En la reseña de hoy toca hablar de La Ley de Zoul, webcomic
obra de María Valentina Grases (http://subcultura.es/user/MVpurplespot/).
Los zakhanna son extraterrestres que han llegado a la Tierra
con el propósito de buscar y crear zoul, su fuente de energía primordial,
contando con la ayuda de los humanos de la Z.H.I.A. para esta labor. En este
contexto, y en la estación de Zhiona en 1985, Ryan Cobain vio como su madre le
era arrebatada por supuestamente haber realizado experimentos ilegales que
combinaban ADN humano y zakhana. Convencido de la inocencia de su progenitora,
Ryan se dio a la fuga de aquella estación, a la espera de un momento más propicio
para salvarla. Cinco años después, y con un plan en mente, el joven vuelve a la
base de operaciones de los alienígenas con un propósito muy claro en mente:
rescatar a la mujer que le dio la vida.
Las primeras palabras que se me ocurren para definir La Ley
de Zoul son dos: misterio y humor. Misterio por irse conociendo el trasfondo de
la historieta con cuentagotas, poco a poco, sabiendo la autora dosificar muy
bien la información que rodea la trama y mantener en vilo al lector. Y, en
combinación con todo lo anterior, el humor, variando desde el simplemente desenfadado
al directamente gamberro, no queda fuera de lugar, sino que encaja sorprendentemente
bien.
Que ambos elementos funcionen el uno junto al otro se debe a
los personajes del tebeo. Para empezar, Ryan, el protagonista, es al mismo
tiempo el personaje más vándalo de la obra y, además, con él que más fácil es
identificarse, por sus objetivos vitales. El personaje principal se ve
acompañado en las viñetas por unos buenos secundarios que le permiten brillar
todavía más: Chita e Ike. El primero, además de permitir al lector saber más
cosas sobre los zakhanna, hace de contraste con su porte pretendidamente serio
con respecto a Ryan. El segundo, por otra parte, es poseedor de una inocencia
que choca mucho con el vandalismo de Cobain y, aunque lo siguiente todavía debe
de aclararse, guarda una relación muy importante con este último y su madre.
Respecto al dibujo, María Valentina tiene un estilo de lo
más atractivo, a medio camino entre el manga y Disney y que entra rápidamente
por los ojos, ya no solamente por los diseños de los escenarios y de los
personajes, sino también por su expresividad y dinamismo. Una de las cosas que
más llama la atención desde un primer momento es la originalidad de la autora a
la hora de plasmar a sus alienígenas, los zakhanna, con ese aspecto de leopardo
antropomórfico, y toda lo que les rodea, desde la tecnología “dentada” hasta
los geniales y llamativos voogies, bestias mitad perro mitad planta.
En conclusión, si queréis leer una historia de ciencia
ficción original, llena de humor y misterio, y que no tenéis ni idea de a dónde
puede llegar, dadle una oportunidad a La Ley de Zoul. Podéis leer gratuitamente
esta obra, como buen webcomic, gracias a la generosidad de su creadora, ya sea
en Subcultura (http://zoulcomic.subcultura.es/tira/3/)
o a través de Tumblr (https://zoulcomic.com/capitulos-espanol/#_=_).
Por otra parte, también podéis profundizar en el comic a través del sketchbook
de la saga, tomo de 46 páginas lleno de bocetos, ilustraciones finalizadas y
tiras cómicas por 7€.
Por último, la dedicatoria que me hizo en el ya mencionado
libro de arte María Valentina durante la Japan Weekend de Madrid de febrero de
2017. ¡Muchas gracias de nuevo por tu amabilidad!
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