domingo, 21 de julio de 2024

El Velo, de El Torres y Gabriel Hernández Walta

 En la reseña de hoy toca hablar de El Velo, tebeo que tiene por guionista a El Torres (https://x.com/ElTorres72) y por dibujante a Gabriel Hernández Walta (https://x.com/ghwalta).



Chris Luna es una médium que ayuda a los fantasmas con cuentas pendientes a pasar al Más Allá. Ahora bien, como esta profesión no es muy rentable, para no acabar arruinada, se ve obligada a volver a su hogar en Maine para vender una casa que le ha quedado en herencia. Allí le tocará volver a enfrentarse con su pasado, quizás revelando el origen de las pesadillas que la atormentan por las noches... y su significado.


El Torres nos tiene acostumbrados a buenas obras de terror: El bosque de los suicidas, Goya. Lo Sublime Terrible, Camisa de fuerza... Pues bien, El Velo no es una excepción. Para empezar, se puede afirmar que es una buena miscelánea por la manera de combinar distintos elementos, tal y como historias de fantasmas, pero también detectives y horror cósmico. En lo fantasmagórico, se incide en que los espectros son en su mayoría pobres diablos asesinados que solo quieren que se les haga justicia para poder descansar en paz, más que dignos de lástima, enlazando con obras como El sexto sentido o Entre fantasmas; si bien no es lo más original del mundo, está bien llevado como planteamiento, y te hace empatizar tanto con los espíritus como su sufrida auxiliadora. Yendo a lo detectivesco, se desarrolla particularmente en la primera mitad de la obra según Chris se apoya en policías para ayudar a los muertos, todo ello combinado de manera muy apañada con elementos que van de lo costumbrista a lo filosófico y reflexivo. En lo que a horror cósmico se refiere y, sin entrar en detalles, sobre la protagonista se cierne algo mucho más oscuro y amenazante que un espíritu confuso y atormentado y que tiene capacidad para deformar a la humanidad y a la realidad de manera más que turbia y claustrofóbica. Es importante señalar que esta historieta es de lo más cruda: asesinatos, hospitales psiquiátricos, locura, lo peor de la humanidad... Pero tiene El Torres el acierto de también poner elementos que nos rescatan, tal y como la justicia o el amor, de tal manera que el tebeo no es tan pesimista como pudiera parecer en un principio.  



Respecto al dibujo, Gabriel Hernández Hualta, tal y como ya hiciera con El bosque de los suicidas, lleva al papel un estilo sucio y oscuro ideal para historias de terror. En este sentido, viene como anillo al dedo los bosquejos de este autor, pues psicológicamente deja que la mente del lector sea la que interprete lo que está pasando en algunas viñetas muy concretas pintadas en tonos rojos. La expresividad de los personajes también está más que lograda, tanto cuando se da en escenas cotidianas con un aspecto realista como cuando se hacen viñetas esperpénticas, con unos semblantes hiperbólicos y deformes. Una paleta principalmente apagada y tétrica funcionan más que bien en lo que al coloreado se refiere, con gran predominio de los amarillos, sobre todo los mas mustios y enfermizos. A propósito de esto último: lo gore, grotesco y truculento no es precisamente sutil muchas veces, más bien al contrario, con un buen trabajo en lo que respecta a la creación de estampas con las que hacer sentir incómodo al lector.



En conclusión, El Velo es una buena obra de terror, gráfica y descarnada pero muy agradecida de leer. Podéis haceros con ella gracias a la editorial Karras por un precio de 22€, incluyendo el volumen los cuatro números de la serie original y, a modo de extra, una grapa de una veintena de páginas con bocetos del proceso de creación de la historieta.


Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el amable El Torres durante el Festival de Cómic Europeo de Úbeda de 2023. ¡Gracias de nuevo! 


domingo, 14 de julio de 2024

Locust, de Massimo Rosi y Alex Nieto – Tomo 1

En la reseña de hoy toca hablar del primer volumen de Locust, tebeo que tiene por guionista a Massimo Rosi (https://www.instagram.com/captainmaximum/?hl=es) y por dibujante a Alex Nieto (https://www.facebook.com/profile.php?id=100016055478482).

 



Un mal día un terrorífico virus se expandió por el mundo, transformando a las personas infectadas en una suerte de insectos gigantes antropófagos. Max y su anciana madre, huyendo de esta plaga, acabaron dentro del seno de una comunidad superviviente y militarizada dirigida por el carismático Ford. Pese a que Max y Ford llegaron a ser amigos, algo pasó entre ellos y separaron sus caminos drásticamente. Pero ahora, dos años después, Max busca encontrarse de nuevo con Ford y su comunidad, ya que parecen ser su mejor opción para hallar a una niña desparecida…

 

Las historias apocalípticas y las postapocalípticas suelen tender a mostrar que el ser humano, cuando cae la sociedad, es capaz de lo mejor y lo peor. Con Locust se sigue este patrón, de tal manera que Max estaría en el primer grupo: no renuncia a defenderse a sí mismo y a sus seres queridos con todos los medios a su alcance, pero sí que mantiene su brújula moral intacta. Respecto a lo de que el ser humano también es capaz de lo peor, el autor aprovecha para hablar de los peligros del fanatismo religioso más extremo y demencial y, aunque de manera hiperbólica, en el que se puede caer en tiempos de crisis, a través de los antagonistas humanos. En lo referente a los antagonistas monstruosos, se agradece que la marabunta infectada no sea de zombis al uso, sino insectos de buen tamaño entre los que en varios casos conservan signos de inteligencia e incluso retazos de personalidad y recuerdos del pasado, además de un hambre voraz, como buena plaga de langostas. Por otra parte, el ritmo narrativo está muy bien conseguido, con unos saltos temporales separados por dos años, con el pasado y el presente siempre dejando con ganas de saber más cuando se produce el siguiente salto hacia adelante o hacia atrás. Y aquí el mayor inconveniente de este primer tomo: deja la trama en un momento muy emocionante, siendo casi criminal hacerle eso al lector.

