lunes, 6 de enero de 2025

La resurrección de Notre Dame, de Salva Rubio y Eduardo Ocaña

En la reseña de hoy toca hablar de La resurrección de Notre Dame: La historia de Viollet-le-Duc, tebeo que tiene por guionista a Salva Rubio (https://www.facebook.com/salvador.rubio) y por dibujante a Eduardo Ocaña (https://x.com/ed_ocana).

 



Corre el año 1842 y, durante el funeral del Duque de Orleans en la catedral de Notre Dame, el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc recibe una importante propuesta: restaurar Notre Dame para evitar que se hunda por el paso de los años y desaparezca esta joya de la humanidad. Semejante proyecto faraónico no será rápido, sencillo o barato y costará no pocos sinsabores… pero se hará.

 

Notre Dame tiene una aureola de misticismo, y no solamente espiritual o religiosa, sino también cultural en general y nacional en lo particular para Francia. Estas tres cuestiones las lleva muy bien al papel Salva Rubio. Y es que el gran desafío artístico y humano que tuvieron por delante Viollet-le-Duc y los suyos no fue para menos: penurias técnicas, económicas, familiares y de prestigio estuvieron continuamente planeando sobre el proyecto, por lo que se transmite con las páginas muy bien el tesón del protagonista a lo largo de los veinte años que llevó la restauración. El contexto histórico se nos va brindando con pinceladas aquí y allá, tal y como con las diferentes destrucciones/modificaciones del templo desde la Edad Media hasta la Revolución Francesa o, ya a mediados del XIX, tal y como con el paulatino ascenso de Napoleón III o la pasional defensa de Víctor Hugo. La figura del protagonista también es clave en el volumen, con un Eugène que es prácticamente autodidacta por el amor que siente hacia el gótico y que, tanto por lo uno como por lo otro, está en muy mala relación con los académicos de Bellas Artes del momento, muy amantes de algo tan antagónico para él como es el neoclasicismo. Sus relaciones con sus compañeros de trabajo no solo le dan un perfil mucho más humano, sino que sirve al lector para ver hasta que punto era y es complejo construir algo tan señero como un catedral.

 

Y en este punto hay que citar el dibujo de Eduardo Ocaña: espectacular en lo que se refiere a recrear, viñeta a viñeta, la catedral de Notre Dame. Y el ilustrador no hace esto en exclusiva con la iglesia tal y como nos lo imaginamos a día de hoy, sino tanto antes de la reconstrucción, durante su remodelación y tras su renovación. Excelente plasmación, por otra parte, del amplio abanico de restauradores: vidrieristas, escultores de reyes y gárgolas, carpinteros de vigas… Da gusto y sensación de realidad ver a estos hombres trabajar. Hombres que, por otra parte, son tan expresivos como los ya vistos en Los cuadernos de Darwin,  aunque con una diferencia: la presencia de Maz! en el coloreado, con un resultado final mejor en mi humilde opinión (y sin desmerecer el de Ocaña en solitario) y con estampas preciosas como la colocación de las cristaleras o el desenlace de la historieta.



En conclusión, si os gusta la arquitectura y todo lo que tenga que ver con las catedrales, dadle una oportunidad a La resurrección de Notre Dame: La historia de Viollet-le-Duc. Podéis haceros con este volumen de las manos de Norma Editorial por un precio de 25€, incluyendo entre sus 88 páginas, además del tebeo en sí, varios extras sobre su proceso de creación.

 

Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el amable Eduardo Ocaña durante el Festival de Cómic Europeo de Úbeda de 2024. ¡Gracias de nuevo!