miércoles, 31 de diciembre de 2014

El Vosque, de Morán y Laurielle – Tomo 4

Aunque con retraso, desde Caballero de Castilla se os desea a todos una Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo. Por otra parte, en la reseña de hoy toca reseñar El Vosque - Naturaleza salvaje, cuarta parte del webcomic y fanzine de Morán y Laurielle (http://elvosque.es/authors/). En caso de que desconozcáis la obra, id al enlace en el que hablo del primer tomo (o del segundo o tercero, si ya sabéis lo sucedido en, respectivamente, El asesino de árboles y Cabezas visibles), para no desvelaros datos de la trama:





Estribano ha ido en busca de su siguiente víctima: Amanda, la intérprete del rey de los humanos. Lo que no sabe el asesino es la sorpresa que le depara la elfa… y no solo a él, sino también a Cirano y a buena parte de los habitantes del reino.


Perdonad esta breve sinopsis, pero realmente no se puede decir mucho más sin estropear la gran sorpresa de este cuarto capítulo. Lo que sí se puede decir es lo bien trazada que ha dejado Morán la historia de Amanda (así como la de otro de los personajes principales de la saga).  Pero a pesar de estas grandes sorpresas, el guionista de la historia sigue proporcionando a los lectores grandes dosis de humor, estando las risas aseguradas, sin faltar por ello momentos salvajes. Otro de los grandes momentos de este volumen reside en un sueño de Flora Minor, por lo surrealista del mismo, sabiendo los autores de la obra hacer escenas inquietantes sin necesariamente hacerlas sangrientas.



Respecto al dibujo, poco que añadir a lo dicho en las anteriores reseñas: Laurielle contribuye tanto al humor como al drama con la expresividad con la que dota a los personajes, con buena plasmación de los combates (brutal la página 11 de este tomo), gran originalidad en el diseño de los personajes…


En conclusión, si os gustaron los anteriores capítulos de El Vosque no dudéis en haceros también con este. La manera de leerlo es la habitual: o gratis como el webcomic que es (aquí el enlace: http://elvosque.es/comic/2058/naturaleza-salvaje) o comprarlo en formato físico, con la ventaja de tener extras exclusivos, como dos historietas inéditas sobre la infancia de Amanda y de Flora, de manos de Ulises Lafuente la primera y de Beatriz Tormo la segunda.

Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo la simpática Laurielle en el tomo cuando este fue presentado en El Mono Araña allá por mayo de 2014. ¡Gracias de nuevo!

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Turo, de Mateo Guerrero - Tomo 1

En la reseña de hoy voy a hablar sobre el primer tomo de Turo, tebeo de Mateo Guerrero (http://mateoguerrero.blogspot.com.es/).


Turo es un cazador de 12 años que vive en un pueblo del bosque de Gadara, bastante alejado de cualquier ciudad. Un día, volviendo de cazar un jabalí, el joven se topa gracias al azar con la elfa Bezay y el humano Richard, aventureros que vuelven de una peligrosa aventura. Tan emocionantes le parecen a Turo las vivencias de esta pareja de espadas de fortuna que se decide por dejar su pueblo y acompañarles hasta su próximo destino, la ciudad de Ystalis. Lo que no saben ni Turo, ni Bezay, ni Richard, es que la misión que llevó a los dos últimos al bosque del primero, está a punto de cambiar no sólo la vida del trío, sino la de todo el mundo.

Mateo Guerrero consigue crear un universo de fantasía que se asimila muy rápido según va pasando las páginas de la obra, aún estando este repleto de magia y seres sobrenaturales, que van desde dragones a fantasmas. Y aún con todo esto, el autor es capaz de hacer sentir al lector varias escenas como muy cercanas, como puede ser con un hijo besando a su padre o con amigos bebiendo y charlando en una taberna. Si bien la historia tiene un tono predominantemente serio y épico en las diferentes aventuras, de vez en cuando aparece algún momento de humor que aligera la trama. La lectura se hace larga en el mejor sentido de la expresión, ya que permite disfrutar mucho con ella, degustándose cada página.


Uno de los grandes puntos del comic se halla en sus personajes. Así, empezando por Turo, se ilustra muy bien como es un chaval de su edad: desenfadado, ilusionado, enérgico (casi hiperactivo), con ganas de conocer mundo... Con Bezay se observa una elfa muy poco habitual, en el sentido de ser muy humana en cuanto al gusto por el dinero y expresar sus sentimientos, aunque no deja ser por ella buena guerrera y maga. Otro interesante personaje es el Capitán Maldonado, antiguo héroe caído en desgracia por sus excesos con el alcohol (interesante moraleja) y que busca la redención. Y esto por citar a tres, ya que entre secundarios y villanos se completa un interesante mosaico. Respecto a los antagonistas, si bien se conoce su objetivo último, no así sus motivos, realzándose así el misterio que pesa sobre ellos.


Respecto al dibujo, destila magia por todos los poros. Ya sea apoyándose en criaturas como ogros o en la mitología de Helos creada para la ocasión, Mateo Guerrero deslumbra a sus lectores. Ya sea con duelos, escaramuzas o grandes batallas, e incluso con persecuciones, el autor sabe  muy bien pasarlas al papel, transmitiendo muy bien la emoción imperante en ellas. Los personajes son fácilmente reconocibles unos de otros, contando cada cual con un diseño muy imaginativo y con gestos muy expresivos (particularmente el protagonista y los otros niños de la obra). Los escenarios tampoco se quedan atrás: castillos, pueblos, ruinas, bosques, templos, tabernas, cloacas... todos quedan magistralmente representados. El colorido de Javi Montes (https://www.facebook.com/javimontes.illustrations.comics) también es espectacular, con una paleta que aporta grandes escenas nocturnas, crepusculares o a la luz del fuego.



