miércoles, 31 de mayo de 2017

Iron Shoes, de Daniel Parra, Rafael Lindem y Andrés Garrido

En la reseña de hoy toca hablar de Iron Shoes, tebeo que cuenta al guión con Daniel Parra (http://ironshoescomicsaga.blogspot.com.es/) y Rafael Lindem (http://rafaellindem.blogspot.com.es/) y al dibujo con Andrés Garrido (https://www.facebook.com/andres.garridomartin).


En una Inglaterra futurista y oscura, Ronny es una niña que sobrevive día a día tanto a un padre alcohólico como al racismo. Un buen día, conoce Balthasar, joven enfermizo de más o menos su edad, y traba amistad con él. Con el tiempo, Ronny confía a su amigo su plan maestro: buscar un lugar alejado de la violencia y los agentes químicos de las guerras para vivir en él.

Si bien esta obra ya empieza con una premisa oscura, no es hasta la sexta página de la historieta cuando el lector se da cuenta de hasta qué punto: en el colegio Ronny está leyendo un libro, con el sello gubernamental de la Alianza Occidental y titulado Cómo ser mamá con trece años. Y eso como una simple muestra, puesto que el mundo de Iron Shoes es terriblemente despiadado: abusos, guerras, miseria… La sensación de angustia y desolación están muy bien conseguidas, con un marco adverso muy logrado. Sin embargo, dentro de él también hay un hueco para la esperanza, personificado este a través de Ronny y Balthasar, cuya amistad se hace tan real como entrañable. Son estos dos, junto con Theodore (el abuelo del segundo) los personajes con los que más fácil es simpatizar: machacados por los tiempos tan aciagos que les han tocado, pero dispuestos a seguir delante de una forma u otra y, en el caso de los dos niños, dispuestos a vivir una aventura enorme hacia un destino tan recóndito como lejano. Tampoco se puede olvidar al villano más visible del tomo, Marion Giamatti, que pese a ser bastante enojoso y desagradable, se llega a sentir lástima por él gracias a la buena labor de los guionistas.


Respecto al dibujo, Andrés Garrido aporta al tomo el mismo estilo violento y descarnado que ya ofreció en Onus, pero evolucionado y perfeccionado. Así, este dibujante demuestra una vez más su buen hacer en lo que a ciencia ficción se refiere, tal y como se puede ver en la miríada de transportes y máquinas futuristas. Por otra parte, Garrido sabe conferir a las viñetas del tomo un aire decadente y viciado que complementa perfectamente al guión, más si cabe con su gran uso de blancos, negros y grises. Las secuencias de acción, si bien con algunos desmembramientos bastante hiperbólicos, están por lo general muy bien llevadas a cabo, ya estén integradas por persecuciones motorizadas, tiroteos e incluso batallas campales. Por destacar algo, sobre todo por su contraste con la tónica general del comic, las escenas de Ronny y Balthasar, por su cercanía y cordialidad.


En conclusión, si queréis una historia de ciencia ficción llena aventuras y desventuras, con un mundo sombrío pero en el que todavía hay esperanza, dadle una oportunidad a Iron Shoes. Podéis haceros con este tebeo de 64 páginas de la editorial Cazador de Ratas que deja con muchas ganas de una continuación por un precio de 9,50€. Si queréis saber más del universo de Iron Shoes y de su rico trasfondo, echad un ojo en su web de forma totalmente gratuita: http://ironshoescomicsaga.blogspot.com.es/.


Por último, la dedicatoria que me dibujó en el tomo Andrés Garrido durante la Feria del Libro de Madrid de 2017. ¡Gracias de nuevo por tu amabilidad!

miércoles, 24 de mayo de 2017

Hoy es un buen día para morir, de Colo

En la reseña de hoy toca hablar de Hoy es un buen día para morir, tebeo obra de Jesús Colomina “Colo” (https://www.facebook.com/jesus.c.orgaz).


Durante una de sus investigaciones en el Ártico, la compañía farmacéutica Rex Lab ha encontrado congelado un virus prehistórico. Este, bautizado como “Mal de la Tristeza”, provoca en sus víctimas una brutal depresión que acabará terminando con sus vidas. Con gran inconsciencia, la empresa propagará el virus en determinados puntos del planeta con las miras puestas en enriquecerse con sus vacunas. Lejos están los directivos de Rex Lab de saber que van a desatar una pandemia tan global como destructiva sobre el planeta.   

