En la reseña de hoy toca hablar de Dragones de frontera, tebeo que tiene por guionista a Gregorio Muro Harriet (https://www.facebook.com/profile.php?id=100009406192228) y por dibujante a Iván Gil (https://www.facebook.com/ivan.gilcomic).
A finales del siglo XVIII buena parte de América del Norte pertenecía
a España. Los nativos, según la tribu, mantenían relaciones amistosas con los
españoles, tal y como los hopis, u hostiles, tal y como los apaches.
Precisamente estos últimos han hecho una incursión en la zona de Nuevo México
en la que, además de robar ganado, han secuestrado a una monja ursulina. Para
salvar a la religiosa se lanzan rápidamente al rescate los dragones de cuera,
la caballería española fronteriza, sin saber que a esta contienda muy pronto se
unirá otro enemigo incluso más terrible que los apaches: los comanches.
El western tiene algunos rasgos notorios: el desierto, los
indios, lo fronterizo… Ahora bien, pese a que estamos acostumbrados a verlo,
bien en la literatura, bien en el cine, siempre desde el punto de vista
estadounidense, ya más de un siglo antes los españoles tuvieron que enfrentarse
al mismo ambiente hostil, pero con muchos menos recursos y tecnología. Y justo
de eso trata el presente comic, siguiendo la senda de las novelas históricas
que entremezclan lo realmente verídico y lo ficticio pero verosímil: dentro de
lo primero sería las luchas contra los apaches y los comanches, y más
concretamente los guerreros de Cuerno Verde, mientras que lo segundo
correspondería al rescate de la ursulina. Tanto en un caso como en otro podemos
hablar de un buen ejercicio de investigación, tanto en lo histórico con la
buena documentación como con lo intrahistórico. Y es que se hace una muy buena
descripción de los distintos pueblos indios que entraron en contacto con los
hispanos, con cuestiones tales como sus costumbres cotidianas, rituales, su
manera de hacer la guerra…
Los personajes que protagonizan todos estos hechos tienen la
ventaja de pertenecer a distintos bandos en liza, de tal manera que se pueden
ver los acontecimientos desde distintos puntos de vista. Por el lado virreinal
tenemos al cadete Miguel, joven, apasionado, enamoradizo e idealista; luego
está su superior inmediato, el sargento Beitia, veterano de guerra que es mucho
más recio y marcial que su subordinado, de tal manera que hace de buen
contraste, aunque sin quedar deshumanizado; también está el teniente coronel Anza,
ejemplo de buen gobernador que sabe ser generoso con los buenos e implacable
con los malos, así como sor Madeleine, religiosa con una gran capacidad de
adaptación, tenacidad y devoción o el soldado Maldonado, figura que se puede
definir tranquilamente como la de un canalla. Por el lado apache y comanche,
que no deja de ser la parte antagonista de la trama, si bien la obra no se
corta en describir la violencia y crueldad de estas tribus, también se les
señalan valores como la astucia y la valentía, teniendo a bien la obra también
mostrar otras tribus con las que sí que se podía convivir en armonía, cuando no
directamente indios integrados completamente en la sociedad española.
Respecto al dibujo, Iván Gil crea unas páginas llenas de
regusto clásico, es decir, tanto de viejos tebeos de vaqueros como de las
grandes cintas de western. Así, las escenas en los desiertos y montes
americanos producen lo mismo calor que la sensación de que los protagonistas
pueden ser emboscados en cualquier momento; los personajes tienen rostros y
cuerpos bastante realistas, muchas veces imperfectos, bien por la dentadura
(algo muy realista dada la época), bien por las cicatrices, pero que muchas
veces se hacen entrañables o que incluso hacen su peligrosidad más patente. Detalles
de la vestimenta, como el difícil mantenimiento de la uniformidad en la
caballería presidial o del armamento, con flechazos o lanzadas que provocan
gran desagrado al poder notarse el arma por debajo de la piel cuando penetran
sus armas en el contrario, también dan buena nota al apartado gráfico. Mención
también merece el precioso coloreado de Garluk Aguirre y que hace del libro entre
más por los ojos si cabe.
En conclusión, si os gustan los westerns que combinan lo épico
y realista y la historia de España, dadle una oportunidad a Dragones de
frontera. Podéis haceros con esta obra de Harriet Ediciones por un precio
de 26€, incluyendo entre sus 120 páginas, además de la historieta en sí, el
proceso de creación y documentación de la misma.
Por último, la dedicatoria que me hizo el amable Iván Gil en
el tomo durante el Festival de Cómic Europeo de Úbeda de 2023. ¡Gracias de
nuevo!
Muy interesante la reseña. Es de agradecer la reciente producción literaria en novela y ensayo, con algunos títulos en los últimos años, al que se suma este cómic, que han abordado está época y esta zona del gran Norte de la Nueva España, las llamadas provincias internas, de poderosa estética y apenas conocida para el gran público, opacada por la amplia filmografia limitada al periodo de expansión hacia el oeste de los EEUU.
ResponderEliminarPues sí, se agradecen este tipos de obras que rescatan la historia española más épica.
Eliminar¡Gracias por comentar!