miércoles, 27 de febrero de 2019

Séptimo aniversario del blog

Pues otro añito que cumple el blog… ¡Y ya van siete!

Para empezar, no puedo sino agradecer su fidelidad a los viejos lectores de esta página, así como a los nuevos (tal y como Piper Valca o TIBURON aquí en Blogger). Gracias a vosotros, y sobre todo a los que dejáis comentarios, vale la pena seguir reseñando semana a semana. Que por cierto, y como ya los veteranos habrán advertido, he cambiado, al menos temporalmente, las fechas de publicación, pasándolas de los miércoles a los domingos. Quizás por esto ha habido cierta reducción en las visitas de este séptimo año. Así, si bien se ha pasado de 158.101 a las 194.165 actuales, también es cierto que se ha bajado de 42.766 visitas en el anterior año hasta 36.064.

Las entradas más vistas de este año son las que siguen:

5) Infinity Outrage (https://caballerodecastilla.blogspot.com/2018/06/infinity-outrage-de-victor-santos-y.html): ciencia ficción, filosofía, clones, escaramuzas, conspiraciones, comandos… si alguna de estas cosas os gustan, leeros el tebeo, conozcáis o no el juego de rol de Ininity, que se entiende perfectamente.

4) Masks y Dungeonland (https://caballerodecastilla.blogspot.com/2018/03/doble-resena-masks-y-dungeonland.html): la primera de las reseñas dobles, que funcionó bastante bien. A ver qué tal las siguientes…

3) La hija de la tormenta (https://caballerodecastilla.blogspot.com/2018/03/la-hija-de-la-tormenta-de-victor-santos.html): Siempre es un placer volver al universo de los Reyes Elfos, y si estas expansiones enriquecen un mundo ya de por sí rico, mejor que mejor.

2) Los ocultos (https://caballerodecastilla.blogspot.com/2018/07/los-ocultos-de-david-brana-y-juanma.html): esta es una de esas obra complejas que hay que leer dos o tres veces para cogerles el truco… pero en las que bien vale la pena el tiempo gastado.

1) Los caballeros de la Orden de Toledo (https://caballerodecastilla.blogspot.com/2018/06/los-caballeros-de-la-orden-de-toledo-de.html): Lorca, Dalí y Buñuel enredando en misiones secretas de jóvenes… ¿se puede pedir algo más?


Y, en fin, tocará seguir otro año hablando de obras españolas. ¡Nos leemos! 

Dedicatoria de Los Dalton, de Jesús Alonso Iglesias.
Si os gustan los western, no dudéis en leer
este tebeo

domingo, 24 de febrero de 2019

Sketchbook Vol. 2 – Witches, de Julia Madrigal

En la reseña de hoy toca hablar sobre el segundo sketchbook de Julia Madrigal (http://juliamadrigal.blogspot.com/).


Si en su anterior libro de ilustraciones (reseña aquí) Julia Madrigal llevaba al papel todo tipo de personajes, en este segundo volumen se centra en un grupo muy concreto: las brujas. Las dieciséis hechiceras que aparecen en el tomo son de todo tipo de latitudes, épocas y poderes. Así, lo mismo podemos ver rituales vudú y mitología griega que calderos, velas y bolas de cristal. Aquí viene, al mismo tiempo, lo mejor y lo peor del presente volumen: se nota que Madrigal sabe muchísimo de magia en numerosas culturas, pero a las estampas les falta algún pie de página para que los lectores bisoños en el tema (como un servidor) se ubiquen.  

Respecto al dibujo, Julia Madrigal sigue poseyendo ese estilo a medio camino entre lo elegante y desenfadado que tan rápidamente entra por los ojos. Y con él, lleva al papel todo tipo de personalidades, con magas buenas, brujas malignas y hechiceras de lo más ambiguo. Y esto con solo unas pocas pinceladas faciales, así como también un lenguaje corporal y unos escenarios muy escogidos, todo lo cual destaca todavía más con las tintas de cada página.


En conclusión, si os gusta lo esotérico y maravilloso, no dudéis en adquirir el segundo sketchbook de Julia Madrigal, bien entrando en contacto directo con su creadora, bien en algunas tiendas especializadas, como la de Viñetas en Madrid (http://xn--vietascomic-2db.com/es/).

Por último, la dedicatoria que me hizo la amable Julia Madrigal precisamente en Viñetas en enero de 2019. ¡Gracias de nuevo!

domingo, 17 de febrero de 2019

Crónica de la Japan Weekend de Madrid de febrero de 2019

En la entrada de hoy toca comentar mi paso por la última edición de la Japan Weekend madrileña el sábado 16 de febrero, no sin antes volver a agradecer a su organización una vez más la confianza depositada en mí a través de su pase de prensa.


