Poco a poco se van dejando sentir en las redes sociales más y
más opiniones sobre el papel de los personajes femeninos en la ficción. Particularmente
candente es el debate en torno a las mujeres guerreras por motivos tales como su papel de menor importancia en la trama con respecto a
sus contrapartes masculinas, o el hecho de que su aspecto no sea coherente con
respecto a su oficio: ropa inadecuada por su poca comodidad para la lucha, constante
sexualización, escasez de cicatrices… Precisamente al último de estos aspectos
se va a dedicar este artículo mediante tres heroínas que han sufrido
la amputación de una de sus extremidades, concretamente el brazo izquierdo. Y,
como viene siendo habitual en este blog,
se ha recurrido a dibujantes nacionales para ilustrar la entrada de marras.
Aprovecho este párrafo para, antes de entrar en materia,
felicitar a Cuervo Fúnebre por su estupendo blog (http://elvuelodelcuervofunebre.blogspot.com.es/),
así como para recomendároslo a todos, ya que ha sido este articulista el inspirador de esta entrada. Y ahora, sin más dilación, pasaré a
hablar de las heroínas en cuestión, aunque no sin avisar desde este mismo
momento en que las siguientes líneas contienen datos importantes de cada una de
sus respectivas tramas (los infames spoilers), por lo que andaros con ojo al
leer lo que sigue.
Imperator Furiosa, de
Mad Max: Furia en la carretera
(película de George Miller)
Imperator Furiosa dibujada por Luis Rodrigo Duque
No es mucho lo que se sabe del pasado de Furiosa, puesto que
ni siquiera es conocida la forma en que quedó desposeída de buena parte de su
brazo izquierdo. Lo que sí se sabe es que fue separada en su niñez de la tribu
a la que pertenecía por los soldados de Immortan Joe para ser
convertida en esclava. Sin embargo, gracias a sus habilidades marciales, iría
ascendiendo en La Ciudadela hasta convertirse en Imperator, o lo que es lo
mismo, general del contingente de los War Boys solo por debajo en autoridad del
propio Joe.
Pese a la alta graduación alcanzada entre sus compañeros de
armas, Furiosa estaba lejos de estar satisfecha con ella, puesto que detestaba
en secreto a Immortan Joe y a todo su ejército. Por ello, tras ganarse
sobradamente la confianza del tirano de La Ciudadela y sus soldados, empezó a
maquinar una fuga en la que no solamente participaría ella, sino también las
jóvenes que conformaban el harén de su caudillo. De esta manera, durante unas maniobras
ordinarias para recolectar combustible en Ciudad de la Gasolina, dio comienzo a
su ambicioso plan a bordo de un imponente camión de guerra en donde iban
ocultas sus protegidas.
Tal y como debía pasar antes o después, Immortan Joe acabó
por darse cuenta de que sus esclavas le habían sido arrebatadas. Sabiendo que
para garantizar su descendencia y legado aquellas les eran imprescindibles,
emprendió una expedición con cuántos soldados estaban a su disposición. Con una
gran habilidad al volante, Furiosa consiguió dar esquinazo a través del
desierto a casi todos sus fanáticos perseguidores tras internarse en una
tormenta eléctrica. No obstante, hubo uno que si la alcanzó: el joven Nux. Sin
embargo, sonrió aquí la suerte a Furiosa: su adversario llevaba aprisionado a
Max Rockatansky, antiguo policía relegado a ser una “bolsa de sangre” dada la
universalidad del líquido elemental que corría por sus venas. Tras noquear a
Nux, tanto Max como Furiosa y sus acompañantes acaban por llegar a la
conclusión de que se necesitan mutuamente para escapar de Joe.
