domingo, 29 de diciembre de 2024

Sugerencias de tebeos para las cartas de Reyes

En estas fechas que nos encontramos, además de desear que mis lectores hayan tenido una buena Navidad y que tengan un buen 2025, escribo por ser muy posible que muchos niños a los que les guste leer se hayan portado bien y sus Majestades de Orienten consideren oportuno premiarles. Pues bien, para tal fin la presente entrada, con cuatro reseñas de tebeos para todos los públicos que los Reyes Magos pueden tener a bien regalar:




En Misión: Murillo y Misión: Velázquez, de Rafael Jiménez (https://www.facebook.com/rafael.jimenezsanchez.3) y Manuel Díaz (https://www.facebook.com/mdiazdibujante), Clío es una agente del Cuerpo Especial de Agentes del Arte (CEAA) y se dedica a tratar con los personajes de los cuadros cuando estos deciden no cumplir con su propósito y escaparse a otras pinturas del universo artístico.

A medio camino entre El Ministerio del Tiempo y Noche en el museo, estas dos historietas que incluye el presente tomo aúnan diversión ligeramente gamberra y cultura, puesto que entre que vemos a la tan sufrida como profesional Clío desfacer entuertos de unos personajes que, por motivos con los que más o menos se puede empatizar, se aprende sobre la obra de dos pintores españoles tan grandes como Diego de Velázquez y Bartolomé Esteban Murillo, así como sobre sus épocas e incluso la mitología. El dibujo, dentro de lo comiquero, apunta siempre hacia lo realista, tanto en lo anatómico como en lo facial, y tiene aquí y allá homenajes a actores famosos, tal y como con Javier Cámara o, más notablemente, Ariel Winter. Estarían más que bien futuras continuaciones. 

Aquí un enlace para posibles interesados: https://www.unratedcomics.com/index.php/comics/mision-murillo-mision-velazquez/






En Ramón y Cajal, una vida al microscopio, de Jordi Bayarri (https://x.com/Jordibayarri   ), somos testigos de la biografía de Santiago Ramón y Cajal, científico español que, pese a no ser de niño el mejor de los estudiantes, tenía clarísimo que quería ser médico y dedicarse a las ciencias, hasta el punto de que llegaría a ser Premio Nobel de Medicina.

Buena síntesis de la vida de uno de nuestros sabios contemporáneos más importantes, de tal manera que se incluyen episodios de niñez y adolescencia, su juventud como médico militar en la Guerra Larga de Cuba, sus distintos estudios y avances a lo largo de España y Europa, la obtención del Nobel y su madurez hasta la Gran Guerra. La lectura es llevadera y, de manera divulgativa, expone por boca del protagonista los hallazgos en cuanto a materia cerebral logró, de tal manera que se puede entender bastante bien. Todo lo anterior queda complementado por el simpático dibujo de Bayarri ya visto en sus otros tomos de la Colección Científicos, así como unos buenos extras al final del volumen para ampliar desde ahí lo aprendido, tanto con los personajes coetáneos a Cajal como con sus discípulos y seguidores.

Aquí un enlace para posibles interesados: https://cientificos.anillodesirio.com/producto/ramon-y-cajal-una-vida-al-microscopio/

 



En Red y Blue: Cazadoras de monstruos, de Sara Soler (https://x.com/Hammer_moon), dos amigas que acaban de salir de una academia de aventureras están dispuestas a convertirse en las mayores heroínas de la historia. Ahora bien, pese a que tanto Red como Blue han tenido inicios profesionales espinosos, parece que la primera ve progresando, mientras que la segunda está estancada.

Muy bonita historia sobre la amistad de las dos protagonistas y sobre cómo estas se siguen ayudando en la adversidad cotidiana y en la heroica e incluso tras pelearse acaban por reconciliarse. Pese a un tono generalmente humorístico y desenfadado, también da un aviso bastante realista, aunque sin caer en lo caústico, de lo desesperante que pueden ser los inicios laborales, lejos del romanticismo que empapa otros aspectos de este mismo comic; lo mismo se puede decir sobre no dejarse pisotear y estar dónde uno sea apreciado. El mundo de fantasía de las viñetas está lleno de magia y colorido, de tal manera que lo mismo se ven en sus páginas criaturas clásicas del canon fantástico como elfos, orcos o enanos y otros totalmente nuevos y llenos de posibilidades como los topos flamígeros o gatos que se convierten en armas. El dibujo es de lo más encantador y chibi, aunque cuando le toca representar momentos dramáticos y emocionales sabe adquirir mucha gravedad.