A eso de las 11:00 llegué a IFEMA, si bien no pude entrar en el evento hasta media hora después. ¿El motivo? Que, frente a otras ocasiones, se repartían las acreditaciones de prensa junto a los de otros profesionales, creándose así una fila bastante lenta.


Ya dentro de IFEMA, y ya valorando lo positivo, los asistentes comprobamos que la cita madrileña va creciendo año a año: los pabellones 2, 4 y 6 estaban abiertos ante nosotros. De los tres pabellones, quiso la suerte que entrase por el segundo. Una vez allí, pude comprobar en persona que el evento, tras dos horas abierto, ya estaba bastante concurrido.


Casi lo primero que se veía desde la entrada, además del lleno de ofertas puesto de Selecta Visión, era el Artist House, ubicación a la que no tardé en acudir para hacerme con un buen botín de tomos autoeditados, tal y como los que se ven bajo estas líneas: Botanical witches, de Miriam E. G.; Dilemas de una dibujante manga, de Rikku Hanari;  Aquel que viene, de Leonor Jiménez; y Likantro Furioso, de Pablo Rodríguez.



Tras adquirir estos cuatro tomos, seguí vagabundeando por el segundo pabellón, topándome tanto con el área de conferencias, lugar donde en aquellos momentos se daba una charla sobre webcomics, como con la tienda y la exposición de figuras de Banpresto, con esta última especialmente centrada en Dragon Ball.




Hecho esto, avancé hasta el cuarto pabellón, y tras ojear los diversos puestos de editoriales y tiendas de merchandising, llegué a la zona de no comerciales, la cual contaba en esta edición con cerca de doscientas mesas. Durante el trayecto hacia el lugar tuve la suerte de coincidir con Nari Springfield, y entre que hablábamos de literatura, llegamos al pasillo que compartían, entre otros, Studio Kôsen y Pussy Crazy Club. Allí, entre que Noiry me dibujaba un Dio Brando en su La Bete Noire, departimos durante un rato sobre JoJo's Bizarre Adventure.


Por esta zona, en la cual estuve una muy buena parte del evento, también acabé por adquirir más fanzines, tal y como el Ink Mess, de Ian Pinkis; Abyss, de Laura Gutiérrez; Kirk has a kink, de MV Purple Spot; o Soy solo una chica, de Alejandra M. Campos.



Todavía deseando llegar a ver todo el evento, enredé un poco más en la feria. Así, además de ver que en lo que respectaba al apartado gastronómico no faltaba de nada, también me dejé caer por las zonas de videojuegos, áreas donde los asistentes podían probar en primicia juegos como Jump Force, Sekiro: Shadows die twice o Summer in Mara, este último español. Finalmente, y ya llegadas las 15:30, y comprobándome bastante agotado, me retiré camino al hogar.



A modo de reflexiones finales, los siguientes puntos. La Japan Weekend madrileña sigue creciendo edición a edición ya que, pese a haber pasado de 300 puestos no comerciales a 200, ha aumentado de tamaño, de tal manera que los espacios del evento rara vez están congestionados hasta tal punto de no poder avanzar en todo momento. La luz amarilla también ha sido un problema para varios dibujantes, ya que afectaba bastante a su manera de ilustrar y colorear. Fuera de esto último, el número de artistas seguía siendo muy alto, y entre fanzines, llaveros, pegatinas e ilustraciones había una oferta muy amplía de productos que adquirir allí y no en tiendas normales. Además de lo que a dibujantes se refiere, había una oferta de entretenimiento mucho más amplia: probar videojuegos por estrenar, conciertos, lucha libre, conferencias, exposiciones… No había espacio para el aburrimiento, por lo que se puede seguir concluyendo que Japan Weekend sigue siendo un entretenimiento de lo más atractivo y diverso para aquellos que quieran darle una oportunidad.  

domingo, 10 de febrero de 2019

Zilia Quebrantahuesos, de Laura Rubio

En la reseña de hoy toca hablar de  Zilia Quebrantahuesos, tebeo obra de Laura Rubio (https://www.facebook.com/laurarubioart).


Zilia es una joven que pronto será una de los baterou, una hermandad de mediadores entre el mundo humano y el sobrenatural. Pero tras el encuentro con una lamia en medio del bosque, Zilia se replanteará si es digna de semejante legado.