En conclusión, si os gustan las historias de aventuras, magia y misterio, dadle una oportunidad al primer tomo de Turo. Os podéis hacer con este volumen de Norma Editorial de dos maneras: la primera, comprarlo individualmente a un precio de 17'00€ (incluyendo en sus 104 páginas los dos primeros capítulos de la saga y algunos extras sobre el proceso de creación de la historieta), o comprarlo junto al segundo tomo en una oferta especial de Norma Editorial, costando así  unos 29'00€, no solo ahorrándose un poco de dinero el lector, sino consiguiendo además un contenedor especial para ambos tomos. De citar algún defecto de la obra sería en lo que respecta a la edición, por haber alguna errata, pero realmente es poco cosa que no impide disfrutar de la lectura.

Por último, la dedicatoria que me hizo Mateo Guerrero en el Expocomic de Madrid de 2014. ¡Gracias de nuevo por tu simpatía!


domingo, 21 de diciembre de 2014

Crónica de Expocomic 2014 – Conclusiones

Esta es la tercera y última parte de las crónicas sobre el Expocomic de Madrid de 2014, siendo esta entrada una continuación de la que hice sobre el viernes 12 de diciembre (http://caballerodecastilla.blogspot.com.es/2014/12/cronica-de-expocomic-2014-viernes.html) y la del sábado 13 de diciembre (http://caballerodecastilla.blogspot.com.es/2014/12/hoy-toca-continuar-con-las-cronicas.html).


Al acabar el sábado terminó también mi andadura por la XVII edición de Expocomic. Lo primero a destacar es el brutal esfuerzo que ha hecho la A.E.A.C. para esta edición: más de cien autores han venido en esta ocasión a la capital española a dedicar sus obras a sus fans. 31.320 visitantes han respondido a este llamamiento. Esto implica un aumento de más de un par de miles de personas en comparación con la edición anterior (con cerca de 28.500), y eso que ha habido un día menos de festival comiquero. ¿La explicación de esto? A pesar de haberse eliminado el jueves de la programación, quizás el hecho de que se vaya dejando de estigmatizar el mundo de los tebeos haya contribuido en algo. De hecho, el mismo aumento se dio en el Expomanga de 2014 con respecto a del 2013.

Así, puede ser que la gente cada vez vaya apreciando más el mundo del comic, tal vez por series de televisión como Big Bang Theory o Arrow, o por películas como Los Vengadores y Guardianes de la Galaxia. Sea cual sea el motivo, es agradable ir viendo cada vez más familias interesadas en el noveno arte, ya sean parejas o padres con hijos, compartiendo unos con otros tan bonita afición. También resulta estimulante que se agoten volúmenes, como es el caso del cuarto número de Dos Espadas o el quinto tomo de El Vosque, ya que estos no dejan de ser literatura, y disfrutar con su lectura es un bien cultural.


Llegados al punto de citar los defectos de esta edición, lo primero que me viene a la mente es el hecho de que los artistas invitados no tuvieran ya sus respectivas acreditaciones, o que Norma Editorial no tuviese muy claro el sistema a seguir en las sesiones de firmas. Llevar a cabo Expocomic supone un esfuerzo colosal, y aunque es comprensible que haya errores o descuidos entre tanta planificación, convendría arreglar estos de cara al futuro. La otra faena de esta XVII edición es que haya coincidido con el Salón del Comic de Zaragoza. Y es que ha sido una auténtica lástima que hayan vuelto a desarrollarse en la misma semana dos grandes eventos, lo cual ha obligado a muchos, autores y aficionados, a escoger entre uno y otro. Ignoro qué motivos han llevado a la celebración paralela… pero lo que está claro es que, para futuras ediciones, esto debe solucionarse con diálogo y acuerdo de ambas partes, ya que el mundo de los tebeos es demasiado bonito como para boicotearlo entre los que lo aman.

Eso respecto a errores. Ahora bien, en lo que respecta a aciertos el evento ha estado muy bien. Ya no es solo que la propia organización y las editoriales hayan traído a tantísimos autores, sino que la creación del Artist Alley de La Isla da un paso adelante en la práctica, aunque la zona de fanzines en cierto modo ya cumplía con esto. Y hablando de fanzines, de un año a esta parte Expocomic ha sabido enmendarse en lo que respecta a los auto-editores, no solo dándoles una ubicación mucho más céntrica, sino incluso charlas en el Escenario junto a autores consagrados. No faltaron tampoco diversas exposiciones sobre las que posar la vista, sumándose a las ya referidas, la de las historietistas españolas desde tiempos de Alfonso XIII hasta la actualidad y las de las artistas israelíes, así como diferentes actividades: videojuegos, karaoke, concurso de cosplay y otras que conglomeran los más diversos entretenimientos para quien quiera probarlos.


En general, en lo que a mí respecta, el evento ha cumplido con mis expectativas, y será un placer asistir a posteriores ediciones.

viernes, 19 de diciembre de 2014

Crónica de Expocomic 2014 – sábado

Hoy toca continuar con las crónicas sobre el Expocomic de Madrid de 2014, concretamente con la del sábado 13 de diciembre (aquí dejó un enlace a la crónica del viernes para quien no la haya leído: http://caballerodecastilla.blogspot.com.es/2014/12/cronica-de-expocomic-2014-viernes.html).


La feria como tal empezaba este día a las 10:00, aunque a los poseedores de pase de prensa les dejaban pasar un poco antes, como descubrí al llegar al lugar. Como de costumbre en esta clase de festivales, había mucha gente haciendo cola: unos para comprar la entrada o adquirir el pase de prensa, y otros para entrar. Cabe destacar que no hubo en este evento las aglomeraciones que se dieron en el Expomanga 2014, con gente que directamente se quedaba sin entrar, siendo de agradecer a la organización saber resolver este gran inconveniente.