 


Respecto al dibujo, tenemos a un Alex Nieto al que se le nota la experiencia adquirida desde La invocación de Ion (reseña aquí), con un estilo menos cartoon y mucho más realista, tanto en lo que a rostro y anatomía humana se refiere. Los diseños de los monstruos insectiles sugieren no poca peligrosidad con sus fauces, garras e incluso mera presencia, todo ello con una mezcolanza de partes de langostas, cucarachas, termitas… con todo lo desagradable que da esta fusión aumentando por el hecho de que pueden verse retazos humanos en las criaturas, con el laborioso detalle de que no hay dos monstruos iguales, con gran variedad de un espécimen a otro. Esto ayuda al terror, pero Nieto sabe hacer uso de él también creando ambientes humanos decadentes y enloquecidos por el apocalipsis, con un fuerte componente sectario que a más de uno le revolverá las tripas. Y, a propósito de esto último, la violencia del tebeo no se queda atrás, con no pocas dosis de gore bastante gráfico que incluyen lo mismo monstruosas metamorfosis y el efecto de ácido sobre la carne que cortes de motosierras o impactos de escopeta.



En conclusión, si sois del gusto de obras de terror en las que la civilización se acaba y está por verse si la humanidad supera a sus monstruos exteriores e interiores, dadle una oportunidad al primer volumen de Locust. Os podéis hacer con él de manos de Leviathan Labs por un precio de 15€, incluyendo entre sus 128 páginas, además de la historieta en sí, algunos extras, tal y como una galería de ilustraciones de autores invitados.


Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el amable Alex Nieto en su presentación en Omega Center de mayo de 2023. ¡Gracias de nuevo!



domingo, 7 de julio de 2024

Fanzines de humor

Si bien poco a poco, los fanzines empiezan a resurgir entre los artistas españoles que están empezando en el mundo del noveno arte. Por ello esta entrada centrada en un puñado de obras distintas que tienen en común el buscar hacernos pasar un buen rato de diversión.

 



En Humor imbécil, de Daniel Torrado Medina (https://www.facebook.com/ooooDaniel), el autor nos saca más de una sonrisa con sus monigotes de colores, lo mismo de manera punzante con burlas hacia la gente más bruta y crédula que de manera más amarga con un fondo ecologista o con chanzas simpáticas hacia el mundo moderno. Entre el guion y el dibujo, el primero vence al segundo por ser este muy sencillo, aunque también efectivo, por implicar buena parte de los gags diálogos.

 





En Justiciero Nocturno: La Sociedad del Latrocinio de Atómica, de Pablo Rodríguez (https://www.facebook.com/pablomarianorh), el superhéroe que da nombre al título se ve atrapado en una encerrona orquestada por un odioso grupo de villanos. ¿Podrá salir el héroe de allí de una pieza y con todo lo que llevaba al entrar?

Pese al contexto cómico, este tebeo no deja de ser una crítica mordaz: comerciantes aprovechados, banqueros, explotadores, contratistas en negro, inversores iluminados, viudas negras… No se deja títere con cabeza, llevando así a la viñeta no pocas preocupaciones de nuestra sociedad, que, pese al esperpento, no dejan de ser muy reales. Respecto al dibujo, poco más o menos se puede decir lo mismo que en el tomo que originó la saga, aunque cambiando a un blanco y negro que tampoco le sienta mal.

 




En Zotachi 4: Arpías, Urracas y Alcachofas, un total de 22 artistas del susodicho colectivo (https://www.instagram.com/zotachi.fanzine/?locale=es) llevan al papel estampas e historias cortas de lo más variado, aunque con algo siempre en común: el monstruo, el ave y el alimento del título. Si bien las tramas no son siempre cómicas (alguna de terror o romance también ahí), el presente volumen no deja de ser una buena muestra de ingenio por parte de los distintos autores, por ser capaces de llevar a cabo un buen número de tramas distintas, bien sintetizadas en un espacio general de 1 a 4 páginas, que poco o nada tienen que ver salvo los tres elementos obligatorios. Así, por solo citar algunos ejemplos, usar el término Urraca para meter lo mismo a la famosa reina o al personaje de Bruguera, y lo mismo con la alcachofa de la ducha o arpía no tanto de monstruo mitológico como de mala mujer. Lo visual es una delicia por los muy distintos estilos de dibujo que hay: además de los estilos más típicos americano, europeo o japonés, lo mismo se imitan las crónicas medievales que la publicidad de mediados del XX e incluso se crean historietas con plastilina a las que luego se les toman fotos. 

 



En Guía furry para pringados, de Ariko (https://twitter.com/ari_kawaiilady) y César Bigstar (https://twitter.com/cesarbigstar), el elegante husky Husku nos introduce el mundo de los furris, así como en las distintas polémicas que rodean a estos fans de los animales antropomórficos.

