivas, muy dinámicas de leer
y perfectas para introducirte en el mundo del protagonista; la segunda,
consecuencia directa de la primera, ya tiene un eje central que articula todos
los capítulos a su alrededor. En lo referente a los personajes que mueven la
acción, hay un poco de todo, empezando por un protagonista sobrio que muchas
veces duda sobre su papel en el universo y que, pese a sus capacidades
sobrenaturales, no se nos muestra a los lectores ni mucho menos como
invencible, por lo que es fácil empatizar con él. Además del ya mencionado
Samedi (aparente guía que se calla mucho más de lo que cuenta), otra
buena secundaria en Punk Mambo, heroína atípica y macarra que echará una mano
al protagonista. El resto de los personajes, tanto en el lado del orden como de
los antagonistas, cumplen el papel que tienen asignado.
Respecto al dibujo, hay que señalar que el presente tomo
tiene dos dibujantes: en su primera mitad Jon Davis-Hunt y en la otra Pedro R.
M. Andreo. Ambos se complementan más que bien y el cambio no chirría en
absoluto para el lector, lo cual es de agradecer. Este dúo realiza igual de
bien escenas tétricas (como las de la secta o la familia por un lado, y las del
hospital por otro) y las de los combates que protagoniza Shadowman guadaña en
mano, con no poca casquería y gore de por medio. Los diseños de los demonios, espectros
y demás serán muy del gusto de los aficionados a los monstruos, ya sea por lo
espectacular o lo sombrío de los mismos. Los secundarios humanos y de otro tipo
tampoco están nada mal, tal y como pasa con los nuevos Cómplices, grupo que no
pasa desapercibido en el mejor de los sentidos gracias a sus muy distintivos
aspectos. El coloreado también cumple sobradamente, ya sea para representar lo
repugnante, lo siniestro o incluso lo tranquilo cuando llega el caso con una
paleta variada y visual.
En conclusión, si queréis ver un superhéroe un tanto
distinto a los habituales, dadle una oportunidad a Shadowman. Podéis haceros
con este tomo de manos de Moztros por un precio de 19,50€, incluyendo entre sus
144 páginas algunos extras, tal y como portadas alternativas de los ocho números
que consta el volumen.
Por último, la dedicatoria que me hizo el amable Pedro
Andreo durante su sesión de firmas en Omega Center en octubre de 2022. ¡Gracias
de nuevo!
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