En Expocomic hay dos maneras de conseguir firmas: posicionarte ante el stand de cada editorial o tienda, y hacer cola hasta que llegue el autor una vez se abra el recinto es la primera. La segunda es estar haciendo cola desde la madrugada en una cola especial para pedir número  para la sesión de firmas del Escenario del Expocomic. Un servidor optó solo por la segunda, ya que competir con gente que, aún pasando frío, se queda como un poste durante muchas horas (hubo alguna persona que estuvo haciendo esa cola madrugadora desde las 00:00), es demasiado. En su lugar, opte por tomar posiciones ante el stand de Norma Editorial, con la mente puesta en conseguir firmas de Mateo Guerrero y Kenny Ruiz. Aquí de nuevo se iba a formar polémica: si bien los encargados del stand dijeron a eso de las 10:00 que iba a darse número a los asistentes que deseasen dedicatorias, a las 11:00 se dijo que no se usaría ese sistema, sino el de las colas tradicionales. Esta decisión causó no poco engorro, no por hacerse el sistema de una u otra manera, sino por la desinformación imperante. En cualquier caso, el tiempo de espera se hizo más ameno charlando con otros miembros de la cola, entre ellos el guionista Rubén “Mendhel” Solas, que al igual que un servidor, buscaba una dedicatoria del cuarto tomo de Dos Espadas. Un poco después de las 11:00, apareció Mateo Guerrero, disculpándose con la gente que le esperaba por la tardanza, ya que un maratón madrileño le había obligado a tomar un camino más largo en pos de llegar al recinto. Tuve la suerte de ser el primero de esta cola, llevándome dedicado Turo.


A continuación, mi siguiente objetivo se hallaba en la cafetería de Expocomic: Jennifer Giner López, que estaba entregando comissions en la cafetería del Pabellón de Cristal (próximamente su ilustración podrá ser vislumbrada). Luego, me dirigí al stand de Aleta Ediciones para conseguir Julián, obra de Pedro Camello y Gol. No obstante, me tope con un problema: una cola que no tenía visos de ir a avanzar rápido. Debido a que ambos autores firmaban por la tarde también, tome la decisión de ir enredando en otros stands mientras tanto, pues si quedaba allí a la expectativa bien podía llegar tarde a la sesión de firmas de Kenny Ruiz a las 13:00 en Norma Editorial. Decidido esto, retorne al stand de Juego de Tronados para que tanto Sergio Ballester como Ovidio Miguel Maestro me dedicasen el tebeo. Tras echar unas risas con ellos, avance hasta el puesto de El Vosque, bastante ilusionado de no ver a nadie haciendo cola. El chasco me lo lleve cuando vi la columna de comics pendientes que tenían por dedicar. Me preguntaron que si estaría por la tarde, y, tras mi respuesta afirmativa, me dijeron que me pasase más adelante a por los tomos de El Vosque que había adquirido (la transacción, por ser solo en monedas, vino como agua de mayo a Morán y Laurielle, que se habían quedado sin cambio). Digo tomos en plural, ya que si bien el quinto lo cogí para mí, también adquirí el primero y el segundo para regalar a posteriori.

Tras esto llegué al stand de Norma a las 12:20 para hacer cola, con tan buena suerte que la plantilla de Revista Inari también estaba allí, pudiendo hacer cola junto a Kaoru Okino y hablar con ella de temas tan diversos como el asesinato del General Prim y las películas de Alien. Llegadas ya las 13:00, Kenny Ruiz,  junto a Fernando López (que daba color a los dibujos del primero en las dedicatorias), pasaron a dedicarme el cuarto número de Dos Espadas. Pude presenciar como Kenny Ruiz, con su simpatía y gracejo habitual, conocía por primera vez a Kaoru Okino, ya que nunca la había visto en persona y ni aún conocía el rostro de esta artista madrileña. Según conversábamos, oímos comunicar a uno de los responsables del stand de Norma que acababa de agotarse el cuarto número de Dos Espadas. Kenny Ruiz, con cara de incredulidad, alcanzó a decir “¿Eso es bueno, no?”. Y no era para menos: había mucha gente esperando a que se le dedicara la saga basada en el Siglo de Oro, hasta tal punto de si bien su sesión de firmas era de 13:00 a 14:00, la alargó más de una hora, es decir, más allá de las 15:00 para contentar a su fanaticada.


Ya con nuestros respectivos tomos nº 4 dedicados, Kaoru Okino y un servidor se reunieron con el personal que hace posible la estupenda publicación de Inari, el cual andaba en aquellos momentos inmerso en una entrevista al dibujante Rafater, en las inmediaciones de la cafetería del Pabellón de Cristal. Terminada aquella entrevista (estaos atentos a Inari si queréis leerla: http://revistainari.blogspot.com.es/), comeríamos todos juntos. Aprovecho para agradecer a tan buena gente que no me tuviera por un intruso y que se me diera la acogida de uno más del grupo.


Tras la comida, los representantes de Inari y Caballero de Castilla se dirigieron a su próximo objetivo, que la suerte había querido que fuera el mismo: Fandogamia. Allí iba yo para que Wakana Sakamoto me dedicase el Fanbook de Bakemono, lo cual haría a las 15:00. En este punto los chicos de Inari, pasado un rato, tomaron rumbo al stand de FTW!, despidiéndonos hasta la próxima. No obstante, como aún quedaba media hora para que se personara allí Wakana, Mendhel me recomendó darme una vuelta entre tanto, asegurándome él el puesto para la autora.

Aproveche entonces para ver una de las exposiciones del evento, la dedicada a Teresa Valero, conteniendo aquella magnífica muestra  lo mismo ilustraciones que páginas de comics, apareciendo personalmente como una de mis favoritas la lamina que homenajea a Amelia Eckhart.



