Hoy toca crónica sobre la segunda edición del Toledo Comic Fest, cita que tuvo lugar del 25 al 27 de abril de 2025.
Iniciaba el evento el viernes a las 17:00 con la presencia de la concejala de Cultura y Patrimonio de Toledo, así como con adultos salidos del trabajo y niños que todavía llevaban sus mochilas curioseando entre los distintos puestos desplegados en la plaza de Zocodover. Hizo muy buen tiempo ese día y el siguiente, con cielo despejados y no demasiado calor, algo de agradecer.
Empezó mi jornada con un peso fuerte como es Pedro Camello, dibujante que ya les sonará a los lectores del blog por, entre otras obras, Cruz Negra o sus tomos de Cascaborra. Y este, tan jovial como de costumbre, me dedicó sus tomos de Dragones de frontera junto con Gregorio Muro Harriet, guionista de los mismos, entre que hablábamos de qué trataría el siguiente número y me hacían caer en la tentación de comprarme Feroz.
Entre tanto, los tercios españoles volvieron a desfilar por las calles de la Ciudad Imperial de manos de un grupo de recreacionistas que animaron mucho la tarde con sus actividades, entre las que se incluían representar duelos de honor o enseñar a combatir como en el Siglo de Oro al público interesado.
Poco después tocó ir al puesto de Cascaborra y obtener dedicatoria de Jorge Esteban Urabayen en el primer tomo de Paredes. La leyenda, por hacer este dicharachero artista de colorista de su tercer capítulo. Poco después me dispuse a hacer lo mismo con Inés Rico, la cual estaba dedicando en GP Ediciones su obra El marfil de Dâshur, siendo siempre un placer ver cómo los participantes de El Taller de ESDIP van sacando obras.
A continuación, retorné a Cascaborra para que Noelia Vega y Carolina Corvillo me dedicasen su Ana. La princesa de Éboli mientras hablábamos de Isabel I y Juana la Beltraneja.
Con esto concluía mi paso en la feria el viernes 25 de abril, por lo que me retiré a mis aposentos hoteleros a descansar antes de volver a la acción al día siguiente.
Ya en el sábado 26, acompañado de los berridos de unos manifestantes con unas protestas para las que ni era el momento ni el lugar y que espantaron a muchos potenciales asistentes de un evento cultural y gratuito en la citada plaza de Zocodover, fui directo a Cascaborra sobre las 10:00. Allí pude disfrutar en la segunda jornada del festival comiquero de la presencia de Miguel Babiano y Sergio Melrose mientras me dedicaban su tebeo sobre Ana María de Soto entre que hablábamos de esta y de Mulán por los paralelismos entre ambas heroínas.
Pese a un griterío tan insolente como estridente, se pudo seguir disfrutando del bonito evento, con el público echando uno ojo en los puestos tanto para ver qué volúmenes se ofrecían como para ver que autores dedicaban sus obras, tal y como con el caso de Juan Fer Briones, que me dedicó La pitillera húngara entre que hablábamos de la Guerra de la Independencia Española.
Como para culminar los últimos objetivos previstos había que esperar todavía hora y media, hice un paréntesis salonero para hacer una visita tranquila por el Museo del Ejército de lo más entretenida. Hecho esto, visité Unrated Comics para obtener dedicada David Braña y Ángel Bernuy la saga El Azote.
Una última vez fui a Cascaborra para obtener dedicatoria de Iván Luna en su Desembarco de Alhucemas, esperando todavía un ratillo hasta que llegó. Hubo conato de bronca con un tipo que decía estar antes que yo y que quería que le dedicase al mismo tiempo Luna y el también presente Raúlo Cáceres; recordando cómo se le habían colado a Neovallense en la Feria del Cómic de Madrid, me negué y se hizo el orden, de tal manera que quedaba yo primero para Luna; estas discusiones nunca son plato de buen gusto y dejan mal cuerpo, pero es necesario luchar contra lo injusto. Mejor sabor de boca, sin embargo, me dejo la última firma del evento en Serendipia: el majísimo Rafael Jiménez Sánchez, que no solo me dedicó también el Desembarco de Alhucemas donde es guionista, sino las también históricas El ángel rojo y Manos blancas.
Y hasta aquí mi paso por el Toledo Comic Fest del año 2025, con una segunda edición muy en el estilo de la primera: buen abanico de editoriales y autores, variedad de actividades más allá de las comiqueras (como, además de las de los tercios, también charlas o partidas de rol de Tolerol), buen clima y emplazamiento y cariño hacia el medio tanto por el público como por parte de los organizadores.
Muchísimo trabajo y camino, bien ahí con las firmas. Y veo que hubo variedad de estilos de dibujo y autores, lo cual ayuda al mundo del cómic. Gran reseña de la visita, gracias por compartirlo
ResponderEliminarY dentro de una semana, Úbeda. Que allí la cosa también va a estar interesante: https://comicubedabaeza.blogspot.com/p/blog-page.html
Eliminar