Con una mezcla de cariño, humor y mala uva, se introduce al lector en el polémico (cuando no peligroso) mundo de los furris, siendo muy de agradecer para los que no estamos metidos en el mundillo esta explicación. Para mejorar en el futuro, eso sí, hay que tener más cuidado con las faltas de ortografía, así como meter dos o tres viñetas más para que algunas transiciones argumentales sean más suaves y claras. Por otra parte, el dibujante sabe cambiar muy bien de registro, pues además de su estilo estándar (bastante bonito, por otra parte), cuando la escena lo requiere, sabe asemejarse al de Osamu Tezuka o al de  Kohei Horikoshi, siendo estas referencias bastante simpáticas de leer.

Aquí el enlace para su versión en webcómic, gratuita esta gracias a la cortesía de los autores: https://www.faneo.es/comics/guiafurry/pages/1

lunes, 1 de julio de 2024

Tres obras de Fandogamia

Mucho ha llovido desde que en 2013 naciera Fandogamia, editorial comiquera que sigue al pie del cañón desde entonces y con no pocos autores españoles en su haber. Y justo de esto va esta entrada: una tríada de reseñitas de obras patrias.

 




En Demon Quest, de Enkaru (https://twitter.com/Enkaru_), un padre y una hija intentarán pasarse juntos un antiguo videojuego del primero, interpretando a dos sufridas heroínas al rescate de una princesa.

Enkaru nos ofrece una obra especialmente dirigida a aquellos que se criaron con los videojuegos hoy considerados retro, con un montón de guiños tanto entrañables como divertidos hacia títulos como Castlevania, Dragon Quest, Final Fantasy, Legend of Zelda, Super Mario Land… Los dos planos narrativos, es decir, padre e hija, por un lado, y grupo heroico, por otro, hacen muy buena combinación, tal y como con los familiares comentando la jugada o con la comparación de juegos viejos vs nuevos o con los personajes poniendo en tela de juicio algunas de las mecánicas de la partida. En este sentido, no faltan tampoco muchas roturas de la cuarta pared que hacen de la lectura algo todavía más cómico o macarra, de tal manera que los chascarrillos sacan más de una sonrisa. El dibujo es ciertamente encantador y muy disfrutable a la vista, a medio camino entre lo cartoon y lo manga, siendo de destacar tanto los encantadores chibis como los homenajes a los distintos monstruos y enemigos de otros juegos.  

 




En El duelo, de Paula Cheshire (https://twitter.com/paulacheshire_), la autora nos cuenta como fue perder a su madre por el cáncer y todo el proceso de luto y aceptación posterior a esta muerte que tan duramente la golpeó.

Obra valiente por la manera de mostrar los sentimientos de su creadora y sincerarse, El duelo es un tebeo bonito, triste y necesario. Bonito por el bellísimo y enternecedor homenaje que supone para Mari Carmen, la madre de la protagonista. Triste por no solo tratar de la pérdida de un ser querido, sino por cómo afecta a la familia del fallecido e incluso a los que viven alrededor de esta de manera tan realista como potente. Y necesario, tanto por poder ofrecer consuelo y empatía a los que estén pasando por lo mismo, como por hacer que nos demos cuenta de que deberíamos darle mucha más importancia a lo realmente importante de la vida. El dibujo, pese a su aparente sencillez, transmite muy bien sentimientos y estados de ánimo bastante profundos y complicados, unas veces mediante la representación directa y otras mediante la metáfora, sea esta más humorística, trágica o tragicómica; y todo ello haciendo uso casi en exclusiva de morado, rosa, negro y blanco, así como algún que otro color que aparece solamente en momentos muy puntuales y, con que llama en mucho la atención.

 




Nikuda, de Pedro F. Medina (https://twitter.com/Studio_Kat) y Manuel Torres (https://twitter.com/manueltorresart), transcurre en el planeta homónimo, ubicación donde dos potencias dirimieron sus diferencias con buena parte de sus tropas y poder armamentístico… pero se olvidaron de recoger a los supervivientes y sus descendientes, los cuales viven allí desde entonces. Fauna mutante, bandidos, un ejército teóricamente a cargo de todo… Y en medio de todo esto, está Noah intentado hacer de sheriff.

Webcomic gamberro donde los haya, Nikuda ha dado finalmente el salto al papel con su primer tomo. Con un ambiente que gustará mucho a los fans de obras postapocalípticas como Mad Max o Fallout, este tebeo combina muy bien westerrn, elementos soviéticos y humor negro. Tras unos primeros capítulos que nos presentan a los personajes principales y su mundo, será con el tercer episodio cuando empieza la trama vertebradora: criminales, fuerzas del orden y soldados de Nikuda están buscando por distintos motivos a una chica llamada Xaxa por su relación con el más alto escalafón militar del planeta. Y aquí otro punto a favor de esta historieta: el misterio que rodea a muchos de los personajes, tal y como con el pasado de Noah, las motivaciones de Ann y Tiger o la figura de Xanatos. Respecto al dibujo, Manuel Torres es un ilustrador muy solvente, ya sea llevando a las viñetas persecuciones de coches, tiroteos, refriegas callejeras, híbridos genéticos como las sorprendentemente cucas tienas, personalidades extremas a ojos vista…

 

Cada una de estas obras vale unos 13€ y contiene entre 128 y 136 páginas, con ediciones asequibles y bastante cuidadas, así que no dudéis en darles una oportunidad si alguna de las premisas os ha gustado.

domingo, 23 de junio de 2024

Crónicas de Mesene, de Roke González y Mateo Guerrero

En la reseña de hoy toca hablar de Crónicas de Mesene, tebeo que tiene por guionista a Roke González y por dibujante a Mateo Guerrero (https://www.facebook.com/mateo.guerrero.3954).