Mientras estaba allí también conocí la empresa Heriss, la cual realizó el estupendo cosplay de Doctor Extraño cuya foto dejo tras este párrafo, ya que se dedican profesionalmente a la creación de vestuario para películas, festivales o celebraciones de distintas temáticas. Aquí dejo su web para quien pueda estar interesado: http://niduscorvi.blogspot.com.es/


Tras esto, decidí acercarme por primera vez a La Isla, el Artist Alley de Expocomic (conjunto de artistas que se reúnen para dedicar sus obras a los aficionados e incluso aceptar encargos personalizados y vender productos solo adquiribles en este tipo de ocasiones, como posters o sketchbooks). Era la primera vez que se hacía esto en Madrid, pareciendo que esta tendencia ya se va asentando en España, como además del caso de la capital muestran los de los salones de Barcelona y León. Me acerque hasta la mesa de Nacho Arranz, el cual, tras dibujar en uno de sus sketchbook una preciosa Daenerys Targaryen, como ya hiciera antes Ricardo Machuca, me dedicó Mastodonte, comentándome entre tanto que para él el Artist Alley estaba siendo espectacular (tanto trabajo tenía dibujando y dedicando que en todo el día solo pudo abandonar la silla un momento, y fue para ir al baño), así como una experiencia muy grata también para varios compañeros suyos.


Una vez hecho esto, regresé al stand de Fandogamia, donde además de conocer a la encantadora Wakana Sakamoto mientras me dedicaba el Fanbook de Bakemono,  también tuve la oportunidad de conocer a Raúl Sierra García (http://portfoliodeldibujante.blogspot.com.es/2014/12/conicas-del-expocomic-2014-i.html), que junto con el clásico Manu G, formaban una excelente plantilla de dibujantes de la cada vez más pujante y notoria editorial de Fandogamia, cabiendo felicitar a la empresa por el estupendo trabajo realizado, y no sólo en Expocomic, sino también y al mismo tiempo, en el Salón del Comic de Zaragoza.


Tras esto, me encaminé hasta Astiberri para que Emma Ríos me dedicase Bella Muerte, pensando que, debido a que aún quedaban 45 minutos para que empezase su sesión de firmas, me tocaría ser el primero.  Error: ya había delante de mi 8 o 9 personas (no lo recuerdo exactamente). Armándome de paciencia, me puse a hacer tan poco halagüeña cola. Poco halagüeña porque, aunque siendo de 16:30 a 18:00 el tiempo que iba a estar en el stand Emma Ríos, dada la cantidad de gente delante de mí bien podía quedarme sin firma, ya que después de las 18:00 tenía la autora pontevedresa tenía que ir si o si a la sesión de firmas del Escenario (la que cuyos números se conseguían madrugando). La espera se hizo más llevadera hablando con la gente de la cola, entre los que se hallaba Alejandro C. Brook (miembro del equipo del estupendo blog Ramen Para Dos: http://ramenparados.blogspot.com.es/); nuevamente, el rato se hizo ameno y entretenido gracias a pasarlo con gente con la que compartes una afición. Con la llegada de Emma Ríos la cola empezó a avanzar, aunque también a hacerse más larga, ya que siguió llegando más gente. Brook me dejo su tomo de Bella Muerte para que si pudiera ser se lo dedicara Emma Ríos, ya que el deber le llamaba (había de hacerle una entrevista a Kenny Ruiz). Finalmente llegó mi turno (el noveno o décimo) a las 17:45, cuando el hombre que tenía detrás me pidió a modo de favor que le cediera el puesto, ya que había de irse rápidamente al Escenario por tener número. Venció en mi pugna interior el Quijote al Lazarillo y se lo cedí. Finalmente, en algún punto entre las 17:50 y las 17:55 tocó ya al que estas líneas escribe ver cómo le dedicaban Bella Muerte, y de paso el tomo de Brook, ya que a su primorosa autora no le importo en absoluto; cabe mencionar en este punto que, debido a que el tebeo tenía las hojas muy finas, Emma Ríos hacía dibujos sencillos en la portadilla interior, haciendo dibujos más elaborados además si el fan de turno le entregaba una lámina.


Hecho esto, ya pasaron a ser las 18:00, aunque como supe más adelante, las firmas en el Escenario se retrasaron 20 minutos por alargarse más de la cuenta la anterior actividad de aquella ubicación. Por ello, Emma Ríos (y un cercanísimo David Rubín), siguieron firmando un rato más. A destacar el mimo de esta autora y Astiberri por su público, ya que la editorial, además de dar una muestra con las primeras páginas de la obra Las meninas de Javier Olivares para que los que hacían cola estuvieran entretenidos, guardaron la vez para que, tras firmar a la gente del Escenario, los que hacían cola ante el stand de la editorial pudieran llevarse sus obras firmadas.


Si bien ya el cansancio iba haciendo mella en mí, no cejé y fui al stand de Aleta, ya que allí se les había hecho un hueco a los autores de la editorial Grapa! Para que firmarán. Por ello, hice nuevamente cola para Pedro Camello y Gol, ya que quería que me dedicasen  Julián. Era el tercero, pero en breve pase a ser segundo. Cuál sería mi sorpresa al saber que ante mi estaba Jolan, escritor del magnífico blog Adalides (http://adalides.blogspot.com.es/). Cuento como fue el encuentro: mientras a él le dedicaba Pedro Camello Guido el Negro, opte por pedirle a Gol que fuera firmando Julián; al terminar de hacer esto, el guionista acercó mi tomo al dibujante (perdóname Jolan por haberme “colado”). En aquel momento, Pedro Camello me reconoció como el articulista de Caballero de Castilla, cosa que desembocó en que Jolan también me reconociera, por lo que no tardó en saludarme y presentarse. Es curioso pensar que si Gol no me hubiera colado antes que Jolan jamás le hubiera desvirtualizado…
Ya con Julián dedicado, me moví ligeramente a la izquierda, para colocarme a la cola de Rafael Ruiz Dávila y Nacho Tenorio, los autores de 1900. Mientras esperaba (esta vez era el segundo) a mi turno, Alejandro C. Brook pasó a mi lado y aproveche para darle su comic, no dejando de dar grandes muestras de agradecimiento por ello, hecho lo cual me informó del ya mencionado retraso de 20 minutos del Escenario.  Tras despedirme de Alejandro y ya concluida la firma del chico de delante de mí, llego mi turno para que me fuera dedicado 1900. Entre tanto, paso una cosa que me hizo mucha ilusión: Pedro Camello, antes de irse de Aleta, me regaló su tebeo de Martín Alvárez. Me quedé estupefacto ante tan gran acto de generosidad, ya que el autor, sabiendo que no me compraba ni este tomo ni el segundo de Guido el Negro por ir a usar los pocos euros que me quedaban en 1900 y en No Lands, me quiso hacer tan liberal regalo, agradeciéndome de paso haber reseñado la segunda parte de Cruz Negra. Incluso me lo firmó a pesar de estar a punto de irse con un “¡¡Para el amigo Santiago!!”. Solo puedo acertar a decir lo siguiente: un tipo genial.