Aquí un enlace a su web, para posibles interesados: https://www.eccediciones.com/comic/red-y-blue#




En Tamia y las memorias del dragón, de David Braña (https://x.com/branyigan) y Pablo Cialoni (https://x.com/pahitocialoni), Tamia acaba de perder a su madre, así que su padre y ella deciden irse a un pueblito llamado Damar para cambiar de aires y de paso ver si el primero encuentra inspiración para salir de su bloqueo de escritor. Lo que Tamia no se esperaba es que de Damar fuera la puerta de entrada a un mundo de fantasía en donde, entre otras muchas aventuras, trabará amistad con un dragón mientras ayuda a este a encontrar las memorias de su padre.

Los mundos de fantasía y magia paralelos al nuestro pueden resultar de lo más atractivos (Harry Potter, Las crónicas de Narnia, Memorias de Idhun…). Aquí no faltan valores propios del género tan positivos como la amistad, ayudar a los necesitados, vencer los miedos o enfrentar la pérdida de los seres queridos. El tebeo está lleno de personajes de lo más variados y con personalidades a juego, de tal manera que podemos ver sabios, ávaros, esclavistas, enamorados, sobreprotectores…  Los protagonistas no se quedan atrás, puesto que a la bisoñez de los mismos hay que añadirles su buena intención y sentido común para echar un cable allá por dónde van. Entrañable también es el dibujo, con paisajes que tienen mucho de maravilloso, bien sean bosques o montañas, bien urbes y con personajes de diseños igual de mágicos, inocentes e incluso ingenuos en su maldad si son antagónicos.

Aquí un enlace para posibles interesados: https://www.unratedcomics.com/index.php/coleccion-renacuajo/tamia-memorias-dragon/

 

sábado, 21 de diciembre de 2024

Crónica del Salón del Cómic de Zaragoza de 2024: sábado 14

Tras una buena noche de descanso por lo sucedido en la tarde del viernes 13, tocaba volver al festival comiquero el sábado 14. Para ser un sábado por la mañana, sorprendía que no hubiera mucha gente en un primer momento en la apertura de las 10:00; habría gente a lo largo de la mañana, sí, pero llegaría sucesivamente en pequeñas oledas.

 


Para por la mañana, a fin de tener la tarde más relajada, había dos objetivos prioritarios: Gabriel H. Walta y Fernando Blanco, el primero por haberme deleitado con su dibujo en obras de terror como El bosque de los suicidas o El Velo y el segundo por razones análogas pero con W0rldtr33. Ambos firmaban a las 12:00, así que si conseguía dedicatorias de ambos por la mañana, menos jaleo de colas y espera por la tarde. Como apenas empezado el evento ya se había formado una cola de 5 o 6 personas para Walta en Astiberri, me decidí ver cómo estaban las cosas para Blanco en la librería Taj Mahal Cómics. Había que pedir número y a un servidor le tocó el 10. La cosa pintaba complicada, pero había mucho salón por delante, así que tocaba ir a explorar la zona de fanzines.

 


Visible y bien situada en el extremo del auditorio contrario al escenario y muy cerca de la zona de firmas, este área de jóvenes creadores y autoedición, como suele ser habitual en estas citas, es ideal para conocer y aupar nuevos talentos. En mi caso, el primero que llamó mi atención fue la mesa de Unicornios Estampados en donde, además de adquirirle a la encantadora Carolina Albalá los tres números del fanzine, cayeron futuribles regalos y detalles entre postales y calendarios entre que hablábamos de unicornios, narvales, rinocerontes y gente con helados de cucurucho pegados a la cabeza.

 


Justo al lado de este puesto estaba el de @ftercómic y allí un servidor no pudo evitar enamoriscarse del personaje Little Renna, así que esta guerrera y sus aventuras se vendrían a Madrid con un servidor. A destacar que, poco a poco, cada vez vuelva a haber más y más tebeos para todos los públicos, algo tan loable como necesario para no descuidar a los lectores más chicos e ir creando una futura cantera de lectores.

