sábado, 30 de abril de 2022

Planeta manga - tomos 8, 9 y 10

Da gusto que una publicación tan interesante como Planeta Manga, que recupera el formato de la antigua Tebeo, siga adelante por más de diez números, lo mismo con historias cortas que con seriales. Pues bien, toca seguir haciendo reseña hasta llegar al décimo tomo. 



Empezando por las series, en Backhome, de Sergio Hernández (https://twitter.com/SergioHdezAutor) y Toni Caballero (https://twitter.com/ToniCabArt), ya se puede conocer qué hay detrás de Woscatle y de la actitud tan despótica de Thomas y, junto al pequeño avance argumental que hay tras ello, se empieza a atisbar el final de este manga que hace un buen combinado de thriller con terror y milicia.

Asistimos, por otra parte, al final de Good game!, de Blanca Mira (https://twitter.com/Shirayukihimeh) y Kaoru Okino (https://twitter.com/Pencilness), con un desenlace que cumple con las expectativas del lector: buen rollo y buen cierre a todas las tramas, dejando buena sensación tras la lectura de su final. 

En Gryphoon, de Luis Montes (https://www.facebook.com/luis.montes.1806), asistimos al primer examen serio de los reclutas... el cual no tarda en complicarse tras la aparición de Terror Nocturno y todos los peligros que este ser conlleva. Poco a poco vamos sabiendo más y más información sobre los bisoños (y sus adiestradores) en paralelo al mundo dónde se desarrolla la trama, con buenas dosis de acción y su buena pizca de humor a medida que progresa el comic, cumpliendo Montes su propósito de entretener al lector. 

En Conquering the Earth, de Kaoru Okino, Yin y Nivi están decididos a encontrarse con el Waken para que les conceda el deseo... pero este objetivo no será fácil de cumplir, puesto que los silmats se van a interponer en su camino. Lo aventurero, lo imaginativo y lo humorístico sigue manando de la mente de Okino, ya sea con elementos como los destructivos parásitos, la bruja Lien o chistes y gracias visuales que sacan una buena risotada (como con las faenas que enemistaron a la hechicera y a la capitana), con todo lo cual se obtiene una obra divertida pero con momentos dramáticos cuando es necesario. 

En Limbo, de Ana C. Sánchez (https://twitter.com/kumanakris), Aurora Edelweiss es una estudiante que suele ir bastante justa de dinero y tiempo, por lo que se gana una paga extra con "limpiezas espirituales" un tanto ilícitas... No obstante, la adolescente si que tiene un contacto bastante real con el mundo espiritual ya que, a fin de cuentas, su objetivo son las esencias ocultas dentro de los espectrales onirios. Lamentablemente para ella, los ángeles también están interesados en las esencias de estos seres. 
Debo reconocer que en un principio este manga no me llamaba especialmente la atención, al menos en su primer número. Afortunadamente para un servidor, la cosa empezó a cambiar a medida que avanzaban sus capítulos, de tal manera que el mundo que rodea a Aurora y sus peripecias de magical girl dan más sustancia a la trama, tanto en lo cotidiano como en lo sobrenatural. Algún que otro misterio de fondo también hay y ya han aparecido varios secundarios que dan más vida al argumento, por lo que habrá que estar atento a los siguientes números de la revista para ver cómo prosigue esta historieta. 


Respecto a las historias cortas, muchos autores siguen demostrando su buen hacer, tal y como con el especial de Halloween, ya que en el tomo noveno muchos autores se intercambian a los personajes para hacer historietas cortas muy divertidas de leer, sobre todo por verse la manera que tiene cada autor de entender a los protagonistas de sus compañeros. 

Así, por ejemplo, Kioka, de Judit Mallol (https://twitter.com/JuditMallol), si bien tuvo un principio que no me llamó especialmente la atención, tiene en su segundo y (por el momento) último capítulo un giro de guión que hace la lectura mucho más interesante, con un dibujo tan simpático como mono.

Rackham, de Bea Castillo (https://twitter.com/beacascabel), trata sobre un joven y brillante nigromante y científico que, por enfrentarse a una enfermedad para salvar a los suyos, emprende un camino sumamente peligroso. Sin entrar en muchos detalles, esta es mi historia corta favorita de los tres tomos reseñados: una preciosidad de dibujo, una historia con el espacio justo para contar lo que quiere y desarrollar lo suficiente a los personajes para que se les coja cariño... y conexión con una de las obras largas de la revista que pilla por sorpresa. 

En El idiota de mi humano, de Kamapon (https://twitter.com/kamapon), dos mascotas de sendos vecinos traman una argucia para hacer coincidir a sus dueños y que la llama del amor prenda entre ambos. Una comedia romántica dulce en el dibujo y en el guión que deja buen sabor de boca, cumpliendo con su propósito de tal manera. 

Con Escorpión, Santi Casas (https://www.instagram.com/santi.ikari/) nos cuenta la famosa fábula de la rana y el escorpión de manera distinta de la habitual: a través de la una guerra olvidada, con el excelente dibujo que acostumbra.

En Extraordinary Blue, de María Dresden (https://twitter.com/miadresden), vemos como un ángel que se está ganando las alas auxilia a una pareja de ancianos. El más bonito de los relatos cortos de esta trilogía de tomos y eso pese a que trata temas duros como el alzheimer, con una figura protagonista que es un cielo con lo rica e inocente que es.

En Sybil en el laberinto, de Miriam Bonastre Tur (https://twitter.com/miriambonastre), Lottie sirve como criada en la mansión de los Kilroy y es lo suficientemente maliciosa como para decirle a la señorita Sybil que es posible que encuentre a su recientemente fallecido padre en el laberinto de setos abandonado de los que fueron sus vecinos, puesto que muchos rumores corren sobre el lugar. Y, cuando la señora de la casa no aparece, a la sirvienta no le queda otro remedio que ir en su busca...
Buena historia de terror con un dibujo que contrasta con la trama por lo aparentemente inocente que es, con un guión que si bien le faltan una o dos páginas para ser perfecto (está bien que su misterio sea tan neblinoso, pero hubiera estado bien dar algún que otro detalle más), cumple en lo que respecta a hacer sentir que el reloj está en contra de las protagonistas y con el ambiente de misterio y de amenaza siniestra. 


Mención especial merecen los Reflejos del futuro de Blanca Mira, ya que, con tres ilustradores distintos, elabora otras tantas historietas autoconclusivas a lo largo de este trío de números con elementos de ciencia ficción siempre presentes y, aunque vinculados a la medicina en todos los casos, siempre de una manera diferente. La obra de la marcianita y su hijo es quizás la más floja, pero las otras dos son bastante más potentes, la una por cómo denuncia la avaricia de determinadas entidades y la otra por cómo da lustre a emociones humanas tan fuertes como el amor y la esperanza. 

En conclusión, Planeta Manga sigue siendo una magnífica publicación, tanto en lo referente a calidad como a precio: muy buenas historias, tanto largas como cortas, de muy diversa temática y con tomos que rondan las 300 páginas por tan solo 4.95€.

Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el amable Toni Caballero durante la Japan Weekend de Madrid de septiembre de 2021. ¡Gracias de nuevo!