 



Ragnar y Baram son dos guerreros en busca de un nuevo trabajo con el que emplearse como guerreros. Para ir tirando competirán en un torneo donde, además de ganarse unas monedas, llamarán la atención del barón de Morgalad, elfo oscuro que les propondrá una misión muy bien remunerada: recuperar una reliquia élfica de una antigua torre. Lo que no saben ni Ragnar ni Baram es que son peones de una conspiración que puede provocar el caos y la guerra en Mesene…

 

Las obras que surgen a partir de partidas de rol muchas veces tienen un encanto especial. Crónicas de Mesene es uno de estos casos, con un sabor de historia de aventuras que sabe combinar y nivelar muy bien la épica con algunos momentos de comedia. La estructura rolera también está muy bien llevada a las viñetas, con el par de buscavidas al que le ofrecen una misión aparentemente simple pero que se va a ir complicando por momentos tanto en cuanto a trasfondo como en realización. El hecho de que el dúo protagonista destile cariño por parte de los autores también es algo que se nota, con las personalidades de cada uno en buena sintonía pese a sus diferencias, con un Ragnar más serio y marcial y un Baran más pícaro e inquieto. A esta pareja le viene como anillo al dedo la princesa Rowena, puesto que tiene el hambre de aventuras del uno y el sentido del deber del otro la convierte en un punto intermedio entre los dos veteranos. No faltan, por otra parte, muchos elementos del género fantástico: orcos, dragones (estos últimos muy interesantes), trampas letales, magia, maldiciones, talismanes…

 


Respecto al dibujo, resulta muy interesante ver el estilo de Mateo Guerrero hace un cuarto de siglo, con ese toque tan noventero que incluye a unos personajes estilizados y angulosos; la evolución ha sido notable a lo largo de los años, de tal manera que cuesta ver aquí la mano más perfeccionada que yace tras Turo o El bosque del tiempo, pero hay algún que otro detalle que ahí está, tal y como con la complexión de Damrod. A destacar que este tipo de dibujo que ya coqueteaba con el manga fue muy importante para el mercado español, ya que Guerrero fue el primer dibujante patrio que empezó a meter influencias japonesas en nuestros tebeos, de tal manera que se creó un precedente para algo que empezó con poca aceptación pero que ha ido ganando más y más seguidores tanto entre el público como entre los dibujantes y críticos.

 


En conclusión, si os gustan las historias roleras de fantasía épica, dadle una oportunidad a Crónicas de Mesene, importante punto de inflexión en el tebeo español. Podéis haceros con su edición 25º aniversario de manos de Dolmen por un precio de 20€, incluyendo entres sus 144 páginas, además de los cuatro números recopilados de la historieta original, algunos extras, tal y como entrevistas a los autores, ilustraciones de los personajes con el estilo actual de Mateo Guerrero y homenajes por parte de otros autores.

 

Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el amable Mateo Guerrero durante el Festival de Cómic Europeo de Úbeda de 2024. ¡Gracias de nuevo!



domingo, 9 de junio de 2024

Sesión de firmas el jueves 13 en la Feria del Libro de Madrid



Tal y como indica la imagen, este jueves me tendréis de cinco a siete de la tarde en la Feria del Libro de Madrid. Además de tenerme dedicando cualquiera de mis libros, si os apetece pasaros a saludar o estar un rato de charla, allí me tenéis. 

domingo, 2 de junio de 2024

La Frontera Norte, de Francisco García Campa

En la reseña de hoy toca hablar de La Frontera Norte:  El nacimiento del “Far West” español, ensayo obra de Francisco García Campa (https://twitter.com/bellumartis).

 



Una vez quedaron los españoles asentados en lo que hasta hace poco había sido el imperio Mexica y que luego conformaría el núcleo del Virreinato de Nueva España, no se detuvieron ahí. No solo llegaron hasta el norte del actual México, sino que también exploraron varias regiones de los actuales Estados Unidos con mayor o menor fortuna: bien con expediciones que no lograron encontrar las míticas Siete Ciudades, bien con las que lograron crear y mantener asentamientos de lo que luego se convertiría en Nuevo México o Texas.

 

Francisco García Campa ha hecho mucho por la cultura en general y por la española en particular desde su estupendísimo canal de Youtube de Bellumartis (https://www.youtube.com/@BELLUMARTISHISTORIAMILITAR). Así, desde esta plataforma, con un amplio y regular abanico de invitados, informa al público todo tipo de capítulos históricos y bélicos que abarcan desde la Prehistoria hasta nuestros días. Pues bien, además de con este canal, Francisco también ha tenido contribuciones a la literatura, tal y como el ya reseñado por aquí Cayo Mario: El tercer fundador de Roma o el libro del que trata la presente entrada.