Tras que los geniales  Rafael Ruiz Dávila y Nacho Tenorio me dedicasen 1900, me desplacé hasta el stand de enfrente: No Lands. Allí compré la saga de Pedro R. M. Andreo y Xabi Gastelu: Aartha: Chronicles of No Lands.  


Tras esto me quedaban dos cosas por hacer antes de retirarme al hogar: recoger los tomos de El Vosque dedicados era la primera, teniendo la buena suerte de encontrarme junto a Morán y Laurille a Carlos Aza, autor al que aproveché a saludar. Estando el stand de FTW! allí al lado, también aproveche a saludar a EvilPollo y a Ransil. Lo segundo que me quedaba por hacer era echar un vistazo general a lugar, aprovechando para degustar con la vista la exposición dedicada a Flash Gordon, así como las tiendas que todavía no había contemplado aún.




Y este fue mi paso el sábado por Expocomic de 2014, casi sin parar quieto de la cantidad de actividades que había que hacer. Pronto mis conclusiones sobre el evento en general (http://caballerodecastilla.blogspot.com.es/2014/12/cronica-de-expocomic-2014-conclusiones.html).

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Crónica de Expocomic 2014 – viernes

Hoy toca empezar una triada de artículos dedicados a mi paso por el Expocomic de Madrid de 2014, destacando esta edición frente a las precedentes por no tener lugar jueves, viernes, sábado y domingo, sino solamente los tres últimos días de la semana.


La visita al recinto ferial de la Casa de Campo del viernes empezó, por lo que a un servidor respecta, un poco después de las 11:00, y como no podía ser de otra forma, en la cola para taquilla. Llegados a este punto debo agradecer nuevamente a la organización de la A.E.A.C. que me concediera pase de prensa. Volviendo al asunto de la cola, tuve la buena suerte de encontrarme en ella con la escritora Nari Springfield, redactora de la estupenda revista Inari (pinchad en el siguiente enlace para echarle un ojo al último número de esta: http://revistainari.blogspot.com.es/2014/12/inari-n9.html), con lo que la espera se hizo mucho más amena y entretenida mientras hablábamos un poco de todo. Ya cogiendo la acreditación, justo antes de entrar, pude ver con mis propios ojos cierta polémica que iba a dar de que hablar más adelante: Vicente Cifuentes y Sergio Bleda (dibujantes invitados al evento) tenían que estar también haciendo cola para recoger su acreditación. ¿El problema? Que ya tendrían que estar firmando desde las 11:00, impacientándose los fans que acabaron esperando algo más de una hora hasta que se personaron en el stand de Aleta Ediciones, que es donde les tocaba firmar.

Tras entrar junto a la señorita Springfield en el evento y deambular y explorar un rato por el Pabellón de Cristal, llegamos cada uno a nuestro respectivo objetivo, que casualmente estaban el uno frente al otro: No Lands por su parte y Aleta Ediciones por la mía, posicionándome en la cola de Sergio Bleda, donde me tocó ser el tercero. Entre que llegaban Bleda y Cifuentes, me puse a charlar con la gente de la cola, concretamente con una joven riojana y otra gaditana, sorprendiéndome del poder de convocatoria del evento, que atraía a la capital española gentes de puntos tan distantes de la geografía nacional. Un poco después de las 12:00, llegaron finalmente Cifuentes y Bleda, poniéndose rápidamente manos a la obra. Pasado un rato ya me tocó el turno, dedicándome un jovial Sergio Bleda “El baile del vampiro” y “Duérmete, niña”.




Conseguido los objetivos de Aleta, me encamine hacia Dibbuks, ya que estaba allí dedicando Ricardo Machuca, y deseaba que me firmase Mastodonte (obra que conocí tras leer la reseña de Kuroi en el blog Morphallaxis). Y… volvía a ser el tercero. Durante la nueva espera, pude comprobar que el viernes en este tipo de eventos suelen ser los más tranquilos, con menor número de gente que en el fin de semana, aprovechando los visitantes para hacerse con comics descatalogados o de oferta, así como para ir ya consiguiendo firmas y dedicatorias por parte de los primeros dibujantes en acudir a la feria. Pasada la espera, me dedicó ese cadáver exquisito que es Mastodonte un más que majo Ricardo Machuca, aprovechando entre tanto el que esto escribe también para agradecer al personal de Dibbuks que rescatará la conclusión de Curiosity Shop para que los españoles pudiésemos disfrutar con su lectura.


Hecho esto, me dirigí a uno de los puestos de fanzines, concretamente al de Juego de Tronados, para adquirir el cuarto y último tomo de la parodia (aunque no suelo ser muy aficionado a ellas, hay que admitir que está me ha hecho reír mucho). Aproveche el rato para comer un bocadillo y para charlar con Sergio Ballester y Juan Álvarez sobre lo fuertemente cargada de autores que venía esta edición de Expocomic, así como para interrogarles en qué proyectos estaba embarcado cada uno: Álvarez me dijo que andaba con Solo y Ballester viendo si se dedicaba a una nueva parodia o a una obra original, a lo que yo respondí casi al instante que lo segundo mejor, tanto para que no le encasillasen solo en lo paródico y por tener interés en una obra total y originalmente suya. Si bien compré el cuarto tomo, decidí esperar al día siguiente para que me lo dedicaran, entre otras cosas para así contar con un dibujo de Ovidio Miguel Maestro, que no estaba todavía en Madrid.

