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miércoles, 31 de enero de 2024

Gigantes, de los hermanos Valderrama – Tomo 1

En la reseña de hoy toca hablar de Gigantes, el comic que tiene por guionista a Carlos Valderrama y por dibujante a Miguel Valderrama (https://twitter.com/Valderrama_Mig).

 



Años atrás unos gigantescos y bestiales alienígenas llegaron a la Tierra y desde entonces luchan en la superficie del planeta entre sí por dominación territorial. La humanidad, por su parte, no ha tenido otro remedio que esconderse en el subsuelo, involucionando en lo social: bandas más o menos grandes luchan por los recursos y por sobrevivir un día más. En este contexto, dos amigos buscan su ingreso en una banda de renombre, los Lobosangre, para tener un buen futuro. Para garantizar su entrada, el líder les hace un peligroso encargo: obtener ámbar negro, una peligrosa sustancia que sirve tanto como combustible como de explosivo. Lo peliagudo de la misión radica en que el ámbar se encuentra en la superficie…

 

Las historias distópicas muchas veces se aprovechan de escenarios extremos para mandar un mensaje a los lectores, con una moraleja más o menos patente y en la que se nos previene contra según que líneas políticas o de pensamiento. Gigantes bien puede meterse en este saco, puesto que la búsqueda de ámbar negro va a llevar a los dos protagonistas por caminos muy distintos pese a partir de un mismo punto de salida. Así, mientras Zedo se meterá de lleno en el mundo violento y salvaje de las bandas movido por ambición y venganza, Gogi decidirá ver más allá y buscar una vida más humilde, pacífica y llena, progresando cada uno en su respectivo camino hasta que el choque entre ambos modos de vida acaba irremediablemente por chocar. Verá el lector, en este sentido, una buena evolución de estos dos personajes principales, mostrando muy claramente hasta que punto el ambiente es fundamental para la evolución del individuo. En este último sentido, cabe destacar la figura de Uron, que se convertirá en una suerte de figura paterna para Gogi, con un aire de solemnidad y fraternidad muy lograda.

 

Respecto al dibujo, refleja muy bien el mundo violento, hostil y apocalíptico en donde viven los protagonistas, bien en una ciudad subterránea llena de ocres, rojos y amarillos sucios que saturan los ojos y con gente con muy mala traza… bien en una ciudad como las actuales, blanca y gris por la nieve y los rascacielos, despoblada y tristona, al menos hasta que aparece un monstruo alienígena colosal y el escenario pasa a ser más bélico. Y hablando de los extraterrestres que dan nombre al tebeo: beben mucho de los kaijus japoneses, pero con su seña de identidad propia, con diseños que recuerdan a una amalgama de gorila y tiburón visualmente muy potente; también merecen mención los parásitos que habitan estos titanes y que suponen también su buena dosis de amenaza para los protagonistas. Pudiera parecer, en este sentido, que los humanos puedan quedar eclipsados gráficamente por sus contrapartes monstruosas, pero no es ni mucho menos el caso: sus rostros son tremendamente expresivos a ambos lados del espectro moral, de tal manera que lo tierno y compasivo se amplifica de la misma manera que lo sádico y traicionero.

 



En conclusión, si os gustan las obras distópicas en escenarios postapocalípticos, con kaijus y derroteros de la vida que conducen a caminos muy distintos, dadle una oportunidad al primer tomo de Gigantes, teniendo este la ventaja de poder leerse de manera autoconclusiva. Podéis haceros con esta obra de Astiberri por un precio de 17€, incluyendo entre sus 120 páginas algún extra sobre el proceso de creación de la historieta.

 

Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo los amables hermanos Valderrama durante la presentación de la obra en Omega Center. ¡Gracias de nuevo!




domingo, 21 de enero de 2024

Don Juan Tenorio, de Claudio Sánchez y Ricardo Vilbor

En la reseña de hoy toca hablar de la adaptación al comic de Don Juan Tenorio, la cual ha sido guionizada por Ricardo Vilbor (https://www.facebook.com/ricardovilbor) y dibujada por Claudio Sánchez (https://twitter.com/claudio_snchez).

 


Juan Tenorio ha vuelto a Sevilla para ver si ha ganado una terrible apuesta con Luis Mejía: ver quién ha matado a más hombres y seducido a más mujeres en el plazo de un año. No obstante, pese a que Don Juan es un calavera, puede que haya algo que le redima: el verdadero amor que empieza a sentir por Doña Inés. Pero las malas acciones del pasado siempre acaban pasado factura…

 

El drama español creado por José Zorrilla en el Romanticismo sigue siendo en nuestros días una historia más que disfrutable como buen clásico literario que es. Y el tebeo que lleva esta obra teatral a las viñetas es una más que buena adaptación del mismo. Para empezar, la historia y sus personajes son plasmados con gran respeto del material original, sin inventar ni infantilizar nada de la trama de Zorrilla. La manera de trasladar los diálogos está muy lograda, puesto que, si bien hay algunos más o menos recortados, no es una mutilación inmensa ni mucho menos: sencillamente, abrevia algunas intervenciones de los personajes principales para llevar el drama a la historieta. Del Tenorio poco puedo decir que no se haya dicho ya, así que hablaré de la oportunidad que supone este formato para los lectores: para los más veteranos, un reencuentro muy disfrutable con este mito literario, que aúna la trama original con la innovación de leerlo de una manera nueva; para los lectores más jóvenes o que vayan a seguir el periplo vital de Don Juan por vez primera, una introducción interesante y atractiva, cuyas imágenes les introducirán en el ambiente del burlador a las mil maravillas.