 


Inspeccionada la zona de fanzines, tocaba a eso las 11:20 recorrer los pasillos nuevamente y, además de adquirir alguna que otra cosilla para regalar en el futuro, me hice en Unrated con Tamia y las memorias del dragón (aquí otro comic para todos los públicos) y con dedicatoria de su guionista, David Braña.

 


Tras visitar el stand de Fandogamia y hablar después de mucho tiempo con Kamapon entre que me dedicaba su Panda Emporium a eso de las 12:15, tocaba finalmente hacer cola para Gabriel H. Walta. Como cabía esperar, la cola era todavía más larga que antes, así que tocaba armarse de paciencia. El problema residía en que en paralelo tenía el número 10 para Blanco, así que pasaba por mi mente la nada remota posibilidad de tener que renunciar a uno de los dos. Afortunadamente, la buena voluntad y camaradería resolvió este aprieto: Raquel Asorey, fotógrafa de las presentes imágenes, al tener el número 12 para también Fernando Blanco pero ninguna obra de Walta, se quedó guardando mi puesto en Astiberri mientras a un servidor le llegó el turno para Blanco a las 12:51. Y dibujo pequeño pero bien bonito que cayó (para que le diera tiempo a dedicarle algo a todo el mundo en sus volúmenes) entre que charlábamos del proceso de creación de la historia y la ilustración tras W0rldtr33.

 

"Paciencia, Santiago, paciencia..."

Todavía tocó esperar un rato más a que llegará mi turno en la cola de Astiberri a las 13:33, pero además de con la buena conversación de Raquel una vez terminó con Blanco y con el joven delante de mí en la fila de Astiberri, no faltaba buen entretenimiento visual, tal y como con magníficos cosplayers como los dos de la foto de abajo caracterizados de Flynn Rider y Billy Butcher de, respectivamente, Enredados y The Boys.

 


Finalmente, llegó mi turno para Walta y, entre que me dedicada el primer recopilatorio de Carretera Fantasma, hablamos de las obras de terror que había hecho junto a El Torres y sus respectivos finales. Iba ya tocando ya la pausa para comer puesta por la organización a las 14:00, ideal para que los dependientes y artistas descansen un rato, así que recogimos bártulos y marchamos a comer, pero no sin seguir viendo el buen ambiente reinante: grupos de amigos y familiares disfrutando con la cultura del noveno arte.

 


Tras una deliciosa comida en CroquetArte (si os gustan las croquetas y estáis en Zaragoza, ni os lo penséis: las suyas son tan variadas como ricas) y un merecido descanso en el hotel haciendo inventario de todo lo adquirido y firmado, la tarde se presentaba relativamente tranquila, con solo tres objetivos restantes: Xian Nu Studio, Jaime Infante y Marta Soto. Eso sí: con los dos últimos podía peligrar mi hora de regreso en tren a Madrid, así que tocaba estar atento y cruzar los dedos.

 


Pasó, finalmente, lo que todavía no había pasado por la mañana: una larguísima cola para entrar en el evento. Y es que un evento tan bueno como este, con una edición número XXIII, levanta grandes pasiones… Y si sus entradas de mañana o tarde solo cuestan 1€, más si cabe.

 


Gracias a los pases de prensa, no tuvimos que lidiar con el frío y la espera de la larga fila y entramos directamente por la zona de acreditados a las 16:30. Como la gente tenía que pasar poco a poco, en aquel momento los pasillos estaban bastante calmados… y así llegamos a Fandogamia, dónde pude reencontrarme con las carismáticas Irene y Laura de Xian Nu Studio. Cayó un doble integral de Bakemono para un servidor (atentos a esto de cara al futuro) y otro para Raquel (nueva fan del dúo granadino al poco de conocerlo). Entre agradables conversaciones me dedicaron el tomo final de Chan Prin y a Raquel tres cuartos de lo mismo, pero con el inicio de Bakemono. Para aquellos momentos ya se empezaba a formar cola para Xian Nu Studio una vez sus fans pudieron entrar en el recinto, así que acordamos volver cuando ya no tuvieran más gente para que así todo el mundo pudiera llevarse al menos un tomo con dibujo.