Lo primero que se me viene a la mente a la hora de definir este tebeo es la palabra “desesperación”. Jesús Colomina no ha creado simplemente una situación apocalíptica sumamente terrorífica: la ha creado en medio de una sociedad tan distópica que da miedo pensar que algunos puntos se esté volviendo reales. Así, por ejemplo, los poderosos comenten abusos sin temor a represalias, la ciudadanía es, bien indolente gracias a las nuevas tecnologías, bien tan corrupta como los opresores anteriormente mencionados. Pero, sin duda, uno de los elementos más llamativos (e importantes) del relato es el hecho de que casi toda la gente haya perdido la pasión por vivir, olvidando sus verdaderos y más profundos sueños, ilusiones y deseos para, simplemente, sobrevivir.


Si tan sobrecogedor como real se hace el marco de la obra, los personajes que transitan por él no lo son menos. Estos pueden dividirse en varios grupos: los trabajadores de Rex Lab integrarían el primero, seguidos por el grupo de amigos y músicos que pretenden sacar un disco, sin olvidar, por otra parte, a las personas que rodean a unos y otros. Los primeros podrían considerarse, bien los villanos de la historieta, bien sus colaboradores más o menos directos, mientras que los segundos y los terceros podrían considerarse aquellos a quienes les toca pagar por las faltas de otros. En cualquier caso, Colo logra que cada personaje sea único, y lo que es más importante, interesante, tanto en solitario como a la hora de interactuar con otros. Y como ejemplo de esto último, las conversaciones de Luz con su padre, o las del señor Bona con Yoyo.


Narrativamente hablando, la obra podría dividirse en tres partes. En la primera sirve para presentar a los personajes, su telón de fondo y el virus. El segundo tercio del comic, además de desarrollar a los personajes, empieza a mostrar como el control del “Mal de la Tristeza” se le ha ido de las manos a Rex Lab, dando paso al comienzo del fin. Las partes hasta ahora señaladas, pese a ser interesantes, podrían ser calificadas de “lentas”. No pasa lo mismo con el último tercio de la obra: es simplemente trepidante, sin dar descanso al lector, que prácticamente devora un desenlace donde se puede observar lo mejor y lo peor del ser humano… y en el ningún personaje, ni siquiera los protagónicos, tiene asegurada la supervivencia.


Respecto al dibujo, el estilo de Colo es seco y sombrío, ideal para la historieta que le toca plasmar. A esto hay que sumar el predominio general de diversos tonos de gris y marrón, logrando así  el coloreado acentuar las páginas del espíritu distópico más arriba mencionado. El ritmo anteriormente mencionado también se ve reflejado a lo largo de las viñetas: las de los primeros capítulos suelen ser más tranquilas y estáticas, mientras que las últimas son mucho más movidas e impactantes, aunque todas en su conjunto transmiten una sensación cinematográfica.


En conclusión, Hoy es un buen día para morir es una lectura compleja, y que si bien no es para todos los públicos por ser un tebeo duro, no dejará indiferente a nadie gracias a sus buenos personajes, su lograda ambientación, su más que espectacular final y los mensajes que permite sacar en claro. Podéis haceros con este tebeo de manos de la editorial Dibbuks por un precio de 30€, incluyendo entre sus 384 páginas, además del comic propiamente dicho, un original extra: un CD con las canciones que toca el grupo de música protagonista interpretadas por el autor y sus amigos.

Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el simpático Colo durante las Jornadas Comiqueras del Fnac Callao de 2016. ¡Gracias de nuevo!



P.D. También debo darle las gracias a Francisco Javier Illescas, por descubrirme la obra a través de su fantástica reseña en Fantasymundo, puesto que sin ella no estaría este volumen en mi estantería.

miércoles, 17 de mayo de 2017

¡Por Crom! Aventuras épicas de un heavy rolero, de Andrés Palomino

En la reseña de hoy toca hablar de ¡Por Crom! Aventuras épicas de un heavy rolero, tebeo obra de Andrés Palomino (https://www.facebook.com/andres.psn).


Dentro de las tiras cómicas de Las Crónicas de PSN, uno de sus personajes secundarios se hizo con un hueco especial entre los lectores: Tonino. Este joven destaca por su fanatismo hacia la obra literaria de Robert E. Howard (y particularmente su personaje Conan el Bárbaro) y la música heavy metal, así como por atreverse a desempeñar todo tipo de oficios en donde dejará notar su encanto cimmerio.  