 

La Frontera Norte recorre los siglos XVI y XVII de expansión española por Norteamérica de manera bastante acertada. Para empezar, se ha hecho un gran ejercicio de investigación y documentación, con una buena cantidad de fuentes consultadas para hacer todo lo posible por cubrir casi doscientos años de historia. En segundo lugar, esos dos siglos se exponen e incluso narran de manera de lo más entretenida, no solamente por saber el autor contarlo todo de manera interesante, sino también por la capacidad de síntesis: 300 páginas para un período bastante amplio de tiempo. También es de destacar que el autor habla lo mismo de lo mejor de la conquista española que de lo malo; así, por ejemplo, hubo veces que se engrandeció España por la vía diplomática y veces que los encomenderos y nuevos gobernantes abusaron de su poder, aunque esto iba contra las leyes y no pocas veces fueron juzgados y condenados estos abusadores. No faltan en este sentido capítulos militares espectaculares, tal y como el de la conquista de Acoma, en la que García Campa sabe transmitir muy bien la épica del momento y otros como las guerras Chichimecas con un profundo regusto a western. Y es que esto último lo recalca muy bien el volumen: como esta exploración y conquista de lo desconocido la llevaron a cabo mucho antes los hispanos que los estadounidenses. E hispanos en el más amplio sentido de la palabra, puesto que la mayor parte de los expedicionarios solían ser indios por tan solo unos pocos ibéricos o criollos en comparación, siendo de lo más interesante como a varios de los primeros se les concedía el título de hidalguía y otras mercedes, así como la convivencia que muchas veces asentaban los misioneros y que protegían los soldados de las tribus más norteñas.

 

En conclusión, La Frontera Norte:  El nacimiento del “Far West” español es un más que buen libro tanto a nivel divulgativo como incluso especializado para saber más sobre la Norteamérica española. Además del ensayo en sí mismo, dentro de las 300 páginas, este libro de HRM de 24,95€ contiene varios extras, como unos siempre bienvenidos mapas ideales para ubicarse o unas estupendas ilustraciones de Miguel Morales sobre cómo fue evolucionando la apariencia y equipamiento de los conquistadores y soldados del Nuevo Mundo.

 

Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el amable Francisco García Campa cuando presentó su libro en la librería Tercios Viejos de Madrid en diciembre de 2023. ¡Gracias de nuevo!


lunes, 27 de mayo de 2024

La bibliotecaria de Auschwitz, de Salva Rubio y Loreto Aroca

En la reseña de hoy toca hablar de La bibliotecaria de Auschwitz, tebeo que tiene por guionista a Salva Rubio (https://twitter.com/RubioSalva) y por dibujante a Loreto Aroca (https://www.instagram.com/lore.aroca/).

 


Dita es una niña checoslovaca que vive una vida apacible donde los libros son su mayor pasión. Sin embargo, un mal día de 1938 el Tercer Reich ocupa su tierra natal y, por su condición de judía, el día a día de la niña irá a peor, hasta el punto de acabar en el campo de exterminio de Auschwitz junto a su familia. Una vez allí, Fredy Hirsch, el cabecilla de los prisioneros, le encargará una misión a la joven: guardar y cuidar de la pequeña biblioteca clandestina de los allí presos. Pese al peligro de ser ejecutada por estar en posesión de libros, Dita accederá.

 

La Segunda Guerra Mundial, el nazismo y el Holocausto son sucesos que, casi un siglo después de los mismos, siguen llamando poderosamente nuestra atención. Si a esto le añadimos que muchas de las vivencias y tragedias experimentadas en este período histórico han quedado bien documentadas, es más que posible conocer aquellos años de primera mano. Tal es el caso de la adolescencia de Dita Krausová, la cual fue novelada en 2012 por Antonio Iturbe y, posteriormente, llevada al comic por Salva Rubio y Loreto Aroca en 2022 adaptando el libro al lenguaje del noveno arte.



Sin haber leído la novela, puedo decir que la obra funciona muy bien como biografía de Dita: empieza por una niñez dulce que va a enturbiarse poco a poco: no poder ir al colegio o al parque, deber levar en todo momento la estrella de David como identificación…; y un poco más adelante, tras no muchas páginas, su internamiento y supervivencia en el infame campo de exterminio de Auschwitz. Resulta muy motivador ver como la niña, pese a todo lo malo que le tocó ver, vivir y sufrir, siempre siguió adelante, muchas veces mientras velaba más por otras personas que por ella misma, tal y como haciendo el trabajo de su madre enferma para que esta no fuera ejecutada o, especialmente, siendo la bibliotecaria del campo de exterminio. Esto último es un gran canto de amor a la importancia de la cultura y al como las historias y los conocimientos nos pueden llevar a otros mundos por los que vale la pena luchar. La lectura, como ya más de alguno se habrá imaginado, es dura: angustia, humillaciones, maltratos, asesinatos… Y sin ser para todos los públicos, los autores han tenido a bien no ensañarse demasiado con los protagonistas. Cabe mencionar que el volumen es no solo bastante fiel a la realidad, sino que nos permite conocer algunas de las personalidades más importantes que hoyaron el recinto: el atleta y profesor Fredy Hirsch y el oficial y médico de las SS Josef Mengele, personalidades antagónicas a más no poder y que funcionan muy bien con respecto a Dita, en un caso, como ídolo y figura de admiración, y en el otro, como espada de Damocles. Otras relaciones reseñables son las de la protagonista con sus padres y los vaivenes que les van a afectar en mucho, así como también las habidas con los otros prisioneros, de tal manera que el comic retrata muy bien como el ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor en situaciones adversas.

