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lunes, 23 de junio de 2025

Tres secuelas de aventuras varias

En la reseña de hoy toca hablar de tres continuaciones de obras muy diversas entre sí pero que tienen en común lo tocante a épica y aventura, así como el tener el protagonismo repartido entre varios personajes en los tres casos.

 



En el segundo tomo de El Bosque del tiempo, de Tristan Roulot y Mateo Guerrero (https://www.instagram.com/mateo_guerrero_bd/), Theo consiguió volver atrás en el tiempo ante el gran desastre que habían provocado él y sus amigos, de tal manera que todos volvieron al momento en que se descubrió en el pueblo el robo de un fragmento de la Piedra del Tiempo. Pero ahora su odisea sufrirá un cambio importante: en vez de estar encabezada por Max, será dirigida por Miléva. ¿Modificará esta variante el destino de los niños y del tiempo mismo o volverá a estar condenada la expedición al fracaso?

Tebeo ideal para aquellos que gusten de los viajes en el tiempo y de la mitología y teología. Así, sobre lo segundo, se hace una mescolanza muy interesante con la premisa de idear el punto en común del que parten todas las religiones y creencias humanas más profundas y arraigadas, tal y como con Cronos, Prometeo, Leviatán, Bahamut o el diluvio universal, por solo citar algunas. Si a lo anterior se suma que se hace una combinación bastante interesante de distintas teorías sobre los viajes temporales, se crea un rompecabezas que puede ser difícil de comprender por entero: varias líneas temporales, remanentes…; sin embargo, todo esto se entiende lo suficientemente bien como para que la lectura se haga de seguido sin tener que estar retrocediendo hacia páginas anteriores y de tal manera que todo acaba por quedar bien atado. Visualmente la obra es una delicia, tal y como con las escenas de la Titanomaquia o con los desastres naturales, así como con el esfuerzo de héroes y antagonistas por igual esforzándose por evitar lo quizás inevitable.

 



En el segundo tomo de Monstruos ibéricos: Tierra de lobos, de Raúl Cordero (https://www.facebook.com/raulpizarra) y Sal Donaire (https://www.instagram.com/sal_donaire/), Cruzado y compañía, tras otra misión de caza exitosa, acabarán por tener que enfrentar a una bruja que ha convertido al Olentzero en una marioneta tanto para detener las tropelías de la primera como para liberar al segundo, de natural bondadoso. Los que no saben Cruzado, Sor María, Castañeda y Leonardo es que la Inquisición ha puesto sus miras sobre ellos, particularmente por la espada del primero.

Más folclore y leyendas españolas, con las cinco criaturas sobrenaturales del tomo bien implementadas para crear una historieta de espada y brujería (y pólvora) que además de dar a conocer los monstruos patrios, entretiene y mucho. Conocemos partes importantes del pasado de Leandro y Sor María por los capítulos extras del final del tomo (el primero, encantador, y el segundo, aunque sobrecogedor, un tanto confuso), de grandes ilustradores como son Enrique Fernández y David Rubín. Sal Donaire cumple más que bien a la hora de ilustrar el tebeo principal, con un toque muy pulp y con diseños de monstruos potentes, todo ello potenciado por el buen coloreado de Boris Ramírez. De ponerle algún “pero” al volumen es el cliffhanger que deja al final de su lectura y que no deja otra que esperar pacientemente al siguiente, tanto por motivos que aquí no deben ser dichos como para saber más del tumultuoso pasado de Cruzado y de la mujer que aparentemente le enmendó y le enfrentó con José Luis de Lobato, villano este último que puede dar mucho juego de seguir fiel a lo que se ha visto en esta segunda parte. Por último, habrá que ver adónde conduce el uso de reliquias benditas o malditas, así como las intervenciones divinas o demoníacas.




En los tomos del segundo al quinto de Team Phoenix, de Kenny Ruiz (https://www.instagram.com/kennyruido/), Zafiro y compañía consiguen huir de la Unión Robótica a bordo de la nave Fénix, pero a costa de que esta sea contaminada por unos parásitos tan extraños como peligrosos. Afortunadamente para ellos, el doctor Jack Black acudirá en su auxilio… pero demandando un peligroso pago por sus servicios: ayuda para rescatar de la prisión de la Zona Hermética al misterioso paciente Alfa, el cual podría ser fundamental para acabar con el yugo que pesa sobre los biológicos…

Si bien la saga de Team Phoenix no pudo tener los diez tomos que originalmente hubiera querido Kenny Ruiz y estos hubieron de quedarse en cinco, el resultado final es más que correcto, con un más que logrado homenaje a la obra y a los personajes de Osamu Tezuka (así como al propio autor gracias al bonito y emotivo epílogo). Buenos momentos como la ansiada aparición de Astroboy, la multitudinaria batalla final o los desenlaces de cada uno de los personajes principales se hacen muy disfrutables. Todo lo que es ciencia ficción, tal y como con las naves surcando el espacio, el interior de las estaciones espaciales o los distintos avances técnicos de robots o ciborgs queda muy lustroso en las viñetas. Si bien estas muchas veces no tienen fondos muy detallados, muchas veces no hacen falta estos, ya sea para dar intensidad a los combates (en los que Ruiz siempre se ha desempeñado muy bien) o para subrayar la importancia emocional, con unos primeros planos muy vívidos. 

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