Errando, al poco me topé con el stand del Posabirras del Mal, aprovechando el encuentro para que Jorge Lewis me dedicase Terra de Meigas, así como para que Ulises Lafuente me dedicase los tomos primero y segundo de Art 88/46, así como el Concept Art de la obra, la cual el autor tuvo a bien regalármela por haber comprado tanto el tomo 1 como el 2.

Dedicatoria del tomo 1 de Art 88/46,

Tras esto y tomar alguna que otra foto de los asistentes, ya fueran de paisano indagado entre lo ofertado de cada stand o caracterizados de personajes con sus cosplay, me encaminé hacia la Universidad, ya que tenía clase por la tarde (la obligación antes que la devoción). En general me llevé una buena sensación sobre el primer día de Expocomic, antojándose que el día siguiente iba a ser un no parar de todas las sesiones de firmas que iba a haber (crónica del sábado en el siguiente enlace: http://caballerodecastilla.blogspot.com.es/2014/12/hoy-toca-continuar-con-las-cronicas.html).


miércoles, 10 de diciembre de 2014

Dos Espadas, de Kenny Ruiz – Tomo 3

En la reseña de hoy voy a hablar sobre la tercera parte de Dos Espadas, el tebeo de Kenny Ruiz (http://www.kennyruiz.com/). Si no has leído el primero o el segundo de sus volúmenes, en vez de seguir con esta reseña, ve a las que hice de ellos, a fin de no desvelarte datos importantes del argumento.




El Torneo del Emperador ha llegado hasta el hogar de Cira Dos Espadas. Gracias a la intercesión de Esthel Vachelard, la espadachina pelirroja podrá participar en dicha competición contra otros siete guerreros. La victoria le permitirá convertirse en Espada del Emperador, e incluso darse a conocer entre clientes que necesiten alquilar sus combativas habilidades. Pero al margen de la emoción que levanta el Torneo, se están produciendo movimientos entre  las sombras de la Escuela Unicornia: Naga está al acecho y a punto de cumplir sus anhelos.

Kenny Ruiz ya había logrado su objetivo de crear un comic con la cultura europea muy similar en espíritu a los mangas japoneses, como ha podido verse hasta ahora con el ansía de superación que impregnaba a Cira. Pero con el Torneo del Emperador llega todavía más alto: en el mejor estilo de series como Dragon Ball, cada participante tiene una personalidad muy fuerte, marcada tanto por su forma de comportarse como por su atuendo, el cual indica su procedencia. Así, además de la propia Cira, hay un conquistador, un bereber, un caballero, un húsar, un inquisidor, una veneciana y un cuentacuentos. En lo que respecta al modo de llevarse los combates, tiene un servidor sentimientos enfrentados: al ser todos al mismo tiempo, la acción para el lector es vertiginosa y emocionante, dejando varios combates en el mejor momento para dar paso a otros; pero desde el punto de vista del Torneo, parece un poco precipitado realizar todos los enfrentamientos de la primera ronda al mismo tiempo, pues los posibles clientes en busca de habilidades asesinas no tienen casi tiempo de juzgar cual de los esgrimistas les viene mejor para resolver sus problemas. Sea como fuere, el resultado es, en una palabra, ÉPICO.


En lo que respecta a personajes ya conocidos, la primera sorpresa ya se da en el primer capítulo de este tercer tomo: ¡Dago sigue vivo! Aquí, de nuevo, sentimientos enfrentados: la escena final de El Perro en el segundo tomo era tremenda, pero… hay que reconocer que hubiese sido una pena perder tan pronto a un personaje de tanto potencial. Esthel también merece atraer la atención de los lectores, ya que tras su combate con Dago quedó tuerta, o “tullida” (en lo que respecta a luchar) como ella misma se denomina, siendo este cambio también interesantísimo, así como la metamorfosis que experimenta su relación con Cira. Cabe destacar que tanto con Dago como con Esthel vemos otro rasgo muy distintivo de Dragon Ball: la unión de antiguos rivales al círculo del protagonista, primando el perdón sobre el rencor hacia ellos. Otro gran punto de este tomo es que ya se ve hacia donde se encaminan los planes de Naga, dando aquí otra sorpresa la saga de Dos Espadas: pasa de trilogía a tetralogía, puesto que los editores han dejado a Ruíz explayarse otro tomo, a fin de no darle un final atropellado a la serie.

Respecto al dibujo de Kenny Ruiz,  poco se puede decir en este blog que no se haya dicho ya: luchas muy bien coreografiadas, personajes muy expresivos, situaciones humorísticas incrementadas por lo divertido del gesto y la actitud de los personajes (ya que humor a este tomo tampoco le falta)… Vuelve a brillar el ejercicio de documentación por parte del autor, al ver que vestimenta y armas lleva cada distinto tipo de duelista según su cultura. ¿De criticar algo en este punto? Si acaso que en el combate que tiene André (personaje hasta ahora secundario que adquiere bastante notoriedad en este número),  que el joven lanza la pelliza que viste a lo lejos, como si fuera un estorbo para combatir, cuando los húsares no solo acudían con ellas al cuerpo a cuerpo, sino que las usaban para protegerse de tajos enemigos. No puede dejarse este apartado sin mencionar la Blog Sword: para decidir al octavo espadachín del Torneo, Kenny Ruiz recurrió a un concurso en el que cualquier dibujante podía crear un candidato. El caso es que al concurso se presentaron más de 90 personas, y aunque solo hubo un ganador como tal (Griot el cuentacuentos, de Fernando López Casado {http://fer-threepwood.blogspot.com.es/}), el creador de Cira, dado la gran imaginación de los concursantes, decidió homenajear a tantos como pudiese a modo de extras en las páginas del tebeo.