 

Respecto al dibujo, Loreto Aroca tiene un estilo que le va como anillo al dedo al tebeo, puesto que puede llevar a las viñetas lo más dulce e ideal para momentos de cariño, ternura y heroísmo… chocando esto (para bien) con momentos mucho más tremebundos: perder los nervios con los seres queridos, miseria humana entre prisioneros, tratos infrahumanos… Salvo al principio, al final y en momentos muy puntuales, la paleta de colores es de un más que adecuado tono tristón, con un filtro gris verdoso o azul nocturno, según las circunstancias, que ayuda a crear una atmósfera turbia. A la naturalidad de los movimientos de los personajes (lo mismo jugando que leyendo o trabajando sin descanso) hay que añadir la buena expresividad facial: miedo, decepción, desprecio, confusión, esperanza…

 


En conclusión, y aún siendo una historia dura, La bibliotecaria de Auschwitz es un canto a la cultura y a la esperanza de lo más bonito. Podéis haceros con esta obra de Planeta Cómic por un precio de 20€, incluyendo entre sus 136 páginas, además de la historieta en sí, algunos extras sobre el proceso de creación de la misma.

 

Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo la amable Loreto Aroca durante el Festival de Cómic Europeo de Úbeda de 2024. ¡Gracias de nuevo!




domingo, 19 de mayo de 2024

Bajo el cielo de acero, de Joan Mundet

En la reseña de hoy toca hablar de Bajo el cielo de acero, tebeo obra de Joan Mundet (https://www.facebook.com/JoanMundetIlustrador).

 



Horace es un buscador de oro en el suroeste de los Estados Unidos durante la Guerra de Secesión. Durante una de sus cabalgadas por el desierto, rescata a Rita, joven que ha sido capturada por los apaches. Una vez la chica se recupera del shock que supuso la muerte de su madre, buscará ir con su tío, la única familia que le queda. Consciente de todos los peligros que hay por el camino, Horace acabará por escoltar a Rita hasta que esté a salvo. Pero no será fácil, puesto que tendrán que sobrevivir a indios, forajidos y al propio desierto.

 

El ambiente salvaje y descarnado del western es una oportunidad perfecta para mostrar lo peor y lo mejor del ser humano: trata humana, racismo, egoísmo, el ganarse la vida mediante la violencia… pero también amistad, compañerismo, empatía, solidaridad y honor. Todo ello lo muestra más que bien Bajo el cielo de acero con la relación que se va forjando entre Horace y Rita. Así, el primero se va a preocupar cada vez más y más de la segunda en vez de sencillamente querer desembarazarse de la joven, contribuyendo a endurecer a esta hasta lograr que pueda defenderse por sí misma. Pero no solo Horace es maestro de Rita, sino que ella también le enseñará distintas cosas, tal y como leer y escribir y algún que otro aspecto importante de la humanidad. De esta manera, se juega muy bien con arquetipos literarios como la extraña pareja o el maestro y el discípulo mientras los protagonistas realizan su particular periplo desértico. También es de agradecer que ningún personaje sea plano o maniqueo, de tal manera que no solamente los protagonistas tienen sus defectos, sino que incluso los villanos también tienen alguna virtud. De regreso al tema del viaje de los protagonistas: vuelve a trabajarse muy bien este otro arquetipo literario, no solo por la evolución que provoca en los protagonistas, sino por mostrar lo letal que era (y puede seguir siendo) el desierto de Sonora.

 


A esto último contribuye en mucho el dibujo: las viñetas reflejan muy bien la enormidad del desierto y lo desolado de sus parajes, no dejando lugar a dudas de su hostilidad, sin endulzar los yermos de Sonora. Tres cuartos de lo mismo se puede decir de sus gentes, ya que tanto los apaches como los forajidos de la muy permeable frontera mexicana y estadounidense tienen un aspecto tan curtido como implacable. Bastante más agradable son los retratos que se nos brindan de Horace y Rita, con el primero más curtido pero con ciertos dejes solemnes y nobles en el rostro y con la segunda con una inocencia y rectitud pese a los momentos de ira que la embargarán. Igual que en Capablanca (reseña aquí), las ilustraciones son muy realistas y la labor de documentación se hace notar para bien también. La épica hollywoodiense de los tiroteos y golpes de manos de pistoleros también está más que presente sin caer en fantasías o sucesos inverosímiles, así como la elegancia y majestuosidad de los caballos.

 


En conclusión, si os gustan los westerns, no dudéis en darle una oportunidad a Bajo el cielo de acero. Podéis haceros con esta obra de Ponent Mon por un precio de 32€ y con 184 páginas magníficamente coloreadas.

 

Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el amable Joan Mundet durante el Festival de Cómic Europeo de Úbeda de 2024. ¡Gracias de nuevo!


lunes, 13 de mayo de 2024

Crónica del Festival de Cómic Europeo de Úbeda 2024

Tras mi paso el año pasado por el Festival de Cómic Europeo de Úbeda (crónica aquí), estaba bastante tentado de repetir en 2024 también. La fortuna fue propicia y se pudo montar el viaje, así que a continuación lo mucho de bueno que tuvo, así como un par de elementos mejorables de mi estancia en tierras jienenses el 10 y el 11 de mayo.



Ubicación: La plaza de Andalucía volvió a ser el lugar de encuentro para esta cita con los tebeos, con todo lo bueno que esto tiene: ser gratuita su entrada, estar bien posicionada dentro de Úbeda, llamar la atención de los que no sabían en un principio la existencia del evento…

 



La organización: Aquí se puede aplicar rápidamente la expresión “de fans para fans”, puesto que la gente detrás del evento se le veía con tanta o más ilusión que al resto de los asistentes durante estas jornadas. Todo lo anterior quedaba muy bien complementado, además, por la rapidez con la que se ayudaba a todo aquel con dudas y por cómo se gestionaron las actividades e incluso algún que otro problema que surgió (tal y como el reparto de números para Philippe Luguy cuando se vio que su cola de firmas iba a ser larga).

