En la entrada de hoy toca hablar de mi paso por Úbeda y por la decimoprimera edición de su Festival de Cómic Europeo, la cual tuvo lugar la semana pasada, del 12 al 14 de mayo.
Tras una mañana con un tiempo ideal para pasear y hacer
turismo, a las 17:30 el evento fue inaugurado y los puestos abrieron para que
el público pudiera curiosear y comprar sus tebeos; el hecho de que el acceso
fuera gratuito es algo muy de agradecer. El ambiente que se respiraba era de lo
más jovial, con asistentes de todo tipo de edades, padres e hijos, parejas, amigos… y todos
ellos pasando el rato de caseta en caseta y, en no pocos casos, haciendo colas ante ellas para llevarse un dibujo dedicado del buen abanico de artistas
invitados.
El primero que cayó en mis redes, en este sentido, fue Jordi
Bayarri, con el que estuve de charleta entre que me dedicaba los tomos
dedicados a Aristóteles y Copérnico de su Colección de Científicos.
Históricos también eran los tebeos que Cascaborra Ediciones ponía a disposición del público y como no estaban muy lejos esta editorial de la de Bayarri, pues a ella me llevaron mis pasos. Una vez aquí estuve hablando largo y tendido con Daniel Tomás sobre los dragones de cuera mientras me dedicaba Tucson y, un poco más adelante, con Irina Hirondelle de folclore y leyendas españolas mientras me dedicaba, entre otras obras, la que versa sobre Maruja Mallo. Un buen rato después también tomaron asiento Javier Marquina y Meik en la misma editorial, así que también uní a mi colección sus 1585: Empel y La Orden del Hacha.
Todavía ese día obtendría alguna que otra firma más, como la
del Don Juan Tenorio versionado por Claudio Sánchez mientras hablábamos del
mundo hollywoodiense o las que me lleve en El Velo y El mapa del miedo
por el El Torres y Pablo M. Collar mientras hablábamos de tebeos y animación.
Concluía así el viernes 12 de mayo para un servidor, que se
retiró al hotel para descansar tras tanto paseo, historieta y buen comer. Al
día siguiente, si bien aproveché la mañana para visitar Jaén, a la tarde tocaba
volver al ataque, aunque ya con solamente unos pocos objetivos por cumplir: por
una parte, Iván Gil con sus Dragones de frontera y, por otra, Andrés
Garrido con su Love love love, todo ello mientras hablábamos de mercado
y venta del noveno arte.
Y, en resumidas cuentas, ese fue mi paso por este evento ubetense. No queda sino agradecer a la organización del mismo haber montado tan bella gala y desear que esta se pueda seguir disfrutando así por muchos años.
Un evento la mar de majo por lo que veo, con muchos autores y celebrado al aire libre... y sin pagar entrada, lo cual es toda una rareza en estos tiempos.
ResponderEliminarHiciste una buena caza de dedicatorias, como siempre. ^^
Muy recomendable la visita, tanto por el evento en sí, que fue como dices la mar de majo, como por la buena comida y las excelentes visitas turísticas de la zona.
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