Conocía el webcomic de Las Crónicas de PSN solamente de oídas hasta que, en el último Expocómic, tuve la oportunidad de hacerme con un recopilatorio sus tiras, todas ellas protagonizadas por Tonino. Y leer este tomo ha sido una experiencia francamente divertida y disfrutable.


¿Habéis conocido alguna vez una persona de extremos? ¿Esas que, por ejemplo, dividen las películas exclusivamente entre obras maestras y porquerías? Pues Tonino es una de ellas. Y, precisamente por esa desmesura, su día a día es tan divertido de leer, más si cabe atendiendo a los diversos oficios que ha ido desempeñando a lo largo de todos los años que  Las Crónicas de PSN ha estado a disposición de los fans desde sus inicios allá por 2008: dependiente de FNOC, camionero, vigilante cívico, croupier, teleoperador, carretillero… Y en medio de todas estas ocupaciones, destaca el ingenio de Andrés Palomino como guionista para crear situaciones desternillantes con respecto a cada empleo, llenando los chistes con muchas referencias literarias, roleras y musicales. De hecho, el tebeo es un más que interesante repaso de todas estas materias a lo largo de la última década, tanto en lo referente a la actualidad de varios grupos famosos como a lo más novedoso de juegos de mesa. El humor va variando desde el más gamberro hasta el más ingenioso, consiguiendo sacar desde sonrisas a risotadas las ocurrencias y excentricidades de los protagonistas de las tiras, con numerosos guiños a la nostalgia.


Respecto al dibujo, el estilo de Andrés Palomino es simple y sencillo, aunque sirve perfectamente a su propósito, es decir, hacer de soporte para los chistes y sus bromas. Así, pese a lo minimalista de sus escenarios, el dinamismo de los personajes ya transmite todo el apoyo que necesita el guión.


En conclusión, si queréis pasar un rato divertido, con numerosas referencias que van desde lo cinematográfico a lo literario, dadle una oportunidad a Las Crónicas de PSN. Podéis leer este webcomic gratuitamente gracias a la generosidad y periodicidad de su autor vía online (http://www.cronicaspsn.com/), así como en papel a través del tomo físico aquí reseñado. Cuesta este volumen 9´90€, contando el susodicho con un total de 186 páginas, entre las cuales se incluyen, además de las tiras protagonizadas por Tonino, algunos homenajes a la serie por parte de dibujantes invitados.


Por último, la dedicatoria que me hizo en el tebeo el amable Andrés Palomino durante el Expocómic de Madrid de 2016. ¡Gracias de nuevo!

miércoles, 10 de mayo de 2017

Aartha: Chronicles of the No Lands, de Nax y Pedro R. M. Andreo – Tomos 5, 6 y 7

En la reseña de hoy vuelve a tocar hablar de Aartha: Cronicles of the No Lands, la saga de tebeos que cuenta con Nax al guión y con Pedro R. M. Andreo al dibujo (https://www.facebook.com/PedroRMAndreo/). En caso de que no hayáis leído los anteriores números, aquí os dejo un enlace a la reseña que hice de los mismos, a fin de que no os destripéis las tramas de los números más avanzados:




Jago ha desatado el caos y la destrucción en la Academia Imperial de Kreeg. Durante una sesión de entrenamiento, sus habilidades, fuera de control, han herido y mutilado a varios de los que le rodeaban, y solamente la intervención del espadachín Garret Meridor evita un desastre mayor. A raíz del incidente, numerosas facciones se fijarán en el joven, desde el Culto a Risha a la Orden de Primus, así como otras fuerzas en las sombras.

En esta serie de tomos ocurren no pocas cosas importantes. Así, en el sexto, se descubre el motivo que empuja al Imperio de Korns a ser tan beligerante y expansionista, estableciendo Nax muy bien el trasfondo que hay tras este Estado. En los otros dos números, además, se sigue presentando un buen abanico de personajes, como el carismático dúo de Bode Nalk y Rock, y se indaga en los ya presentados, tal y como con la papisa Augusta. Por otra parte, todos ellos siguen moviéndose en la partida de ajedrez que lleva gestando el guionista de la saga desde el principio de la misma, con el lector ya pudiendo empezar a captar hacia donde se dirige esta gracias a la lectura combinada del quinto y sexto volumen. Eso sí, todo apunta a que será el octavo número el que verdaderamente empezará a aportar respuestas.