 


Volvíamos a dar vueltas por el auditorio de esta manera, reparando en varias cosas, a destacar: algunos puestos con ofertas bastante jugosas, particularmente en lo referente a números y colecciones ya agotadas; otros con asociaciones y productos artesanales de lo más mono e incluso con juegos de mesa; y, por último, en una autora que había esquivado mi radar en un principio: Sara Soler, la cual estaría en la librería Futuro a las 17:30.  

 


 Pasado un buen rato, volvimos a Fandogamia justo cuando se iba el último fan de las Xian Nu Studio, de tal manera que tuvieron el detalle de firmarnos otro tomo a cada uno: quinto de Chan Prin a un servidor y el final de Bakemono a mi fotógrafa. Hecho esto, y muy agradecidos, marchamos a Futuro a encontrarnos con Sara Soler, cayendo en mis garras su Red y Blue y su Temporada de brujas, de tal manera que obtuve dibujo en cada uno de estos volúmenes, sin poder evitar Raquel ser tentada por los encantos de las viñetas del segundo de ellos y comprarlo también.

 


Apenas pasada una hora de la reapertura, el ambiente estaba más que animado y los pasillos bullían de asistentes y actividad, así que, como hasta las 19:00-19:30 no había nada más que hacer en el auditorio, para alejarnos del bullicio salimos del lugar.

 


Por una parte, nos acercamos a dar una vuelta por los Jardínes de Labordeta y, por otra, nos acercamos a ver la exposición dedicada al fallecido Akira Toriyama por la organización del evento y un buen puñado de autores patrios.

 




Ya de vuelta en el Auditorio y con el final de la cola ya muy cerca de la entrada a las 18:55, no entramos sin tener la suerte de contemplar un photocall de lo más bonito organizado por la Legión 501 para los fans de Star Wars.

 


Sobre las 19:10 conseguí esta preciosa dedicatoria de Jaime Infante en 1585. Empel gracias a la generosidad y empatía de los aficionados que hacían cola para él, que me dejaron pasar para que no peligrase mi puntualidad respecto a mi tren. Mi gratitud, compañeros lectores.

 


No mucho después, el último objetivo de la cita comiquera: el dibujo de Marta Soto que complementase al de Javier Romero en La noche en que Bunbury fue Elvis y Eva Amaral hizo los coros. Y como la ilustradora se había tomado la molestia de llegar antes de las 19:30 por si ya tenía gente a la espera, huelga decir que le agradecí el doble su dedicatoria.

 


Y ese fue mi paso por el Salón del Cómic de Zaragoza de este año, último gran evento comiquero de 2024. De manera resumida, lo dicho: una gozada de festival, con un buen número de librerías, autoeditados con su propia y visible zona y editoriales (Astiberri, Cascaborra, Fandogamia, GP, Grafito, Norma, Unrated…), muy buenos autores traídos por estas y por la organización, instalaciones que aunque se quedaron un poco cortas para el sábado tarde cumplieron bastante bien su cometido (cafetería y zona de descanso incluida), actividades variadas más allá de las firmas como charlas y talleres, un público de lo más majo… Más que recomendado, por supuesto.


martes, 17 de diciembre de 2024

Crónica del Salón del Cómic de Zaragoza de 2024: viernes 13

Por cuarta ocasión tuve el placer de asistir al Salón del Cómic de Zaragoza un año más y por cuarta vez la organización me concedió pases de prensa que aprovecho para agradecer por aquí antes de empezar la presente crónica.



A eso de las 16:30 empezó el evento comiquero aragonés y, como suele ser costumbre, el viernes fue el día más tranquilo para circular por el mismo. Poco después de entrar ya se percibía algo encantador: puestos llenos de tebeos, ya fueran de editoriales o librerías, con el público curioseando, hojeando, leyendo y comprando tomos. Algo de merchandising, por supuesto, también había, pero el salón del cómic fue, ante todo, un salón de cómic y no de mercadotecnia.



Pero a lo jugoso de estas ocasiones: los autores dedicando su obra. Y el estreno de esta edición lo obtuvo un servidor con un veterano de estas citas como es Jordi Bayarri, de tal manera que pasaron a mi poder el segundo tomo de Crónicas de un calzador de mesas y su Ramón y Cajal de su Colección de Científicos, saga biográfica de cuyo éxito me alegro enormemente por como acerca la cultura a los lectores más pequeños.  

