Hoy toca empezar una triada de artículos dedicados a mi paso
por el Expocomic de Madrid de 2014, destacando esta edición frente a las
precedentes por no tener lugar jueves, viernes, sábado y domingo, sino
solamente los tres últimos días de la semana.
La visita al recinto ferial de la Casa de Campo del viernes
empezó, por lo que a un servidor respecta, un poco después de las 11:00, y como
no podía ser de otra forma, en la cola para taquilla. Llegados a este punto
debo agradecer nuevamente a la organización de la A.E.A.C. que me concediera pase de prensa. Volviendo al asunto de la cola, tuve la buena suerte de
encontrarme en ella con la escritora Nari Springfield, redactora de la
estupenda revista Inari (pinchad en el siguiente enlace para echarle un ojo al
último número de esta: http://revistainari.blogspot.com.es/2014/12/inari-n9.html),
con lo que la espera se hizo mucho más amena y entretenida mientras hablábamos
un poco de todo. Ya cogiendo la acreditación, justo antes de entrar, pude ver
con mis propios ojos cierta polémica que iba a dar de que hablar más adelante:
Vicente Cifuentes y Sergio Bleda (dibujantes invitados al evento) tenían que
estar también haciendo cola para recoger su acreditación. ¿El problema? Que ya
tendrían que estar firmando desde las 11:00, impacientándose los fans que
acabaron esperando algo más de una hora hasta que se personaron en el stand de
Aleta Ediciones, que es donde les tocaba firmar.
Tras entrar junto a la señorita Springfield en el evento y
deambular y explorar un rato por el Pabellón de Cristal, llegamos cada uno a
nuestro respectivo objetivo, que casualmente estaban el uno frente al otro: No
Lands por su parte y Aleta Ediciones por la mía, posicionándome en la cola de
Sergio Bleda, donde me tocó ser el tercero. Entre que llegaban Bleda y
Cifuentes, me puse a charlar con la gente de la cola, concretamente con una
joven riojana y otra gaditana, sorprendiéndome del poder de convocatoria del
evento, que atraía a la capital española gentes de puntos tan distantes de la
geografía nacional. Un poco después de las 12:00, llegaron finalmente Cifuentes
y Bleda, poniéndose rápidamente manos a la obra. Pasado un rato ya me tocó el
turno, dedicándome un jovial Sergio Bleda “El
baile del vampiro” y “Duérmete, niña”.
Conseguido los objetivos de Aleta, me encamine hacia
Dibbuks, ya que estaba allí dedicando Ricardo Machuca, y deseaba que me firmase
Mastodonte (obra que conocí tras leer la reseña de Kuroi en el blog
Morphallaxis).
Y… volvía a ser el tercero. Durante la nueva espera, pude comprobar que el
viernes en este tipo de eventos suelen ser los más tranquilos, con menor número
de gente que en el fin de semana, aprovechando los visitantes para
hacerse con comics descatalogados o de oferta, así como para ir ya consiguiendo
firmas y dedicatorias por parte de los primeros dibujantes en acudir a la feria.
Pasada la espera, me dedicó ese cadáver exquisito que es Mastodonte un más que majo Ricardo Machuca, aprovechando entre
tanto el que esto escribe también para agradecer al personal de Dibbuks que rescatará la conclusión
de Curiosity Shop para que los
españoles pudiésemos disfrutar con su lectura.
Hecho esto, me dirigí a uno de los puestos de fanzines,
concretamente al de Juego de Tronados, para adquirir el cuarto y último tomo de
la parodia (aunque no suelo ser muy aficionado a ellas, hay que admitir que
está me ha hecho reír mucho). Aproveche el rato para comer un
bocadillo y para charlar con Sergio Ballester y Juan Álvarez sobre lo
fuertemente cargada de autores que venía esta edición de Expocomic, así como
para interrogarles en qué proyectos estaba embarcado cada uno: Álvarez me dijo
que andaba con Solo y Ballester viendo
si se dedicaba a una nueva parodia o a una obra original, a lo que yo respondí
casi al instante que lo segundo mejor, tanto para que no le encasillasen solo
en lo paródico y por tener interés en una obra total y originalmente suya. Si
bien compré el cuarto tomo, decidí esperar al día siguiente para que me lo dedicaran,
entre otras cosas para así contar con un dibujo de Ovidio Miguel Maestro, que
no estaba todavía en Madrid.
Errando, al poco me topé con el stand del Posabirras del
Mal, aprovechando el encuentro para que Jorge Lewis me dedicase Terra de
Meigas, así como para que Ulises Lafuente me dedicase los tomos primero y
segundo de Art 88/46, así como el Concept Art de la obra, la cual el autor tuvo
a bien regalármela por haber comprado tanto el tomo 1 como el 2.
Dedicatoria del tomo 1 de Art 88/46,
Tras esto y tomar alguna que otra foto de los asistentes, ya
fueran de paisano indagado entre lo ofertado de cada stand o caracterizados de
personajes con sus cosplay, me encaminé hacia la Universidad, ya que tenía
clase por la tarde (la obligación antes que la devoción). En general me llevé
una buena sensación sobre el primer día de Expocomic, antojándose que el día
siguiente iba a ser un no parar de todas las sesiones de firmas que iba a haber (crónica del sábado en el siguiente enlace: http://caballerodecastilla.blogspot.com.es/2014/12/hoy-toca-continuar-con-las-cronicas.html).
Yo fui el domingo, puedes ver la crónica en mi blog si quieres, y estaba bastante tranquilo. Pero al parece este año ha subido un 10% la asistencia ^_^
ResponderEliminarBeso!
Vista tu crónica; ya te he dejado mi opinión en ella.
EliminarPara mí este año ha sido bastante menos prolífico que el anterior, en el que fui todos los días del evento. En esta ocasión únicamente pude pasarme el sábado. Es curioso lo del aumento de visitantes, habiendo sido un día menos y faltando algunas de las editoriales importantes, pero bueno...
ResponderEliminarVeo que tú has aprovechado esta edición a tope! :) Sigo leyendo con la 2ª parte de tu visita...
¡Si, no he parado quieto esta edición!
EliminarSobre el que haya habido tanta gente, es algo que razonaré en las conclusión final del Expocomic, aunque creó que está relacionado con el cada vez mayor auge de los tebeos en la sociedad española.