miércoles, 6 de junio de 2018

Rebeldes, de Pedro Santamaría

En la reseña de hoy toca hablar de Rebeldes, la novela histórica de Pedro Santamaría (http://www.pedrosantamaria.com/).


La Roma del año 88 a.C., pese a su reciente victoria en la Guerra Social, está convulsa. Dos grupos políticos opuestos, los optimates y los populares, son protagonistas de un enfrentamiento que ya no es solo dialéctico, sino directamente violento. El conflicto llega a un punto de no retorno cuando el general optimate Sila marcha al mando de sus tropas contra Roma y da un golpe de Estado. Este hecho acabará por provocar el inicio de la primera guerra civil romana. Y Quinto Sertorio, procónsul popular de Hispania, jugará un papel fundamental en ella.    

Un servidor ya conocía a Quinto Sertorio a raíz de varios ensayos. Sin embargo, esta es la primera ocasión en la que he leído sobre sus andanzas en forma de novela. Y debo decir que Pedro Santamaría cumple con creces. Asistimos al periplo vital de un personaje fascinante y lleno de un carisma, así como muy bien trasladado al papel junto a la turbulenta época que le tocó vivir. Y todo ello llega al lector a través de los ojos de Cneo Placidio Mutio, protagonista adolescente que se va convirtiendo en adulto poco a poco a medida que los capítulos de la obra van avanzando, al igual que el complejo conflicto en donde debe luchar: guerra civil entre populares y optimates, guerra colonial en medio de una Hispania a medio conquistar y una guerra entre imperios como Ponto y Roma. Y esta situación tan compleja, con sus múltiples vertientes, está genialmente novelizada, de tal manera que uno no se pierde y puede seguir la lectura con facilidad a lo largo de sus 392 páginas, algo de considerable mérito aunado a una más que obvia buena labor de documentación.

Las descripciones paisajísticas de la obra también ayudan a meterse dentro ella, desde la populosa y avanzada Roma hasta los más recónditos y vírgenes bosques ibéricos, pasando por poblaciones más o menos romanizadas. Los combates y la manera de relatarlos son simplemente espectaculares, ya sean pequeñas escaramuzas o multitudinarias batallas, mezclando épica con tremendismo, de tal manera que en una misma lucha hay suciedad y gloria. Lo truculento y desagradable, si bien el autor no se deleita con ello, aparece en el volumen, tal y como ante la esclavitud o las ya mencionadas escabechinas bélicas o revanchistas.

Además del contexto y la narración en sí misma, otro gran punto a favor de la obra son sus personajes, los cuales, en varios casos, sean históricos o ficticios, presentan un gran calado humano. Así, para empezar, tenemos a Sertorio, ducho no solo en las artes militares, sino también en las diplomáticas, con una personalidad magnética que seduce a hispanos y romanos por igual y cuya tragedia calará hondo en más de uno. Cneo, por su parte, además de admirar desde niño a Sertorio y ser su más fiel seguidor, va evolucionando y madurando a lo largo del libro, tal y como cambiando indecisión por determinación u honor y pasión por pragmatismo y calma, pero no de una página a otra, sino a lo largo de una tormentosa década que dejará en él una importante huella. Como antagonistas es imprescindible citar a Sila, dictador al que en ningún momento se ve directamente pero cuya existencia no deja de ser una sombra amenazante y Pompeyo, jovencísimo general de confianza del primero y que ya va dando visos de su futura fama. Los secundarios también resultan un gran añadido, tal y como el entrañable maestro heleno Agatón o el inefable y comiquísimo legionario Balbo, pero sobre todo el celtíbero Belinos, personaje de gran dignidad, preocupado por el destino de su pueblo ante un futuro incierto y lleno de cambios para los suyos.

En conclusión, si os gustan las novelas históricas con una buena dosis de intrigas y batallas, así como con un buen plantel de personajes y una trama trágica, dadle una oportunidad a Rebeldes. Podéis haceros con esta obra de la editorial Pàmies por un precio de 19’95€, incluyendo entre sus 400 páginas, además de la novela entre sí, varios extras, como un siempre agradecido mapa o un eje cronológico para estar también ubicados temporalmente.   

Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el amable Pedro Santamaría durante la Feria del Libro de Madrid de 2018. ¡Gracias de nuevo!


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