En la reseña de hoy toca hablar de Liar Game, el manga de Shinobu Kaitani.
Nao Kanzaki es una universitaria que, de puro buena, llega a
ser muchas veces tonta. Un día como cualquier otro recibe en su casa un
maletín con 100 millones de yenes y una invitación a Liar Game, un misterioso
juego llevado a cabo por una inquietante organización en donde hay que vencer
con astucia y engaños a tus rivales. La situación pronto supera a la
estudiante, que se verá obligada a apoyarse en el enigmático Shinichi Ayikama,
un exconvicto recientemente salido de prisión. De esta manera ambos jóvenes
irán avanzando en la competición mientras tratan de averiguar que traman los organizadores
del juego.
Normalmente cuando hablamos de manga lo primero que nos
viene a la cabeza son los shonen, con aventuras de superación personal, habilidades marciales o sobrenaturales de gran poderío, linajes de raigambre clave…
Ahora bien, si nos movemos al terreno del seinen podemos encontrarnos
con thrillers como el aquí presente. Y es que en Liar Game no triunfa el
más fuerte, sino el más inteligente y mejor negociador, siendo una
delicia leer como en cada ronda y en cada desafío distinto los protagonistas
desarrollan distintas estrategias para llevarse el gato al agua. De hecho, hay
determinadas jugadas que conviene releer para entenderlas del todo, por lo que
no estamos hablando de una lectura ligera, sino de una que te obliga a rumiarlo
todo. Si volvemos a lo de las distintas rondas de la competición, cada uno de
los desafíos se hacen muy originales y bien pensados (tirando muchas veces estos
de estadística y matemáticas) y hacen que sean retorcidos, no por tener un
fondo sanguinario como en el Juego del calamar, sino por las vueltas de
tuerca que dan a juegos como el póquer o el de las sillas y la presión psicológica
de qué los jugadores no tienen nada claro de lo que les pasará si pierden.
Si hablamos de los personajes, toca empezar por el dúo
protagonista y de cómo se influyen mutuamente hasta el punto de hacerse
evolucionar entre sí. Así, si Nao es descrita en un principio como muy ingenua,
poco a poco se irá volviendo más astuta y sagaz gracias a la compañía de
Akiyama, aunque la honradez y honestidad siembre serán sus banderas, con el
firme objetivo de intentar salvar a todos los jugadores de la onerosa deuda que
contraerán si pierden. Akiyama, por su parte, representa la lógica y el raciocinio,
así como la capacidad de sobreponerse a los tropiezos mediante una mente fría y
calculadora; si bien su carácter en principio es bastante cínico y sombrío, Kanzaki
le hará ver lo mejor de la humanidad y tener otro talante respecto a ella. Respecto
a los aliados y antagonistas que ambos van haciendo por el camino, por no
destripar mucho, solo se puede decir que hacen muy buen papel simbolizando males
como la vileza, el fanatismo, la dominancia o el oportunismo, aunque tampoco está
nada mal la manera en la que se representan otros feos asuntos como los
maltratos físico y psicológico.
Respecto al dibujo de Liar Game, es bastante correcto
y si bien es cierto que en no pocas ocasiones se prescinde de fondos para las
viñetas, eso no quita que el diseño de los expresivos personajes cumpla por varios
puntos: primero, por el realismo en las formas y el vestir de los mismos, de
tal manera que no sería raro encontrarte con uno por la calle; segundo, por
acompañar muy bien a la narración, particularmente en explicaciones de según
que jugadas y con algunos esquemas; y tercero, para retratar los malos
instintos en los rostros de los personajes cuando ceden a la traición y a la avaricia,
muy en la línea del esperpento valleinclanesco.
En conclusión, si os gustan los thrillers sesudos, dadle una
oportunidad a Liar Game, saga terminada de publicar en España (finalmente y
tras una serialización bastante irregular) hace poco por Planeta, con un total
de 19 tomos a un precio de 8,95€ cada uno.
¿Será posible? Un título que hace rato le estoy rondando, encima el guion es el gancho fuerte. Cae a futuro, muchas gracias por la gran review
ResponderEliminarSi tienes la posibilidad, no lo dudes, pues su lectura es una delicia.
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