 

Actividades: No faltó mucho entretenimiento liderado tanto por los organizadores como por los autores invitados. Así, por ejemplo, presentaciones de tebeos recientemente salidos al mercado, coloquios con autores veteranos, exposiciones con páginas de los dibujantes en las que los creadores iban haciendo de guías, las clásicas sesiones de firmas… 

 



Los autores: Magnífico plantel de invitados tanto en las categorías de guionistas y dibujantes, con un total de 27 oficiales (sin contar con los de callejón de artistas, pues también había ahí gente de valor). Esta buena tanda de invitados fue muy variada y para todos los gustos: lo mismo leyendas como Joan Mundet, Kim o Phillipe Luguy que veteranos como Mateo Guerrero o Abel Carrasco y jóvenes promesas como Loreto Aroca, Roberto García Peñuelas o Jose Flores. Muy buen abanico de creadores, vaya, particularmente en lo que se refiere al talento patrio y que lo mismo trabajan la comedia que el drama y géneros tan variados como el western, el thriller, la fantasía o la ciencia ficción.

 


La zona de fanzines: en medio de la plaza de Andalucía, bajo unos toldos ideales para protegerse del calor, había un buen puñado de puestos de jóvenes creadores. Alegró mucho a un servidor ver que había unos cuantos fanzines y tomos autoeditados entre estas mesas, puesto que últimamente han decaído en número estos festivales (alguno de los autores me llegó a afirmar con cierta pena que lo que vendía de verdad en los salones comiqueros ahora mismo es el merchandasing de la series de moda de cada momento…).



Las editoriales: Cascaborra, Grafito, Maldragón, Serendipia y Unrated estuvieron presentes en el evento junto a sus autores, aunque no faltó tampoco un par de tiendas donde también hacerse con obras de otros sellos para los artistas traídos directamente por la organización. 

 


Problemillas de fácil solución: Hubo algún detalle a mejorar de cara a futuras ediciones: los horarios de las firmas de los autores no siempre estaban correctamente escritos en la programación, bien por estar los ilustradores de sesión de firmas en el stand del evento en vez del de una editorial, bien por darse justo la situación contraria; para resolver esto, sencillamente, hace falta un poco más de coordinación entre editoriales y organización antes de lanzar los horarios oficiales.

 

El público: Un evento comiquero no solamente depende de lo diligente de su organización o del buen cartel de autores para dejar buen recuerdo. Los asistentes al mismo también dejan una importante huella, ya sea para bien o para mal. En esta edición, me alegra decir que fue lo primero. Así, por ejemplo, las colas fueron, precisamente por la espera que provocaban, una más que buena oportunidad para charlar con gente de gustos afines, descubrir nuevas obras y echar unas risas.



En conclusión, el Festival de Cómic Europeo sigue pisando fuerte en su edición decimosegunda y es de esperar que en el futuro siga así, por lo que su visita y disfrute están más que recomendados.


sábado, 4 de mayo de 2024

Planeta Manga - Tomos 18, 19 y 20

Nuevo trío de tomos de la revista Planeta Manga para reseñar, siendo estos muy probablemente los últimos que compre en formato físico. No en vano, ocupan mucho espacio y las estanterías de un servidor (tristemente) no son infinitas... Pero al menos los podré seguir adquiriendo en digital, así que ni tan mal. De las obras seriales vistas hasta la fecha poco se comentará del dibujo por seguir a la par que en la anterior reseña, cambiando la cosa con las nuevas, por otra parte. 




Empezando por En Gryphoon, de Luis Montes (https://www.facebook.com/luis.montes.1806), la misión de escolta de la caravana silvana se desmadra en mucho y los protagonistas se topan con una situación mucho más grave de lo que parece: o rescatan a la dríade pura de sus captores o un cataclismo natural lo arrasará todo a cien kilómetros a la redonda. Los capítulos 18 y 19 contienen buenos momentos de acción y el 20 es ideal para recobrar el aliento, aunque un vaticinio de malagüero al final del mismo vuelve a ponernos en alerta...


En Perffedion, de Fidel Tovar (https://twitter.com/Saliendodemi) y Dani Bermúdez (https://www.facebook.com/dani.bermudez.herrero), Liv empieza a darse cuenta de hasta que punto la casa de su tío es un lugar siniestro, peligroso y aparentemente inexplicable... Los capítulos anteriores ya contenían cosas inquietantes, pero lo de los números 19 y 20... puf, no es nada apto para mentes y estómagos sensibles. Y lo mejor de todo es que esa sensación de extrañamiento o locura está muy presente en la lectura, sin que se sepa de momento qué puede estar ocurriendo en la casa. Por todo ello, esta es una más que buena obra de terror que necesitas saber cómo acaba.


En Flashlight, de Sara Lozoya (https://twitter.com/uxialovegood), Jongsu y Haejin están en el karaoke y, finalmente, el primero se le declara al segundo con un beso. ¿Se romperá la amistad entre los dos amigos o evolucionará en algo mayor? La historia de amor de la presente historieta sigue de manera tan bonita como en los anteriores números, siendo de agradecer que no se estire o abuse del recurso de los malentendidos y evoluciona de manera  madura, amable y orgánica.


