En la reseña de hoy toca hablar de La mirada hueca, partida de rol para La llamada de Cthulhu de Carlos Ferrer (https://twitter.com/penarandaferrer).
Un equipo televisivo se dirige al pueblo extremeño de
Piedras Albas para investigar cuanto de verdad hay tras unos supuestos
avistamientos nocturnos de lo que los testigos han llamado “serpientes de luz”.
Lo que no saben los reporteros es que en el pueblo se llevan a cabo una
siniestra serie de rituales periódicamente desde hace siglos y que el resultado
final de esas ceremonias va a dar en poco tiempo su terrible fruto salvo que
ellos lo impidan.
El mundo rural tiene un encanto muy particular con su
contacto con la naturaleza, su vecindad y las maneras de vivir de antaño. Ahora
bien, todo ese encanto puede ser revertido de manera terrorífica si se sabe pulsar
las teclas adecuadas. Y aquí es donde puede dar mucho juego La mirada hueca:
prácticamente todos los habitantes del pueblo forman parte de la secta tras los
rituales, de tal manera que salvo que los jugadores vayan con mucho ojo en sus
pesquisas y con discreción, van a ver a sus personajes secuestrados o
directamente linchados. El primigenio
adorado para la secta ha sido creado para la ocasión para más señas, algo que las
mesas veteranas de La llamada de Cthulhu agradecerán, por no tener ni idea
de la naturaleza u objetivos de la amenaza a la que se enfrentan.
La estructura de la trama se puede dividir de la siguiente
manera. Para empezar, a modo de introducción, el viaje, llegada y primer
contacto de los reporteros con Piedras Albas. En segundo (y último si no tienen
cuidado los jugadores) lugar, la investigación en el pueblo, indagando aquí y
allá a lo sandbox, y de tal manera que hay varias maneras de llegar a la
verdad; aquí los periodistas se darán cuenta de algo terrible, así como nada
habitual en una partida: el primigenio, con su último ritual, ya ha triunfado y
quedan solo un par de días para que este pueda alzarse. Esto nos lleva a la
tercera parte de la trama: lograr viajar al pasado para intentar detenerle
antes de recupere todo su poder perdido; y este viaje temporal tendrá por
destino ni más ni menos que la Guerra Civil Española, de tal manera que, en
función de lo ingeniosos y avispados que sean los jugadores, en este punto les
puede ir o muy bien o muy mal en función de si se hacen con ciertas alianzas.
Respecto al apartado gráfico, el libro está profusamente ilustrado,
tanto con retratos de los personajes que mueven la trama como con ayudas de juego más
que útiles tanto para director como jugadores: objetos importantes, cartas y documentos
muy esclarecedores, los siempre bienvenidos mapas… Todo ello con el buen hacer de
Rubén García en lo que a lustraciones se refiere, con personajes realistas y
que entran por los ojos, así como monstruos nauseabundos y escenarios que
transmiten inquietud, acompañando en todo lo anterior el coloreado.
En conclusión, si queréis dirigir una entretenida aventura
de investigación y horror que dure unas dos o tres sesiones, dadle una oportunidad
a La mirada hueca. Podéis haceros con este módulo de La llamada de Cthulhu de
manos de Shadowlands de 64 páginas de dos maneras: bien en físico por 24,95€,
bien en digital por 8,95€.
No hay comentarios:
Publicar un comentario