 

Y hablando del dibujo, Claudio Sánchez está a la altura del reto de llevar a Don Juan al tebeo. Para empezar, considero un gran acierto visual el haberse basado en unos cuantos actores famosos para crear los rostros y cuerpos de los protagonistas, tal y como con Errol Flynn o Natalie Portman, por solo citar a un par. El vestuario del Siglo de Oro está bien cuidado (y me atrevería a decir que igual que el resto de la documentación gráfica) y se antoja elegante. Los escenarios de la obra, como la taberna, la callejuela, el convento, el palacete, el cementerio o el cuarto de la cena hacen bien su papel, ya sea creando un espacio festivo, de duelo o tremebundo. Y, hablando de duelos, están estos muy bien coreografiados, con unos movimientos que se hacen realistas y letales. El coloreado tampoco se queda atrás y entra por los ojos, aunque un servidor hubiera usado otros colores para el clímax de la obra en lo que a las ánimas infernales se refiere.

 


En conclusión, si os gustan los clásicos literarios españoles o queréis empezar a darles un tiento, dadle una oportunidad al comic de Don Juan Tenorio. Podéis haceros con esta obra de Grafito por un precio de 17€, incluyendo entre sus 107 páginas, además de la historieta en sí, algunos extras, tal y como unos buenos prólogos o material docente para trabajar en clase.

 

Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el amable Claudio Sánchez durante el Festival de Cómic Europeo de Úbeda de 2023. ¡Gracias de nuevo!  



sábado, 13 de enero de 2024

Siempre estuvieron ellas, de Javier Santamarta del Pozo

En la reseña de hoy toca hablar de Siempre estuvieron ellas, el libro de Javier Santamarta del Pozo (https://twitter.com/JaviSantamarta).



En la historia de España ha habido numerosas mujeres que han destacado en campos tan distintos como la enseñanza, la guerra, la literatura, la medicina, la política o el periodismo. Ahora bien, muchas de estas grandes personalidades femeninas (igual que muchas de sus contrapartes masculinas, tristemente) son desconocidas para gran parte de sus compatriotas. Esto último, no obstante, viene a solucionarlo Javier Santamarta del Pozo con el presente libro.

 

De manera muy similar a lo visto en Siempre tuvimos héroes (reseña aquí), se pone a disposición del lector un buen abanico de españolas insignes a lo largo de trece capítulos complementados por una más que buena introducción. Con una buena combinación de ensayo y una pizca de novelización para unos pocos fragmentos, van desfilando ante el lector grandes pasajes de la historia española. Así, por ejemplo, tenemos a las mujeres que lucharon contra los invasores en escenarios tan distintos como la invasión napoleónica o el ataque del duque de Lancaster a Palencia durante la Guerra de los Cien Años. También tenemos a nuestra disposición el gobierno de reinas como Urraca y Berenguela, así como mujeres que influyeron decisivamente en el gobierno, tal y como Subh Umm Walad, madre del califa Omeya Hisham II. Médicas tampoco faltan con el trío de catalanas que fueron las primeras doctoras en medicina, a saber: Martina Castells, Elena Maseras y Dolors Aleu Riera. Docentes como Ángela Ruiz Robles o Beatriz Galindo o periodistas como Carmen de Burgos o Sofía Casanova también aportaron su grano de arena a nuestras Letras. No hubo ninguna de ellas que no tuviera obstáculos de un tipo u otro en su trayectoria vital, y aunque en algunas ocasiones les tocó rendirse, en la mayor parte de los casos siguieron adelante e hicieron grandes aportes en muy distintos campos.

 

Aunque hay unas cuantas grandes damas más sobre las que se pone el foco, no hablo de las mismas para sorprender a posibles lectores del libro. Lo que sí diré es que tocan muchas épocas distintas, tal y como Hispania visigoda, Reconquista, Conquista de América, Siglo de Oro, Edad Contemporánea… De tal manera que se pude ya empezar diciendo que el autor ha hecho un más que buen ejercicio de documentación y erudición al meterse (y meternos) en épocas tan lejanas y distintas entre sí, junto a las distintas circunstancias biográficas que marcaron a cada protagonista mejor o peor. Como ya se ha dicho antes, se combina tanto exposición como narración, con un gran ejercicio de síntesis al hacer que cada capítulo ronde la quincena de páginas y con una buena pluma que permite lo mismo simpatizar con los personajes principales al hacerlos muy cercanos.

 

En conclusión, si queréis saber más sobre grandes mujeres españolas, dadle una oportunidad a Siempre estuvieron ellas. Podéis haceros con esta obra de la editorial Edaf por un precio de 22€, incluyendo entre sus 286 páginas, además de lo ya comentado, con una sección de 8 páginas a color con ilustraciones y fotografías de las homenajeadas en el volumen.

 

Por último, la dedicatoria que me hizo el amable Javier Santamarta del Pozo durante, si mal no recuerdo, la Feria del Libro de Madrid de 2019. ¡Gracias de nuevo!