Nuevo trío de tomos de la revista Planeta Manga para reseñar, siendo estos muy probablemente los últimos que compre en formato físico. No en vano, ocupan mucho espacio y las estanterías de un servidor (tristemente) no son infinitas... Pero al menos los podré seguir adquiriendo en digital, así que ni tan mal. De las obras seriales vistas hasta la fecha poco se comentará del dibujo por seguir a la par que en la anterior reseña, cambiando la cosa con las nuevas, por otra parte.
Empezando por En Gryphoon, de Luis Montes (https://www.facebook.com/luis.montes.1806), la misión de escolta de la caravana silvana se desmadra en mucho y los protagonistas se topan con una situación mucho más grave de lo que parece: o rescatan a la dríade pura de sus captores o un cataclismo natural lo arrasará todo a cien kilómetros a la redonda. Los capítulos 18 y 19 contienen buenos momentos de acción y el 20 es ideal para recobrar el aliento, aunque un vaticinio de malagüero al final del mismo vuelve a ponernos en alerta...
En Perffedion, de Fidel Tovar (https://twitter.com/Saliendodemi) y Dani Bermúdez (https://www.facebook.com/dani.bermudez.herrero), Liv empieza a darse cuenta de hasta que punto la casa de su tío es un lugar siniestro, peligroso y aparentemente inexplicable... Los capítulos anteriores ya contenían cosas inquietantes, pero lo de los números 19 y 20... puf, no es nada apto para mentes y estómagos sensibles. Y lo mejor de todo es que esa sensación de extrañamiento o locura está muy presente en la lectura, sin que se sepa de momento qué puede estar ocurriendo en la casa. Por todo ello, esta es una más que buena obra de terror que necesitas saber cómo acaba.
En Flashlight, de Sara Lozoya (https://twitter.com/uxialovegood), Jongsu y Haejin están en el karaoke y, finalmente, el primero se le declara al segundo con un beso. ¿Se romperá la amistad entre los dos amigos o evolucionará en algo mayor? La historia de amor de la presente historieta sigue de manera tan bonita como en los anteriores números, siendo de agradecer que no se estire o abuse del recurso de los malentendidos y evoluciona de manera madura, amable y orgánica.
En Hysteria, tebeo de Sergio Hernández (https://twitter.com/SergioHdezAutor) y Lolita Aldea (https://twitter.com/lolitaaldea), Marcus sigue investigando el caso de los niños de edad congelada cuando Verónica, se la juega... y todo ello mientras, en paralelo, la pequeña Nina intenta llegar a Hysteria tras un violento y traumático suceso.
Pese a algún problemilla de verosimilitud como ya comentó Neovallense con bastante tino, este thriller tiene bastante de disfrutable y su trasfondo, servido con cuentagotas, es bastante interesante, como con la aparición del Culto o la circulación de la droga novum... A ver hacia dónde avanza esta distopía ciberpunk.
En Khova, de Konata (https://www.instagram.com/konata_art1/), Aki y Sedna han vencido a los gigantescos osos que tanta desgracia provocaron... pero todavía hay asuntos que resolver, tal y como con la sangre negra o el origen allende de los mares de la pequeña Maya que parecen guardar relación con las deidades tribales. Es por ello que Aki, Sedna y Maya iniciarán un viaje en pos de la verdad.
Tras los muy llenos de acción capítulos anteriores, es un gusto obtener un respiro con dos episodios con ningún combate pero sí con planificación, trasfondo y desarrollo de personajes, así como de la mitología del mundo, dentro de la cual ya por fin se puede descifrar la importancia tras el título. Muy interesante todo el asunto del barco, con las muchas probabilidades que puede brindar a la narración.
En Human Exe, de Blanca Mira (https://twitter.com/Shirayukihimeh) y Eduard Balust (https://twitter.com/EduardBalust), Seiji es un alumno modélico cuya vida se viene abajo cuando descubre que es incompatible con interware, la tecnología que regula todo su mundo. Desesperado, probará suerte con un interware ilegal. La unión es tan exitosa que le permite leer los recuerdos y anhelos de la gente a la que mira a los ojos... así como ser capaz de ver y hablar con el virus de su interware. Este, astuto y premeditador, se ofrece a cumplir los deseos del adolescente a cambio de que esté le ayude a llegar a la verdad. ¿Qué hará Seiji?
