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miércoles, 26 de diciembre de 2018

Crónica del Salón del Cómic de Zaragoza de 2018 – Conclusiones

Tras mi paso por este evento comiquero los días 14 y 15 de diciembre, toca hoy comentar las impresiones generales del mismo.


El Salón del Cómic de Zaragoza me ha supuesto en todos los sentidos una más que grata experiencia. Frente a otros eventos a los que he asistido últimamente, este no estaba invadido por puestos casi exclusivamente de merchandising o comida, sino por stands llenos de material lector, ya fueran editoriales, tiendas o incluso fanzines. Respecto a las editoriales, se pueden citar a Astiberri, Babylon, Dibbuks, GP, Grafito, Fandogamia, Letrablanka, Norma, Nowevolution o Ponent Mon, por solo mencionar las que recuerdo en este mismo instante, con prácticamente todas ellas trayendo autores a la feria para delicia de los aficionados. Las tiendas, por su parte, también trajeron muchos tomos y ejemplares con tebeos de todo tipo de géneros, nacionalidades y gustos, compartiendo en algunos casos espacio con el ya citado merchandising, pero sin que este último se hiciera oneroso. Los fanzines aragoneses fueron sin duda uno de los mayores alicientes para quien esto escribe, pues salvo por uno o dos casos creo que nunca había coincidido con ninguno de sus autores.


Las actividades que ofrecía el Salón, además de las dedicatorias y conversaciones con los autores en los puestos de las editoriales (y en la zona de firmas desplegada por la organización, con número o no por fila según el autor), siempre iban vinculadas al noveno arte. Así, la zona infantil que actuaba lo mismo como biblioteca que como taller para los más peques, salvo al inicio de cada jornada, siempre tenía público dibujando, leyendo o prestando atención a algún espectáculo pensado para él. Las charlas en las salas Mortadelo y Filemón solían atraer a un nutrido público, y si bien yo solo pude asistir a una, la única pega que puedo poner es la ausencia de techo, puesto que esta carencia hace que se filtre el ruido de fuera en medio de las conferencias. Las asociaciones y espectáculos audiovisuales en el escenario tampoco faltaron, ayudando a multiplicar las formas de entretenimiento por parte de los asistentes.


Respecto a los asistentes, precisamente, también se pueden decir varias cosas. En primer lugar, lo heterogéneo del público, tanto en lo que a mujeres y hombres se refiere como en lo referente a su edad, puesto que había desde infantes hasta jubilados, aunque los jóvenes eran el grupo generacional más elevado. La paciencia de los aficionados también vale la pena destacarse, pues pese a las colas para entrar y el frío que hacía fuera, la gente no cejó en su empeño, tomándose con calma llegar a las puertas a raíz del aforo limitado. También es importante señalar el gran ambiente que había entre el público: se podía hablar con todo el mundo en cualquier momento y casi de cualquier cosa dentro del Auditorio, con una gran amabilidad y humor de por medio.


Concluyendo, y para no volver a incidir sobre lo mismo, puedo decir sin miedo a equivocarme que el año que viene acudiré de nuevo a Zaragoza para asistir a este Salón si nada grave me lo impide. Y recomiendo encarecidamente a todos los lectores del tebeo que le den una oportunidad por lo bien que lo pueden pasar dentro.

2 comentarios:

  1. Me alegro que lo disfrutaras, es un hecho que hay que divertirse y buscar títulos (el consumismo por leeeeer XD) que siempre viene bien. Que pases un buen comienzo del 2019 y que no decaiga esta maravillosa página que tienes, abrazos de pitufo ;)

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    1. ¡Gracias por leerla a usted, caballero! ¡Y buena entrada en el 2019 también!

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