En la reseña de hoy toca hablar de Super Freak Heroes, el tebeo de Álvaro Garralda (https://twitter.com/Kibaro_Z).
¿Qué hace un fanático de los comics cuando adquiere habilidades
sobrenaturales? Tratar de dominar el mundo. Y ese es el objetivo en la vida de
Norman Dastroi, adolescente que ha conseguido superpoderes tras un experimento alienígena.
Y puede que lo consiga, si es que logra centrarse…
En su momento, Super
Freak Heroes me fue vendido como un tebeo que combinaba el castizo
humor de Bruguera con el absurdo de Bobobo.
Ahora puedo decir que esta afirmación es totalmente cierta y que el desmadre campa
a sus anchas en esta historieta. En ella, además, se parodia el mundo del comic
en general, tanto con referencias a personajes famosos del noveno arte como con burlas de algunos de sus géneros y tópicos, todo ello desde una muy bien
elegida perspectiva quijotesca. Así, por ejemplo, no faltan referencias a Dragon Ball, Gundam o Los Cuatro
Fantásticos, ni tampoco otras con los Payasos de la Tele o con la canción
clásica del Colacao de por medio.
En lo referente al argumento, el primer capítulo sirve al
lector como una estupenda presentación de Norman y sus objetivos, mientras que
el segundo nos presenta a su particular escudero, Ryan Drake. Mientras el primero es más
inquieto y chiflado, el segundo, como perfecto contrapunto, es más sereno y
juicioso. Las aventuras de ambos beben mucho del shonen japonés, con unos
héroes que, a medida que pasa el tiempo, se van enfrentando a retos superiores y enemigos más
poderosos al mismo tiempo que su poder y radio de acción se va incrementando en
paralelo. Todo ello con el delirante toque de humor previamente citado, claro,
así como con la búsqueda de la aceptación y un claro mensaje a favor de la lectura y los videojuegos frente a
vicios como el alcohol y las drogas.
Respecto al dibujo, Álvaro Garralda aporta a Super Freak Heroes una apariencia a
medio camino entre la Edad Dorada del tebeo español y el manga más gamberro,
logrando así un estilo caricaturesco muy apropiado para las ocurrencias y
peripecias de Norman. El dibujo va evolucionando a lo largo de las páginas,
notándose una mejoría en lo desenvuelto de las posturas según avanzan los
capítulos. De criticar algo, sería que Norman y Ryan son fácilmente
confundibles entre sí, sobre todo por sus tupes de punta. Las ilustraciones,
por otra parte, no hacen sino más desternillantes los chistes, con unos golpes,
tortazos y gestos que no hacen sino aumentar la sensación de comedia.
En conclusión, Super
Freak Heroes es una obra con la que a buen seguro disfrutaréis
humorísticamente. Podéis leerla de dos formas: bien como webcomic (http://superfreakheroes.subcultura.es/tira/1/)
y de forma gratuita por cortesía del propio autor, bien en físico por 10€, incluyendo
este tomo de Familia Usaka, además de los cuatro primeros capítulos de la historieta,
varios extras, tal y como homenajes a la obra por parte de artistas invitados.
Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo Álvaro
Garralda durante la Japan Weekend de Madrid de septiembre de 2017. ¡Gracias de
nuevo por tu amabilidad!
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