Una versión corta de Human Exe ya pudo ser disfrutada por los lectores de Planeta Manga unos números atrás. Ahora bien, esta trama ciberpunk promete ser más larga y oscura, con un tono mucho más seinen y con poco o nada de shonen. Los dos capítulos vistos dejarán buen sabor de boca a los amantes de los thriller y apunta todo a que va a haber buenos derroteros en lo que a conflictos morales se refiere. Además, secuestros, asesinatos, intromisión en la privacidad o trata humana son temas que ya se han tocado y contribuyen a oscurecer un mundo que puede dar mucho juego, todo ello ilustrado por una cada vez mejor pluma de Balust fruto de la práctica, tal y como se puede ver con los fondos.
Pasando a las historias cortas, empezamos por Los hijos de Nul, de Imar Gómez (https://www.instagram.com/dr_romas/) y Míriam Bonastre (https://www.instagram.com/miriambonastre/), historieta de dos capitulitos donde dos enfermeras tienen que meterse en una zona de guerra cuyo bando ha dado por pérdida para salvar al soldado que ama una de ellas.
Sorprende el contraste que hay entre cómo empieza esta historia, con un dibujo tremendamente bonito y con dos protagonistas la mar de simpáticas, y la manera en la que continúa: no tanto por el belicismo de la misma, sino por las implicaciones lovecraftianas de aquello que se encuentran ambas en el campo de batalla, con un terror más que palpable.
En K.iller, de Twillin (https://www.instagram.com/twillin_d/), un joven desesperado que no ve otra salida que el suicidio, ve en su móvil un anuncio de K.iller, empresa que le asegura que le resolverá su problema...
Aquí tenemos una obrita que es justamente lo contrario que la anterior: empieza de manera muy oscura y poco a poco se va iluminando, siendo un canto a la vida y a la esperanza, con un final que te saca una sonrisilla una vez comprendes el título. Ideal para leer cuando estés de bajón para animarte, con un dibujo más que solvente y con muy buen sombreado.
Por útlimo, en El cartero, de Drawill (https://twitter.com/Drawill_art), tenemos a un niño que, sustituyendo a su abuelo, se ha adentrado en la peligrosa Zona 0 para llevar el correo a sus destinatarios.
Pequeño shonen de dos capítulos que deja un mundo que puede dar mucho más de sí si se serializará la historieta, siendo una aventura con combates, ciencia ficción y algo de misterio de lo más entretenida, sabiendo alternar y equilibrar muy bien la acción y el humor siguiendo la estela de obras como Dragon Ball, One Piece y Bobobo. Estas influencias también se pueden ver en el apartado gráfico, con escenas de acción bien coreografiadas y chistes todavía más graciosos por la cara con las que reaccionan a ellos los personajes.
En conclusión, podéis haceros con cualquiera de estos tomos por 5,95€ en físico (o por 3,49 en digital), todos ellos con cerca de 320 páginas que, además de estas y otras historietas, tienen algunos extras, como bocetos o entrevistas a los autores.
Por último, la dedicatoria que me hicieron el tomo 18 Fídel Tovar, Dani Bermúdez y Drawill en el Salón del Cómic de Valencia de 2024. ¡Gracias de nuevo!
Me está gustando "Human Exe", si sigue así probablemente se convierta en mi historia favorita guionizada por Blanca Mira, pero para ello no se tendrá que desinflar (como le ha pasado en otras ocasiones). "El cartero" tiene un dibujo muy majo, pero no me convenció en todo lo demás; no sé, quizás estoy cansado de personajes tan típicos, y su desarrollo tampoco es que tenga grandes sorpresas (es curiosa la premisa inicial, pero ya...). Mi interés por "Kohva" varía ligeramente de entrega a entrega, pero me resulta sugerente en general, ayuda el llamativo dibujo y la mitología que usa. He de decir que los capítulos de "Hysteria" en las entregas 18 y 20 me parecieron bastante apañados, pero es imposible que para mí remonte el vuelo lo suficiente como para dejarme contento. Tampoco me convenció "Los hijos de Nul", debo de ser muy exigente.
ResponderEliminarPor cierto, aunque con alguna dificultad, ya me estoy leyendo el número 24 en formato electrónico. No es lo mismo que en papel, pero se lee bien. Seguiré en dicho formato con el número 25/26 y el relanzamiento.
No te preocupes, que para gustos, los colores, como se suele decir.
EliminarYo tengo todavía que retomar la colección desde el 21 y, sí, yo también me pasaré al digital, ya que los tomos ocupan lo suyo en espacio físico.