En la reseña de hoy toca hablar de Neimhaim: Los Hijos de la Nieve y la Tormenta, novela obra de
Aranzazu Serrano Lorenzo (https://twitter.com/as_loren).
Los krannyal y los djendel, habitantes de Neimhaim, tras
haber vivido mucho tiempo separados, han decidido fusionar sus comunidades en
una sola. Dicha unión se verificará con el matrimonio de los hijos de los
líderes de cada clan, la guerrera Ailsa y el sacerdote Saghan, futuros monarcas
del nuevo reino. Pero la unión de los dos pueblos no será fácil, tanto por sus antagónicas culturas como por los misteriosos designios de un dios
desterrado y vengativo.
Neimhaim es una
epopeya moderna con un fuerte componente celta y vikingo como base. Así, se
narran ante el lector la historia del pueblo krannyal y el djendel, y más
concretamente, las gestas y malaventuranzas protagonizadas por sus dos primeros
reyes, Ailsa y Saghan. La épica está más que bien llevada a lo largo de toda la
novela y de forma muy variada: búsquedas y peregrinaciones, duelos singulares,
escaramuzas y batallas campales, honor y venganza, profecías y maldiciones,
dioses caminando entre los mortales, afamadas dinastías, parajes legendarios y
ciudades de ensueño… Todo ello tiene cabida en el relato y de forma bien
implementada, encajando como un gran y cuidado collage. Y es aquí donde se
encuentra la mayor fortaleza y desventaja de Neimhaim: su gran extensión, prueba del exhaustivo trabajo de
Serrano para crear el libro que, por otra parte, se lee despacio. No obstante,
el esfuerzo y la constancia para acabar el volumen bien valen la pena, sobre
todo por la buena estructura de la trama, con una primera mitad más tranquila y
reposada y una segunda más acuciante, trágica y perentoria.
Y otro de los motivos para leer esta obra, además de por lo épico, es
por el buen trabajo realizado en la creación de los personajes. Para empezar,
los protagonistas suponen una interesante inversión de los roles de género en
la literatura fantástica, con una Ailsa tan belicosa como impulsiva y un Saghan
vinculado a la serenidad y al cultivo de las artes médicas. Ambos se hacen
interesantes por la presión que cargan a sus espaldas desde la infancia y el
hecho de que no sean perfectos y cometan errores, de tal manera que es fácil
simpatizar con ellos. Los secundarios son otro gran añadido, tal y como la
mística Erya, por la templanza y decisión que es capaz de mostrar pese a todas
las adversidades que ha sufrido, Gursti como ser digno, honorable y entrañable,
o Nordkinn, por la paciencia y la contemplación con la que elabora sus planes.
La manera en la que intervienen dioses tales como Odín o Hela también están muy
bien llevadas, recordando en cierta medida a obras clásicas como la Ilíada o la Eneida por su manera de influir entre los mortales.
En conclusión, si os gustan las historias llenas de épica,
buenos personajes y cierto sentido trágico de la vida, dadle una oportunidad a Neimhaim. Podéis haceros con este libro
de Fantascy, primero de una saga más extensa que ya cuenta con dos volúmenes,
por un precio de 21´90€, incluyendo entre sus 863 páginas, además de la novela
en sí, algunos extras como mapas e ilustraciones.
Por último, la dedicatoria que me hizo la amable Aranzazu
Serrano durante la Feria del Libro de Madrid de 2018. ¡Gracias de nuevo!
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