En Hysteria, tebeo de Sergio Hernández (https://twitter.com/SergioHdezAutor) y Lolita Aldea (https://twitter.com/lolitaaldea), Marcus sigue investigando el caso de los niños de edad congelada cuando Verónica, se la juega... y todo ello mientras, en paralelo, la pequeña Nina intenta llegar a Hysteria tras un violento y traumático suceso.

Pese a algún problemilla de verosimilitud como ya comentó Neovallense con bastante tino, este thriller tiene bastante de disfrutable y su trasfondo, servido con cuentagotas, es bastante interesante, como con la aparición del Culto o la circulación de la droga novum... A ver hacia dónde avanza esta distopía ciberpunk. 

 

En Khova, de Konata (https://www.instagram.com/konata_art1/), Aki y Sedna han vencido a los gigantescos osos que tanta desgracia provocaron... pero todavía hay asuntos que resolver, tal y como con la sangre negra o el origen allende de los mares de la pequeña Maya que parecen guardar relación con las deidades tribales. Es por ello que Aki, Sedna y Maya iniciarán un viaje en pos de la verdad. 

Tras los muy llenos de acción capítulos anteriores, es un gusto obtener un respiro con dos episodios con ningún combate pero sí con planificación, trasfondo y desarrollo de personajes, así como de la mitología del mundo, dentro de la cual ya por fin se puede descifrar la importancia tras el título. Muy interesante todo el asunto del barco, con las muchas probabilidades que puede brindar a la narración. 


En Human Exe, de Blanca Mira (https://twitter.com/Shirayukihimeh) y Eduard Balust (https://twitter.com/EduardBalust), Seiji es un alumno modélico cuya vida se viene abajo cuando descubre que es incompatible con interware, la tecnología que regula todo su mundo. Desesperado, probará suerte con un interware ilegal. La unión es tan exitosa que le permite leer los recuerdos y anhelos de la gente a la que mira a los ojos... así como ser capaz de ver y hablar con el virus de su interware. Este, astuto y premeditador, se ofrece a cumplir los deseos del adolescente a cambio de que esté le ayude a llegar a la verdad. ¿Qué hará Seiji?

Una versión corta de Human Exe ya pudo ser disfrutada por los lectores de Planeta Manga unos números atrás. Ahora bien, esta trama ciberpunk promete ser más larga y oscura, con un tono mucho más seinen y con poco o nada de shonen. Los dos capítulos vistos dejarán buen sabor de boca a los amantes de los thriller y apunta todo a que va a haber buenos derroteros en lo que a conflictos morales se refiere. Además, secuestros, asesinatos, intromisión en la privacidad o trata humana son temas que ya se han tocado y contribuyen a oscurecer un mundo que puede dar mucho juego, todo ello ilustrado por una cada vez mejor pluma de Balust fruto de la práctica, tal y como se puede ver con los fondos. 



Pasando a las historias cortas, empezamos por Los hijos de Nul, de Imar Gómez (https://www.instagram.com/dr_romas/) y Míriam Bonastre (https://www.instagram.com/miriambonastre/), historieta de dos capitulitos donde dos enfermeras tienen que meterse  en una zona de guerra cuyo bando ha dado por pérdida para salvar al soldado que ama una de ellas.

Sorprende el contraste que hay entre cómo empieza esta historia, con un dibujo tremendamente bonito y con dos protagonistas la mar de simpáticas, y la manera en la que continúa: no tanto por el belicismo de la misma, sino por las implicaciones lovecraftianas de aquello que se encuentran ambas en el campo de batalla, con un terror más que palpable. 


En K.iller, de Twillin (https://www.instagram.com/twillin_d/), un joven desesperado que no ve otra salida que el suicidio, ve en su móvil un anuncio de K.iller, empresa que le asegura que le resolverá su problema...

Aquí tenemos una obrita que es justamente lo contrario que la anterior: empieza de manera muy oscura y poco a poco se va iluminando, siendo un canto a la vida y a la esperanza, con un final que te saca una sonrisilla una vez comprendes el título. Ideal para leer cuando estés de bajón para animarte, con un dibujo más que solvente y con muy buen sombreado. 




Por útlimo, en El cartero, de Drawill (https://twitter.com/Drawill_art), tenemos a un niño que, sustituyendo a su abuelo, se ha adentrado en la peligrosa Zona 0 para llevar el correo a sus destinatarios. 

Pequeño shonen de dos capítulos que deja un mundo que puede dar mucho más de sí si se serializará la historieta, siendo una aventura con combates, ciencia ficción y algo de misterio de lo más entretenida, sabiendo alternar y equilibrar muy bien la acción y el humor siguiendo la estela de obras como Dragon Ball, One Piece y Bobobo. Estas influencias también se pueden ver en el apartado gráfico, con escenas de acción bien coreografiadas y chistes todavía más graciosos por la cara con las que reaccionan a ellos los personajes.  


En conclusión, podéis haceros con cualquiera de estos tomos por 5,95€ en físico (o por 3,49 en digital), todos ellos con cerca de 320 páginas que, además de estas y otras historietas, tienen algunos extras, como bocetos o entrevistas a los autores. 

 

Por último, la dedicatoria que me hicieron el tomo 18 Fídel Tovar, Dani Bermúdez y Drawill en el Salón del Cómic de Valencia de 2024. ¡Gracias de nuevo!