Gracias a esta alianza, los fugados pudieron escapar de sus
perseguidores, logrando llegar tras un peligroso viaje hasta la tierra que
viera nacer a Furiosa. Pero aquella había cambiado radicalmente: ya no era un
vergel, sino un fétido pantano rodeado por un sofocante desierto. Fruto del
encontronazo con la realidad, Furiosa ya solamente quería escapar lejos para
tratar de hallar un nuevo paraíso en el que volver a empezar. Sin embargo, Max
acabó por convencer a la guerrera de que la solución no pasaba por huir, sino
por tomar al toro por los cuernos, es decir, dar un golpe de mano contra la
Ciudadela, aprovechando que Immortan Joe y casi todas sus tropas estaban fuera
de la misma. Esta jugada tendrá como resultado un éxito rotundo, al perecer
durante la misma no solamente Joe, sino buena parte de su maquinaria militar,
quedando desde aquel momento Furiosa como jefa de aquel oasis en medio de las arenas.
Furiosa es una experta luchadora tanto en el combate a
distancia como en el cuerpo a cuerpo, gozando de gran dominio tanto en el manejo
de armas convencionales como en las de carácter improvisado. Sus capacidades
mentales van parejas a las físicas, puesto que es una experta piloto, mecánica y
estratega con grandes dotes para el mando, debiéndose sumar a todo esto una
notable capacidad de previsión e incluso improvisación.
Claudia, de Ugnis (obra de Kaoru Okino)
Perteneciente a una familia de herreros, ya desde joven
Claudia destacaba por su buen hacer en lo referente a forjar armas. Igual que
tantos otros, el día que Zemes Rose desató la maldición del Dios del Fuego, su
vida dio un giro de ciento ochenta grados. En primer lugar perdió a su madre por la cobardía que le impidió socorrerla de las tropas de Rose. Luego fue
alcanzada en el brazo izquierdo por el fuego maldito, pasando a ser una ugnis
cuyas llamas naranjas ocultaban su miedo. Más tarde, su padre, ahora viudo,
intentó librar a Claudia de la maldición: buscando el valor en el fondo de una botella, amputó el brazo
siniestro de su hija por medio de un hachazo. Sin embargo, la maldición no se
desvaneció y reapareció en el ombligo de la joven, lo que acabaría provocando
que el padre de la misma, desesperado, acabase suicidándose.
Ahora completamente huérfana y en medio de la ola de temor
que se estaba extendiendo por todo Eldur contra los ugnis, Claudia consiguió ponerse a salvo al llegar al refugio para malditos del Reino del
Fuego. Desde allí pronto empezaría a hacerse cargo de cuantos ugnis buscasen
refugio, aprendiendo paulatinamente más y más sobre la maldición de Rose hasta llegar a conocer como controlarla y evitar que se extendiese por los cuerpos y mentes de
los afectados. Sin embargo, poco duro la calma de su nueva vida, ya que el
brujo Adel, buscando cazar ugnis, logró infiltrarse entre los refugiados
abusando de la confianza de la herrera para, pese a ser descubierto, acabar con
la vida de la híbrida Mao. Desde aquel momento Claudia se prometió así misma
acabar con Adel, para evitar que nadie más volviese a correr la suerte de Mao.
Será en este contexto cuando Claudia y su círculo de confianza (Eudan, Crow, Eras y Buppel) salven las vidas de Elizabeth Green y Gerard Watson, ambos a punto de ser finados por Adel. Trabará la manca muy
pronto una estrecha amistad con Elizabeth, convirtiéndose en su maestra a fin
de preparar a aquella para su tan ansiado enfrentamiento con Rose. La prueba de
fuego del adiestramiento será ayudar a Claudia a detener definitivamente a
Adel, siendo vital la intervención de Zabe para que Claudia no matase a su
odiado enemigo perdiéndose a sí misma para el camino. Tras esto, y con el
refugio de Eldur a buen recaudo de la amenaza de los cazadores de ugnis,
Claudia se unió a la cruzada de Elizabeth para detener a Rose y curar a todos
los malditos por el Dios del Fuego.
De personalidad jovial con sus amistades y de trato amable
con los recién conocidos, contrasta en mucho la ferocidad que Claudia muestra en
combate, ya sea armada con hacha o alabarda. Sin embargo, su actitud evoluciona
a lo largo de las páginas del comic, sobre todo a raíz del complejo debate que
tuvo con Zabe sobre la naturaleza de la guerra y la moralidad de los que en
ella combaten, pasando a hacer prisioneros desde aquel momento. Pese a esto último, su
ardor guerrero no se ve para nada disminuido, siendo todavía, pese a esta
progresión moral, una excelente guerrera. Combatiente a un mismo tiempo ágil y
fuerte (compensando en este sentido la pérdida de la mayor parte del brazo
izquierdo con su condición de ugnis), es a la par una excelente líder. Buena
planificadora y estratega, saca de la gente a su cargo lo mejor, no dudando en
arriesgar su vida en pos de un bien mayor.
