En la reseña de hoy toca hablar de El beso de Copacati, novela obra de Víctor Conde (https://www.facebook.com/profile.php?id=1159093506).
En el año 1533, el conquistador Francisco Pizarro y una
tropa de confianza se internan en las selvas peruanas para recuperar el cadáver
del emperador Atahualpa.
En el año 1953 un equipo de cineastas estadounidenses viaja
a las mismas selvas para rodar una película de monstruos aprovechando los
paisajes naturales de la zona.
Ambos grupos no lo saben, pero sus respectivas expediciones
se encontrarán con algo mucho más ancestral y tétrico que el ser humano…
Películas de monstruos clásicas como Drácula, Frankenstein,
La momia o El hombre lobo son historias que han ido volviendo una y
otra vez a los cines, incluso hasta nuestros días. No así otra cinta clásica
como El monstruo de la Laguna Negra, obra que no se ha vuelto a recrear
más allá de un par de secuelas cincuenteras… hecho que es más que bien
aprovechado por Víctor Conde para crear el presente libro. Para bien y para el
mal esto se refleja en la portada: para bien, por hacer referencia al ya
señalado monstruo, de manera especialmente atrayente para los seguidores de
Lovecraft; para mal por revelar el aspecto de la criatura antes de empezar la
trama, algo que se debe evitar a toda costa en las historias de monstruos.
Bien, en lo que a estilo novelístico se refiere: la obra
está muy bien escrita e incita a leer más y más. La parte de Pizarro ya desde
el principio tiene trazas de novela de aventuras y la de Hollywood, si bien en
un principio tiende más hacia lo artístico e incluso lo costumbrista, en
seguida juega con la expectación del lector al hacer saber que los
estadounidenses van a ir a las mismas latitudes que los españoles cinco
centurias atrás. De criticar algo: la parte de los españoles tiende a recrearse
dolorosamente en la Leyenda Negra, así como en otros errores históricos (tal y
como al equiparse a Pizarro con un florete en vez de con un estoque o montante,
por solo mencionar uno). La parte de los
cineastas, en ese sentido, está mejor documentada, con unas anécdotas y
chascarrillos que es fácil extrapolar a los actores, productores, guionistas
y directores de los 50.
Los personajes son un tanto arquetípicos, pero cumplen bien
con su papel, con un Francisco Pizarro y un Dooley Cooper como protagonistas
más importantes de cada bloque temporal, siendo ambos auxiliados por sus respectivas
e inteligentes heroínas, del primero Inés Jerén del Busto, su segunda y ficticia
esposa y del otro Magdalen Polly, la actriz principal de la película. El más
divertido de leer es probablemente Elías Zanuck, el productor de la película,
por los comentarios que tiene para retratar el mundo del espectáculo. El
monstruo de la novela no tiene mal trasfondo detrás de sí y sus apariciones son
bastante tremendas, algo que es de agradecer. Lástima que el desenlace lastre
un poco todo lo anterior, aunque al lector le quedará un mejor sabor de boca
gracias al doble epílogo.
En conclusión, si os gustan las obras de monstruos y las
ucronías, dadle una oportunidad a la muy bien narrada novela de El beso de
Copacati. Podéis haceros con esta obra de Dolmen editorial de 243 páginas y
de amena lectura por un precio de 16,95€.
Por último, la dedicatoria que me hizo en el volumen el amable Víctor Conde durante el Celsius de 2021. ¡Gracias de nuevo!
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