Tras leer Queronea guardaba buen recuerdo de Laura Rubio. Y pese a que Zilia Quebrantahuesos tiene una tónica bastante distinta, la obra es igual de disfrutable y entretenida. Igual que con su Filipo II, asistimos ante un conflicto interno del personaje principal de la historieta, aunque esta vez no trata de verse entre el deber y la amistad, sino ante la capacidad de poder o no cumplir con las expectativas que nos hemos impuesto. Pero toda esta materia psicológica no es la única cosa buena del tomo. Así, por ejemplo, este resulta una excelente inclusión del folclore aragonés en medio del siglo XI hispánico, alejándose de lo que supone la frontera sureña y la Reconquista para centrarse en el territorio interior, con el día a día más o menos problemático de sus habitantes, humanos o no. Y en referencia a esto último, vale la pena señalar la buena implementación de lo legendario en el tebeo, con criaturas como los diaplerons o el dragón de Peña Oroel.  Tampoco se puede dejar de hablar de los personajes: la lanzada Zilia, el astuto Atland, el no tan espabilado Erco, la ambigua lamia… todos ellos dan lugar a un colorido elenco.

Respecto al dibujo, Laura Rubio muestra un estilo bastante diferente al ya reseñado en Queronea. En vez de una combinación de escenas de batalla sucias y cruentas junto a otras más tranquilas y elegantes dignas de ánforas, aquí el estilo es más uniforme. También es, igual que la lectura, más ordenado y con una estructura más lineal, con lo que se sigue con facilidad. Aquí lo mismo la autora nos deleita con escenas fraternales que incluyen contarse un cuento u organizar alguna trastada que disputas de tabernas o batallas dignas de epopeya, así como estampas de no poco extrañamiento donde se cruzan lo onírico con lo reflexivo. Los personajes, dueños de unos grandes ojos, están lejos de ser idílicos, puesto que a menudo están manchados, heridos o abatidos de alguna forma. Si a todo lo anterior le añadimos unos fondos bien trabajados y un magnífico y variado coloreado, se puede señalar el apartado gráfico como más que grato a la vista.



En conclusión, si os gustan las historias de aventuras, leyendas y reflexión sobre uno mismo, dadle una oportunidad a Zilia Quebrantahuesos. Podéis haceros con es comic de GP Ediciones por un precio de 12€, incluyendo entre sus 72 páginas, además de la historieta en sí, algunos extras, como el proceso de creación de la misma, o la evolución del diseño de la protagonista.

Por último, la dedicatoria que me hizo la amable Laura Rubio durante el Salón del Cómic de Zaragoza de 2018. ¡Gracias de nuevo!

domingo, 3 de febrero de 2019

Supermala, de Roberto Malo y XCAR Malavida

En la reseña de hoy toca hablar de Supermala, tebeo que cuenta al guión con Roberto Malo (http://robertomalo.blogspot.com/) y al dibujo con XCAR Malavida (https://xcarmalavida.com/).


Pilar es una cartera que, tras quedarse embarazada, descubre que ha desarrollado superpoderes: sus cinco sentidos se han ampliado, sus golpes son más certeros y duros… Decidida a que el mundo al que llegue su hija sea un lugar seguro, Pilar toma una decisión: combatirá las injusticias de su ciudad bajo la identidad de Supermala, guerrera inmisericorde con el mal.

Supermala, como obra superheroica, es bastante curiosa en lo referente a los géneros en los que se maneja: equilibra muy bien un tono generalmente humorístico y amable con otro mucho más serio cuando hace falta. Así, lo mismo que se hacen chistes costumbristas sobre el día a día de una embarazada y la vida familiar junto a bromas sobre las identidades secretas de los comics, al mismo tiempo que se ven preocupaciones de la sociedad actual: el robo con violencia, la morosidad, el maltrato, la pedofilia, los excesos urbanísticos… Y pese a lo que pueda parecer, la obra es perfecta para todos los públicos, con los adultos y los niños disfrutando por igual de una obra entrañable y que huye de moralinas superficiales, para dar en su lugar importancia a valores como el civismo, la justicia o la familia. Quizás falta algún que otro matiz gris o ambiguo a la obra, pero tampoco es algo que la eche para abajo.

Respecto al dibujo, Malavida nos alegra la vista con un estilo simpático y redondeado que se hace muy grato a la vista. Los rostros de los personajes, además de ser muy expresivos, sirven para que el lector pueda catalogarlos rápidamente como buenos o malos (he aquí también cierto maniqueísmo) a través del binomio de lo agradable y desagradable, aunque el lenguaje físico también contribuye a la buena impresión visual que causa la gesticulación de los personajes o a la contundencia de las palizas que da la protagonista. Y a propósito de esto último, vale la pena señalar como le cambia la mirada a Supermala cuando se enfrenta al crimen hasta embrutecerla en gran medida. Un buen coloreado y unos cuidados fondos son los elementos que rematan un buen apartado gráfico.


En conclusión, si os gustan las historias de supehéroes divertidas y con cierto compromiso, dadle una oportunidad a Supermala. Podéis haceros con este tebeo de 72 páginas de Editorial Cornoque por un precio de 10€.

Por último, la dedicatoria que me hicieron los dicharacheros Roberto Malo y XCAR Malavida en el Salón del Cómic de Zaragoza de 2018. ¡Gracias de nuevo!