Tras mi paso el año pasado por el Festival de Cómic Europeo de Úbeda (crónica aquí), estaba bastante tentado de repetir en 2024 también. La fortuna fue propicia y se pudo montar el viaje, así que a continuación lo mucho de bueno que tuvo, así como un par de elementos mejorables de mi estancia en tierras jienenses el 10 y el 11 de mayo.
Ubicación: La plaza de Andalucía volvió a ser el
lugar de encuentro para esta cita con los tebeos, con todo lo bueno que esto
tiene: ser gratuita su entrada, estar bien posicionada dentro de Úbeda, llamar la atención
de los que no sabían en un principio la existencia del evento…
La organización: Aquí se puede aplicar rápidamente la
expresión “de fans para fans”, puesto que la gente detrás del evento se le veía
con tanta o más ilusión que al resto de los asistentes durante estas jornadas.
Todo lo anterior quedaba muy bien complementado, además, por la rapidez con la
que se ayudaba a todo aquel con dudas y por cómo se gestionaron las actividades
e incluso algún que otro problema que surgió (tal y como el reparto de números para Philippe Luguy cuando se vio que su cola de firmas iba a ser larga).
Actividades: No faltó mucho entretenimiento liderado
tanto por los organizadores como por los autores invitados. Así, por ejemplo,
presentaciones de tebeos recientemente salidos al mercado, coloquios con
autores veteranos, exposiciones con páginas de los dibujantes en las que los
creadores iban haciendo de guías, las clásicas sesiones de firmas…
Los autores: Magnífico plantel de invitados tanto en
las categorías de guionistas y dibujantes, con un total de 27 oficiales (sin
contar con los de callejón de artistas, pues también había ahí gente de valor).
Esta buena tanda de invitados fue muy variada y para todos los gustos: lo mismo
leyendas como Joan Mundet, Kim o Phillipe Luguy que veteranos como Mateo
Guerrero o Abel Carrasco y jóvenes promesas como Loreto Aroca, Roberto García
Peñuelas o Jose Flores. Muy buen abanico de creadores, vaya, particularmente en
lo que se refiere al talento patrio y que lo mismo trabajan la comedia que el drama y géneros tan variados como el western, el thriller, la fantasía o la ciencia ficción.
La zona de fanzines: en medio de la plaza de Andalucía, bajo unos toldos ideales para protegerse del calor, había un buen puñado de puestos de jóvenes creadores. Alegró mucho a un servidor ver que había unos cuantos fanzines y tomos autoeditados entre estas mesas, puesto que últimamente han decaído en número estos festivales (alguno de los autores me llegó a afirmar con cierta pena que lo que vendía de verdad en los salones comiqueros ahora mismo es el merchandasing de la series de moda de cada momento…).
Las editoriales: Cascaborra, Grafito, Maldragón,
Serendipia y Unrated estuvieron presentes en el evento junto a sus autores,
aunque no faltó tampoco un par de tiendas donde también hacerse con obras de
otros sellos para los artistas traídos directamente por la organización.
Problemillas de fácil solución: Hubo algún detalle a mejorar de cara a futuras ediciones: los horarios de las firmas de los autores no siempre estaban correctamente escritos en la programación, bien por estar los ilustradores de sesión de firmas en el stand del evento en vez del de una editorial, bien por darse justo la situación contraria; para resolver esto, sencillamente, hace falta un poco más de coordinación entre editoriales y organización antes de lanzar los horarios oficiales.
El público: Un evento comiquero no solamente depende
de lo diligente de su organización o del buen cartel de autores para dejar buen
recuerdo. Los asistentes al mismo también dejan una importante huella, ya sea
para bien o para mal. En esta edición, me alegra decir que fue lo primero. Así,
por ejemplo, las colas fueron, precisamente por la espera que provocaban, una
más que buena oportunidad para charlar con gente de gustos afines, descubrir
nuevas obras y echar unas risas.
En conclusión, el
Festival de Cómic Europeo sigue pisando fuerte en su edición decimosegunda y es
de esperar que en el futuro siga así, por lo que su visita y disfrute están más
que recomendados.
Se ve que había poca sombra, ¿fueron rigorosos los calores o se soportaban bien? (Lo mismo por otras zonas había muchos árboles u sombras y no hay imagen que nos ilustre de ello.)
ResponderEliminarEso de que los propios autores te guíen por su obra me parece genial y super interesante, debería cundir el ejemplo (eso, y hacer más eventos comiqueros sin necesidad de pagar una entrada).
Hubo momentos de gran calor, sí, en el que cualquier sombra era más que bienvenida, como las de los toldos de los puestos, principalmente.
EliminarY sí, muy buena iniciativa tanto las guías como no pagar por entrar.