Irene, de Claymore (obra de Norihiro Yagi)
Irene llegó a alcanzar durante la generación de claymores
encabezada por Teresa el nada desdeñable segundo puesto de la jerarquía de la
Hermandad. Apodada por sus compañeras como "Espada fugaz" por la velocidad
con la que esgrimía su mandoble, fue una de las elegidas para buscar y ejecutar a
Teresa cuando aquella se sublevó contra las leyes de las brujas de ojos
plateados, junto con Noel, Sophia y Priscilla. Aquella misión, ya de por sí
complicada, se acabó torciendo de la peor de las maneras posibles, con una
guerrera tan prometedora como Priscilla rebasando sus límites hasta
acabar convirtiéndose en una poderosa despertada. A esto había que sumarle la
muerte, a manos de Priscilla, no solamente de Teresa, sino también de Noel,
Sophia e Irene, lo cual implicaba que, de un plumazo, la Hermandad había
perdido a su cúspide militar.
Sin embargo, esto no era del todo cierto. Irene, aun
con las graves heridas fruto del encuentro con Priscilla en donde llegó incluso
a perder el brazo izquierdo, consiguió sobrevivir. Sin embargo, aquella
Claymore ya no era la misma de antes de enfrentarse al monstruo que la dejó
manca: era ahora consciente de su mortalidad, con el consiguiente miedo a
morir. Por esto último, y tras fingir su propia defunción, desertó de la
Hermandad, consiguiendo al poco cobijarse en una cuenca que, protegida por una
alta cordillera, la mantuvo durante mucho tiempo alejada de todo lo referente a
espectros, despertados y claymores. Sin embargo, varios años después, quiso el
destino que el segundo de los duelos entre Clare y Ophelia fuera percibido por
Irene, que extrañada de sentir el aura de Teresa, se acercó a la lucha a
indagar. Su aparición salvó la vida de Clare, ya que pese a los años
transcurridos en el ostracismo, su esgrima seguía siendo impecable, con lo que
derrotó a Ophelia.
Una semana después del fortuito reencuentro, Irene,
tras curar las heridas de Clare, descubrió que aquella joven había sido la niña
por la que Teresa había renegado de la Hermandad. Tras tratar
de convencer a la nº 47 de que olvidase la beligerancia y viviera en paz (tal
como la propia Irene), la antigua nº 2 acabó por entender que no haría cambiar
de mentalidad a Clare. Por ello, la veterana se decidió por adiestrar a la joven
personalmente de tal modo tuviese más posibilidades de sobrevivir a futuros
luchas, más si cabe ahora que Clare estaba impedida del brazo derecho, con el
consiguiente reaprendizaje del manejo de la espada con la mano izquierda.
Las cualidades de Irene son muy variadas. Sin contar
con su gran habilidad estratégica y guerrera, la más notable quizás sea su
capacidad de liderazgo, logrando lo mismo acabar en el momento con las
trifulcas fruto de la rivalidad entre Sophia y Noel, que coordinar
adecuadamente a las personas bajo su cargo (con la importante excepción de Priscilla
hacia el final de la misión ejecutora, claro). Aunque a primera vista se trata
de una mujer fría, en realidad se
preocupa por las personas a su cargo, demostrándose así que no se debe juzgar
un libro por su portada. A estas virtudes hay que sumar la de superar sus
miedos, algo a lo que van muy unidos su generosidad y capacidad de sacrificio,
algo que ya sabrán los que hayan leído la obra.