Respecto al dibujo, Pedro R. M. Andreo, vuelve a deleitar a los lectores con espectaculares peleas, ya sea pequeñas escaramuzas y duelos, e incluso una gigantesca y épica batalla con dos ejércitos frente a frente, con la brutalidad característica de los anteriores números del tebeo. Lo mágico también se puede recalcar en el aspecto violento así como en el simplemente espectacular, por todo lo que tiene que ver con, por ejemplo, los Mensajeros Imperiales, apartado este donde la asistencia en los colores de Xabi Gaztelua es más que llamativa y bienvenida.


En conclusión, si os gustaron los anteriores números de Aartha: Chronicles of the No Lands, no dudéis en también haceros con estos tres. Os podéis hacer con estas historietas de No Lands Comics, con una cuarentena de páginas, por un precio de 4€ por ejemplar.

Por último, las dedicatorias que me hicieron los simpáticos Pedro R. M. Andreo y Xabi Gaztelua en los tomos durante eventos varios. ¡Gracias de nuevo!


miércoles, 3 de mayo de 2017

Procyon, de Ricardo Machuca – Tomo 2

En la reseña de hoy toca hablar del segundo tomo de Procyon, intitulado “Cinco-Patos al horno”. En caso de que no hayáis leído el anterior volumen, id a la reseña que hice de él para no desvelaros información importante: http://caballerodecastilla.blogspot.com.es/2016/05/procyon-de-ricardo-machuca-tomo-1.html


Tras el asesinato del traficante de armas Ashmodeus Price, la agente Cinco-Patos ha sido confinada en el Asteroide Psi para ser interrogada, puesto que varios de las muertes perpetradas por el asesino Procyon apuntan en su dirección. Entre tanto, la final del Campeonato Federal de Fútbol atrae toda la atención de la Policía Armada Federal para que el partido se desarrolle sin incidentes. Ambas circunstancias serán aprovechadas por Procyon para cometer una nueva fechoría.

Este volumen de la saga Procyon puede dividirse en tres partes bien diferenciadas. La primera tiene que ver con el pasado de la agente 22222 y de cómo ella se acabó convirtiendo en policía, todo ello relatado bajo el telón de fondo de un interrogatorio de asuntos internos, con las preguntas e insinuaciones de los últimos y las respuestas de la protagonista. La segunda parte tiene que ver con el partido de fútbol (con una reinvención futurista muy interesante y llamativa de este deporte) y con la labor de la policía a su alrededor, con sus agentes como espectadores o como personal de seguridad. La tercera tiene que ver con el siguiente atentado del antagonista, y la fuga del calabozo de la protagonista para demostrar su inocencia, mientras tiene lugar el acontecimiento deportivo, cabiendo destacar la huida de 22222 por lo bien ideada y orquestada que queda.


Siguen patentes, por otra parte, los puntos fuertes del tomo original, es decir, la intriga, la creación del universo ficticio y el humor. Así, pese a darse algunas pinceladas más a Procyon, sigue habiendo multitud de incógnitas a su alrededor y su objetivo final está lejos de quedar claro. La ciencia ficción de Machuca sigue abriéndose camino a lo largo de sus viñetas, con curiosos e imaginativos adelantos tecnológicos, situación geopolítica galáctica, etc. Y todo ello con el característico humor castizo tan propio de las antiguas publicaciones de Bruguera, actualizado, pero igual de divertido.

Respecto al dibujo, se nota una cierta evolución, siendo la diferencia más apreciable la de los rostros de los personajes del tebeo, particularmente en lo referente a los ojos. Sin embargo, sus portadores siguen siendo igual de expresivos que el anterior número de la publicación, del mismo modo que los diseños de las naves y demás maquinaria espacial siguen combinando sencillez con elegancia.


En conclusión, si os gustó el primer tomo de Procyon, no dudéis en haceros con el segundo también. Podéis haceros con este comic de Dibbuks por un precio de 16€, incluyendo entre sus 124 páginas, además de la historieta en sí, extras sobre su trasfondo a modo de anexos.


Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el amable Ricardo Machuca durante la Feria del Libro de Madrid de 2016. ¡Gracias de nuevo!