En la reseña de hoy toca hablar de La resurrección de Notre Dame: La historia de Viollet-le-Duc, tebeo que tiene por guionista a Salva Rubio (https://www.facebook.com/salvador.rubio) y por dibujante a Eduardo Ocaña (https://x.com/ed_ocana).
Corre el año 1842 y, durante el funeral del Duque de Orleans
en la catedral de Notre Dame, el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc recibe una importante
propuesta: restaurar Notre Dame para evitar que se hunda por el paso de los
años y desaparezca esta joya de la humanidad. Semejante proyecto faraónico
no será rápido, sencillo o barato y costará no pocos sinsabores… pero se hará.
Notre Dame tiene una aureola de misticismo, y no solamente espiritual
o religiosa, sino también cultural en general y nacional en lo particular para
Francia. Estas tres cuestiones las lleva muy bien al papel Salva Rubio. Y es que
el gran desafío artístico y humano que tuvieron por delante Viollet-le-Duc y
los suyos no fue para menos: penurias técnicas, económicas, familiares y de
prestigio estuvieron continuamente planeando sobre el proyecto, por lo que se
transmite con las páginas muy bien el tesón del protagonista a lo largo de los
veinte años que llevó la restauración. El contexto histórico se nos va brindando
con pinceladas aquí y allá, tal y como con las diferentes destrucciones/modificaciones del templo desde la Edad Media hasta la Revolución Francesa o, ya a mediados del XIX, tal y
como con el paulatino ascenso de Napoleón III o la pasional defensa de Víctor
Hugo. La figura del protagonista también es clave en el volumen, con un Eugène
que es prácticamente autodidacta por el amor que siente hacia el gótico y que,
tanto por lo uno como por lo otro, está en muy mala relación con los académicos
de Bellas Artes del momento, muy amantes de algo tan antagónico para él como es
el neoclasicismo. Sus relaciones con sus compañeros de trabajo no solo le dan
un perfil mucho más humano, sino que sirve al lector para ver hasta que punto
era y es complejo construir algo tan señero como un catedral.
Y en este punto hay que citar el dibujo de Eduardo Ocaña: espectacular en lo que se refiere a recrear, viñeta a viñeta, la catedral de Notre Dame. Y el ilustrador no hace esto en exclusiva con la iglesia tal y como nos lo imaginamos a día de hoy, sino tanto antes de la reconstrucción, durante su remodelación y tras su renovación. Excelente plasmación, por otra parte, del amplio abanico de restauradores: vidrieristas, escultores de reyes y gárgolas, carpinteros de vigas… Da gusto y sensación de realidad ver a estos hombres trabajar. Hombres que, por otra parte, son tan expresivos como los ya vistos en Los cuadernos de Darwin, aunque con una diferencia: la presencia de Maz! en el coloreado, con un resultado final mejor en mi humilde opinión (y sin desmerecer el de Ocaña en solitario) y con estampas preciosas como la colocación de las cristaleras o el desenlace de la historieta.
En conclusión, si os gusta la arquitectura y todo lo que
tenga que ver con las catedrales, dadle una oportunidad a La resurrección de
Notre Dame: La historia de Viollet-le-Duc. Podéis haceros con este volumen
de las manos de Norma Editorial por un precio de 25€, incluyendo entre sus 88
páginas, además del tebeo en sí, varios extras sobre su proceso de creación.
Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el amable
Eduardo Ocaña durante el Festival de Cómic Europeo de Úbeda de 2024. ¡Gracias de nuevo!
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