 


Entre que uno callejeaba por los tres pasillos del Auditorio de Zaragoza (y con la siempre enternecedora imagen de los padres transmitiéndoles a sus hijos el amor por el noveno arte), me topé con el stand de Fandogamia y, allí dentro, con María Jiménez, autora que se puso manos a la obra para dedicarme Entre enfermeras.

 


No mucho después, divisé al veterano Antonio Altarriba. Entre que me dedicaba El cielo en la cabeza, estuvimos hablando sobre Ruanda, el Congo y todo lo que había detrás del cómic, documentación incluida. Hablaba tan bien y con tanto donaire que probablemente, de no haberla tenido ya, lo hubiera comprado de haber oído su oratoria… tal y como pasó con Raquel Asorey, la estupendísima fotógrafa a las que los lectores de este artículo pueden agradecer las fotos de esta crónica.

 


De Norma pasamos a Grafito, editorial que casi de manera constante tenía uno o varios autores dedicando sus obras. Pasaba a mi poder, en esta tesitura y con boceto incluido, la segunda parte de Vampi, así como más adelante algún regalito también dedicado, pero para sus futuros dueños.  

 


Sin duda el punto de encuentro más transitado para aquellos que querían tener su obra dedicada por guionistas e ilustradores fue la zona de firmas de autores, la cual no pasaba desapercibida para los visitantes por dos motivos: por un lado, su grande, bello y colorido cartel y, por otro, la presencia casi continua de gente que hacía colas para obtener dibujos y rúbricas de los artistas allí presentes. Así, por ejemplo, un servidor consiguió sus buenas ilustraciones en ¡Jaca sublevada! de Manuel Granell y Juanarete. Sin embargo, es de justicia decir que, con diferencia, los autores más cotizados y solicitados fueron Aneke y Paco Roca; y es que para este último la organización se vio incluso obligada a repartir un número limitado de papeletas entre los asistentes para que el entrañable autor valenciano pudiera descansar en algún momento. Eso sí, Paco Roca siempre atendía con una sonrisa y con buenas palabras, tal y como cuando a Raquel le dedicó El invierno del dibujante.   

 


Algunos encuentros más dejó la jornada además de los ya referidos. Por una parte, en la zona de firmas, tuve el placer de desvirtualizar a Ángel Vela, autor del estupendo módulo lovecraftiano La corona de flores y, por otra, reencontrarme con el doctor Pedro Manuel Ruiz Lázaro, otro gran amante de este tipo de festivales. A su vez, también me reencontré con Jaime Martín para que me dedicase Un oscuro manto y coincidí por vez primera con Javier Romero en el puesto de GP Ediciones, de tal forma que tras hablar con él no pude sino comprar La noche en que Bunbury fue Elvis y Eva Amaral hizo los coros, intrigado por la propuesta del cómic y sus cautivadoras palabras.

 


Y ese fue mi pasó por el Salón del Cómic de Zaragoza en su primer día de la edición de 2024. Los resultados habían sido francamente buenos: no solamente había cumplido con todo lo planeado para ese día pese a la sombra del viernes 13, sino que incluso también con alguno más. Con esto, quedaba el camino expedito para que el sábado 14, día gordo del evento, pudiera centrarme en dos cuestiones: los invitados que asistirían el fin de semana y los fanzines.

domingo, 8 de diciembre de 2024

Juan Acosta Sketchbook Volumen 2

En la reseña de hoy toca hablar del segundo libro de bocetos del ilustrador Juan Acosta (https://twitter.com/warhuan).



La fantasía, como género, ya sea en comics, cuentos, novelas, películas, series o videojuegos tiene un poder especial y que sigue calando generación tras generación. Pues bien, Juan Acosta tiene muy buena maña para llevarla al papel.

 



Su obra entra rápidamente por los ojos, con unos dibujos no solo atractivos, sino muy variados, ya que pueden presentar estampas de una fantasía muy oscura y otras mucho más inocentes e infantiles. Respecto a la más oscura: esta no es solo tétrica en el sentido de contener espectros, demonios y paisajes lúgubres, sino también por homenajear obras como The Witcher, Warhammer o Dark Souls de manera más obvia o sutil. En lo referente a la más inocente: el autor es más que capaz de cambiar del tono anterior a uno más ligero y desenfadado, tal y como se puede ver con sus duendes y demás seres feéricos, caballeros de brillante armadura o paisajes coloridos.