En conclusión, si os gustaron los anteriores tomos de Dos Espadas, no dudéis en haceros con este. Podéis adquirir este comic de Norma Editorial (que rescató la saga tras el derrumbe de EDT) por un precio de 8€, conteniendo unas 183 páginas entre las que se incluyen algunos extras, como algunas notas históricas y otras sobre la creación de los personajes. A continuación dejó un enlace en donde podéis leer algunas de las primeras páginas de la obra: http://www.normaeditorial.com/ficha/012840003/dos-espadas-3/

Por último, la dedicatoria que dibujó Kenny Ruiz y entintó Fernando López Casado en mi tomo en la librería Delirio de Móstoles en junio de 2014. ¡Gracias de nuevo por vuestra amabilidad!

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Curiosity Shop, de Teresa Valero y Montse Martín – Tomo 3

En la reseña voy a hablar sobre la tercera y última parte de la trilogía de Curiosity Shop: 1915 - La moratoria, teniendo este comic por guionista a Teresa Valero (http://teresavalero-perpetuummobile.blogspot.com.es/) y por dibujante a Montse Martín (https://www.facebook.com/montserrat.martinjuarez). Si no habéis leído los tomos primero o segundo, en vez de continuar con esta reseña, id a las que os dejo a continuación, a fin de no desvelar datos de la trama:




Max y Luna han conseguido escapar de Valsapena y Zarco… pero solo de momento, ya que el italiano y el checo se preparan para seguirlas y recuperar los tesoros visigóticos. Pero estos tesoros pueden verse ensombrecidos por una reliquia aún más antigua y valiosa: la Mesa de Salomón, el artefacto sagrado que además de conceder el conocimiento sobre pasado, presente y futuro, permite hablar con Dios. Pero, ¿la Mesa existe o es solo un mito? Sea como fuere, ambos bandos enfrentados están dispuestos a hacerse con ella a costa del otro.

Con este tomo concluye la saga de Curiosity Shop, dejando el sabor amargo de las despedidas en el paladar de los lectores, por no volver a saber de las andanzas de los grandes personajes que pululan por entre las páginas de este tebeo. Y no es una exageración, ya que da bastante lástima no saber que va a ser de personajes tan interesantes como Max Prado, la cual ha ido madurando desde el primer tomo, ya no siendo más una niña, sabiendo desenvolverse por el mundo y siendo cada vez más adulta y pícara, como prueba la sensacional jugada del narcótico en este volumen; también es muy importante el retrato final de Valsapena, el villano recurrente de la saga, desapareciendo definitivamente en este tercer número todo el glamour de la vida mafiosa que le impregnaba, quedando ya retratado tal y como es. Luna y Zarco también tienen un más que buen desarrollo a lo largo de la conclusión de la saga, dejando en concreto el segundo una ventana a la esperanza y a la aventura al mismo tiempo (brutal el dialogo final que tiene el checo con Valsapena), mientras que la primera abre una puerta  nueva dentro de Curiosity Shop: la de lo sobrenatural; esto, que en un principio había dejado un poco descolocado a un servidor por ser hasta ese momento la obra realista por su verosimilitud, hay que reconocer que tampoco queda precisamente mal, más bien al contrario, sobre todo si deja a los lectores una splash page tan jugosa como las de las páginas 36-37, la cual da para tema de conversación aparte. Tampoco puede olvidarse que ya se descubre quien era La Sirena, resolviendo Teresa Valero también muy acertadamente este punto, dando otra gran sorpresa a los seguidores de la saga.

Pero, por si fuera poco, Curiosity Shop no solo se nutre de grandes personajes. También sigue contando la Historia: costumbrismo español de los primeros años del siglo XX, conviviendo tecnología y tradición, como con la divertida escena del coche y el burro, así como nuevas pinceladas de la Primera Guerra Mundial en el entorno español, ya sea con parroquianos comentando la traición de Italia a Austro-Hungría al pasarse la primera al bando de los Aliados, o con Valle-Inclán viajando hasta las trincheras francesas como corresponsal de guerra para El Imparcial. Tampoco puede faltar en este retrato la religiosidad española, con la interesante subtrama de Los Doce Apóstoles, o con el recuerdo de los sefardíes, que guardan todavía las llaves de sus casas esperando volver algún día (siendo este precisamente el símbolo de la saga). No falta tampoco la intrahistoria, enseñando como se ganaba la gente la vida en 1915: arrieros, médicos, hosteleros, así como el envilecido submundo criminal, con lugares tan sórdidos como los fumaderos de opio.


Respecto al dibujo, Montse Martín (conjunto a Gabor en el coloreado) refleja muy bien lo ya comentado del guión, en lo que respecta a escenas tranquilas y cotidianas, como con lo que sucede en el vagón de un tren durante los viajes o con las estancias en hoteles, así como con las escenas llenas de acción, no faltando persecuciones y enfrentamientos a puñetazos. Mención especial a la genial plasmación de la España de la época, con localizaciones como el recurrente Café del Gato en Madrid, o de nuevo cuño en el tebeo, como con Arjona y Granada, con una espectacular Alhambra, así como con el vestuario de los personajes, que retrotrae a épocas pasadas, tanto en lo que a paisanos como a médicos y sacerdotes se refiere. De los personajes se puede decir que sus gestos reflejan muy bien su personalidad, ya sea con candidez por parte de Max o vileza por parte de Valsapena.    


En conclusión, que si os gustaron los dos tomos anteriores de Curiosity Shop no dudéis en haceros con este también. Hay que agradecer a la editorial Dibbuks que rescatara el final de la serie, ya que tras el descalabro de EDT, bien podríamos los españoles no haberla visto concluir; así, se puede adquirir el comic por un precio de 14€, conteniendo este un total de 48 páginas.

