lunes, 18 de junio de 2012

Himawari, de Belén Ortega

La reseña que haré hoy es sobre Himawari, el manga de Belén Ortega, secundada por Rubén García en el guión.



En el año 1847, en el todavía Japón feudal, dos niños pequeños ven como sus padres son brutalmente asesinados ante sus ojos, teniendo que huir y sin tener hogar al que regresar al ser su casa arrasada. Doce años después, en 1859, ya en el período Bakumatsu,  que sería el que vería el final del feudalismo, los dos niños son ahora dos jóvenes espadachines: la temperamental Himawari y el tranquilo Shunya. Ambos buscaran a los asesinos de sus padres para reclamar venganza, así como cierta reliquia familiar que estos se apropiaron.

Aviso desde ya: esta no es una historia para niños ni para gente sensible. Es un comic ciertamente brutal, con violencia y sexo. No obstante, esta historia merece ser recomendada por varios motivos, pero el principal es sobre el tema de la venganza: Himawari  es una parábola sobre el rencor y el resentimiento. Nos enseña porque no debemos dejarnos arrastrar por tan terribles sentimientos. Si bien esta enseñanza se nos hace a través de un marco bastante brutal, vale la pena leerla.

Otro de los motivos por el que esta es una gran obra es por lo documentada de esta, habiéndose su autora, Belén Ortega, estudiado a consciencia el Japón de la época, con su cultura, costumbres y e historia. Así, por ejemplo, se muestra la desesperación de un señor feudal ante los tiempos cambiantes, teniendo que alistar para su ejército personal incluso a adolescentes, siendo así de difícil su situación. Otro ejemplo de esto es notable ya solo en el título de cada capítulo, pues cada uno de ellos recibe el nombre de los principios de los samuráis (honradez, valor, lealtad…).

Respecto al dibujo, es otro lugar donde se puede ver la documentación: el armamento, el vestuario de los personajes, la arquitectura del Japón de la época… todo denota un gran interés por este país de Oriente. Del diseño de los personajes, también hay que destacar la labor de Ortega, haciéndolos realmente atractivos. También hay que nombrar que hay varias páginas hechas exclusivamente a lápiz, a la manera tradicional, como en los momentos en los que los personajes recuerdan su pasado, quedando realmente bonitas.



En conclusión, que si no sois niños y os interesan las historias sobre Japón, y más concretamente sobre los samuráis y con moraleja, haceros con Himawari, que no decepciona. Por un precio de 7´95€ os podéis hacer con esta obra de 192 páginas de la Línea Gaijin de EDT (antes Glenat), donde aparte de la historia en sí, también hay homenajes a Himawari por parte de varios autores, así como el proceso de creación de la historia, con un impresionante muestra de cómo han ido evolucionando los protagonistas de la obra, así como el estilo de la autora. Aquí dejo las primeras páginas del manga: http://es.scribd.com/doc/78627811/Himawari

Por último, la dedicatoria que me hizo la atenta Belén Ortega en el tomo en el Expomanga 2011 de Madrid. ¡Gracias de nuevo!

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