 




En lo que a dibujo realista se refiere el ilustrador tampoco es manco, ya sea con armaduras más o menos históricas junto a los combatientes que las vestían o distintos animales, tal y como cabras, cuervos o zorros, anatómicamente muy logrados. Ahora bien, cierta patina de fantasía siempre.


 

En conclusión, si queréis recrearos la vista con unos dibujos que evocan lo mismo magia y épica que misterio o peligro, dadle una oportunidad a la obra de Juan Acosta. Este libreto en concreto tiene bastante papeletas de estar agotado, pero siempre podéis disfrutar del arte de su ilustrador en sus redes (https://www.instagram.com/juan_acosta_ilustrador/p/CZJzHWJK7Q2/?__d=1%2F&img_index=7) o tener la suerte de que saque un próximo volumen en el futuro.

 

Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el amable Juan Acosta durante el Madrid Cómic Pop Up de 2022. ¡Gracias de nuevo!




domingo, 1 de diciembre de 2024

Nieve en los bolsillos, de Kim

En la reseña de hoy toca hablar de Nieve en los bolsillos, tebeo de Joaquim “Kim” Aubert Puigarnau.

 


En 1963 un Kim desencantado con la carrera de Bellas Artes y que pronto sería llamado a hacer la mili, decide vivir una aventura y marchar a Alemania unos meses. Lo que allí vivió queda reflejado en la presente obra, un gran testimonio gráfico de no solamente la Alemania occidental de los sesenta, sino de los españoles que en ella estaban residiendo, bien para mandar un buen sueldo a sus familias, bien exiliados por el franquismo. De ahí que el protagonista sea más un testigo de la trama que un motor de la misma: el siempre iba a poder volver a España en cualquier momento, pero la mayor parte de los que lo acompañan durante su estancia en Alemania no. Ahora bien, como narrador Kim actúa más que bien y muestra tanto lo bueno como lo malo del ambiente germánico, según el caso: los albergues de asilo temporal o permanente, un cristianismo generoso o desangelado, mejores o peores ofertas de empleo, unos lugareños generalmente hospitalarios y gente que se aprovecha de los desvalidos… Por parte española, la serie de compañeros de andanzas de Kim son de lo que más vida y sabor da a la obra: el paracaidista desertor tras la guerra de Sidi-Ifni, la joven huida del padre abusador, el abogado fugado tras ser infiel a su mujer para no ser ajusticiado por su suegro, el transformista profesional que va camino de Hamburgo… Un conjunto de historias muy humanas que, pese a las desdichas que se ven en las viñetas, da gusto leer, tanto por el rescate de estas pequeñas biografías intrahistóricas como por ver a los españoles ayudándose unos a otros fuera del solar patrio.

 

Respecto al dibujo, Kim oscila entre lo realista y lo hiperbólico según la persona que dibuje. Con cierto maniqueísmo en bastantes ocasiones, de esta manera, aquellos que él describe como amables y agradables tienen rostros a juego, mientras que aquellos más antipáticos, aprovechados o déspotas tienen un aspecto más esperpéntico y feo. Paisajísticamente el comic transmite muy bien la modernidad y la bonanza de la Alemania de la época, llevando al lector de viaje de vez en cuando a España a través de los recuerdos de los personajes secundarios, sin faltar desde ambientes urbanos acomodados a otros rurales y mucho humildes. Los blancos, negros y grises están más que bien empleados y no le quitan nada de pasión a las emociones muy humanas que circulan de viñeta en viñeta: el primer amor, la rabia ante la injusticia, la solidaridad entre compatriotas, la complicidad más pícara, la morriña…

 


En conclusión, si os interesa saber cómo fue la melancólica vida de no pocos españoles emigrantes en Alemania, dadle una oportunidad a Nieve en los bolsillos. Podéis haceros con esta historieta de manos de Norma Editorial por un precio de 25€ que, además de la trama en sí, incluye entre sus 200 páginas algunos extras.

 

Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el amable Kim durante el Festival de Cómic Europeo de Úbeda. ¡Gracias de nuevo!