Por último, las dedicatorias que me hicieron en el tomo Teresa Valero y Montse Martín, respectivamente, de abajo a arriba, durante la Feria del Libro de Madrid de 2014. ¡Gracias de nuevo a ambas por vuestra simpatía! (nota: Montse Martín también me hizo un dibujo, pero este de momento no debe ver la luz… no, al menos, hasta que llegue el momento preciso).

miércoles, 26 de noviembre de 2014

1936: La batalla de Madrid, de Rafael Jiménez y José Antonio Sollero

En la reseña de hoy voy a hablar sobre 1936: La batalla de Madrid, comic que cuenta al guión con Rafael Jiménez (https://www.facebook.com/rafael.jimenezsanchez.3) y para el dibujo con José Antonio Sollero (https://www.facebook.com/joseantonio.sollerolopez?fref=ts).


¿Qué hubiera pasado si, al estallar la Guerra Civil española, ambos bandos en liza hubieran contado entre sus filas con superhéroes, mutantes y magos? Pues 1936: La batalla de Madrid, indaga en ello. Es noviembre de 1936, y el ejército nacional avanza sobre Madrid para conquistarla, mientras que los madrileños y el ejército republicano se aprestan para defender la capital de España, habiendo en cada lado soldados con poderes sobrehumanos. Los políticos republicanos han abandonado a su suerte Madrid, creyendo estos imposible mantenerla… pero el comisario republicano Saeta no está dispuesto a dejar en la estacada a los ciudadanos. ¿Seguirá el ejército nacional su hasta ahora imparable avance o será frenado por el ejército republicano?

Este tebeo parte de tener que tratar un tema tan polémico como la Guerra Civil española, con las ampollas que esto podría ocasionar. No obstante, la óptica que han tomado los autores del tebeo es la mejor que podían haber tomado: la neutral. Y es que esta obra recuerda a La Iliada y a La Araucana en el sentido de que no hay ni buenos ni malos, puesto que hay héroes y villanos en ambos bandos del conflicto. Así, por ejemplo, se indaga en el lado más siniestro de ambos bandos, como con los bombardeos de los aviones alemanes sobre Madrid (para ver el efecto que tenían sobre los civiles, ya que estaban, al igual que los rusos, aprovechando  la guerra en España como campo de pruebas para la Segunda Guerra Mundial), o las sacas y fusilamientos de los presos políticos por parte del Frente Popular. No faltan, por otra parte, actos heroicos: la lucha en las barricadas, con hombres tan distintos como pueden ser Saeta por el bando republicano o Alcázar como representante del bando nacional muchas veces enfrentándose a enemigos superiores a ellos, hace ver que en cada facción hubo de todo. Muchos personajes cuentan con una biografías a sus espaldas, atrayendo así más simpatías por parte de los lectores, aunque para verlas hay que meterse en la página web de la historieta: http://1936comic.blogspot.com.es/p/personajes.html


Por supuesto, no puede evitarse hablar sobre la originalidad del método de contar la Guerra Civil con elementos del mundo superheroico. Ya en la primera página de la obra puede verse esto, con el famoso cartel que parafrasea a los franceses durante la batalla de Verdún (1916) con su “No pasarán” izado por, ni más ni menos que ¡dos hadas con uniforme militar! Así, ya de primeras, el lector ve que no se trata de una historia de la Guerra Civil al uso, mezclándose personajes históricos, como pueden ser los generales Miaja (hombre leal a la república que permanece en Madrid aun habiendo sido está abandonada por los políticos del Frente Popular) y Mola (“Director” de la sublevación), con otros ficticios, como Tiznao, robot antiaéreo de los gubernamentales, y Cruzado, mago Gran Maestre de la Orden de Santiago que se une a los rebeldes tras el saqueo del Monasterio de Uclés, lo cual demuestra una gran labor tanto en lo que a documentación como a imaginación se refiere.

Respecto al dibujo, José Antonio Sollero sabe representar muy bien escenas bélicas, ya se ilustren combates aéreos entre aviones y metahumanos o luchas despiadadas en las barricadas entre lluvia y barro. Quizás de lo que se puede culpar al apartado gráfico es de no poderse distinguir en alguna ocasión a los soldados ordinarios de un bando y otro, salvo que se sea conocedor de la Historia. Lo que un servidor recomendaría es una serie de diferencias históricas claves y bien visibles, como que los republicanos lleven estrellas rojas y de 5 puntas, frente a los nacionales, que las llevaban amarillas y de 6 puntas, así como cascos y gorros cuarteleros sin borla para los gubernamentales y menos cascos (ya que hicieron poco uso de ellos) y gorros cuarteleros con borla para los rebeldes, amén de estandartes para unos y otros. Eso sí, esto para los ordinarios, pues las tropas de elite, como los Regulares de Melilla o las Brigadas Internacionales sí que son fácilmente reconocibles. Ya deteniéndose en el aspecto individual de los personajes, vuelve a destacar la imaginación a la hora de plasmarlos sobre el papel, por la gran cantidad de superhéroes que aparecen en la trama, gozando tanto ellos como los simples mortales de una gran expresividad, reflejándose muy bien sentimientos como la bravura, la alegría, el miedo o la desesperación.


En conclusión, si os gustan los comics bélicos, de superhéroes y que hacen curiosas vueltas de tuerca, dadle una oportunidad a 1936: La batalla de Madrid. Podéis haceros con este tebeo por un precio de 9,95€, incluyendo entre sus 64 páginas extras como un prólogo de El Torres y un epilogo donde se explican datos de la guerra para que queden más claros a los que se estén iniciando en ella. Como curiosidad decir que la primera edición salió por crowdfunding, gracias al mecenazgo de numerosos particulares, pero, tras el gran éxito que tuvo, pasó a ser impresa en una segunda edición por la editorial Bookadillo, estando ahora disponible en tiendas.

Por último, la dedicatoria que me hicieron los más que majos Rafael Jiménez y José Antonio Sollero en el Fnac de Callao el sábado 22 de noviembre, cuando presentaban su obra en Madrid. ¡Gracias de nuevo!