Análisis y puntos en
común entre las tres heroínas reseñadas
Es tan curioso como interesante que las tres personalidades hasta ahora
comentadas tengan entre sí varios puntos en común, sobre todo si se tiene en
cuenta que proceden de tres ámbitos tan culturalmente distintos como el
anglosajón, el hispano y el nipón. Y como muestra de ello, los siguientes
puntos en común:
Superación de las minusvalías físicas: si en algo destacan
Furiosa, Claudia e Irene frente a otros personajes de su mismo género es por lo
alejadas que están del canon de belleza tan común en las mujeres guerreras de la
ficción, con las mutilaciones bien visibles que cada una de ellas porta. En mi
opinión, este rasgo no solamente les confiere mucha personalidad como
combatientes de primera línea (con las cicatrices que ello conlleva), sino
también como personas que no se rinden ante las dificultades que les van surgiendo
en la vida, y que, pese a los graves obstáculos, aprenden a sobrellevar sus mutilaciones y a vivir con ellas.
Redención: muy en la línea del anterior punto, cada
una de los personajes señalados tiene uno o más hechos de su pasado de los que no sentir orgulloso: las atrocidades cometidas en nombre de un tirano,
abandonar a la propia madre a una muerte segura, contribuir a la creación de un
monstruo como jamás se había visto… Sin embargo, después de la desesperación,
estas heroínas decidieron redimirse a sí mismas y hacer todo lo posible para,
si no reparar los destrozos que habían causado, si compensarlos: representar a
la vida contra la muerte, ayudar a quienes tuviesen los mismos problemas que
ellas, y, en definitiva, mejorar el mundo.
Guerreras consumadas: frente a otras féminas de lo
fantástico, Furiosa, Claudia e Irene se ven a menudo forzadas a combatir, en
batallas de todo tipo, desde las que vencen con facilidad a las que llevan
las de perder: las habidas contra Immortan Joe, el Golem Titán o Teresa son ejemplos de esto último. Sin embargo, los enemigos no las
amedrentan, poniendo todo su empeño y dedicación para obtener el triunfo.
Mentoras de los personajes protagónicos: ya sea con
Irene adiestrando a Clare mientras le ayuda a adaptarse a ser zurda, con Claudia entrenando a Zabe para luchar contra Rose o con Furiosa
haciendo recobrar a Max la esperanza en la humanidad, las tres guerreras se
convierten en mentoras de aquellos que las rodean. La enseñanza muchas veces es
mutua, puesto que en los tres casos los discípulos también enseñan o hacen ver a sus
preceptoras nuevas enseñanzas.
Grandes líderes: principalmente en el terreno
combativo, pero también en otras materias, las tres heroínas señaladas recaban
rápidamente la atención de sus acompañantes como buenas líderes, ganándose la
lealtad de sus allegados tanto por su carisma como por otros
importantes elementos: predicar con el ejemplo, experiencia en distintas lides o sincera preocupación por los que la rodean.
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Y aquí acaba este artículo. Confío en que os haya gustado y
que os haya servido, entre otras cosas, como inspiración y como medio para
conocer varias historias de lo más atractivo.
Me ha encantado y muchas gracias por mencionarme, de verdad. A Irene no la conocía, pero a la que uno rasca un poco van saliendo personajes que como ellas, superan sus minusvalías convirtiéndolas en fortalezas.
ResponderEliminarYa llevaba un tiempo pergeñando la entrada, pero ha sido gracias a tus artículos (y a haber podido reunir finalmente las tres ilustraciones) que he obtenido el impulso para hacerlo, así que lo menos que podía hacer era mencionar tu aportación psicológica.
EliminarRespecto a Claymore, sospecho que te va a gustar mucho si le das una oportunidad al manga o al anime, particularmente en lo referente a personajes como Clare, Teresa, Irene, Miria o Galatea.
Yo asi la primera que estaba siempre llena de cortes y vendas fue Tank Girl que ahora con las suicide girl no destaca tanto pero para mi la preimera vez fue todo un golpe.REalmente encontrar protas con daños graves es dificil pero me parece que en 2000 adelante es mas comun verlo , incluso con Bakemono de las Xian nu o elfed lied
ResponderEliminarCiertamente, según va pasando el tiempo más se van dejando ver. Además de Mayu (como bien has señalado), se me ocurren en este momento Zombirella de "Virtual Hero", Laura de "Baila conmigo" o Litzy de "Unleashed".
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