domingo, 26 de marzo de 2023

No lo abras jamás, de Ken Niimura

En la reseña de hoy toca hablar de No lo abras jamás, tebeo obra de Ken Niimura (https://twitter.com/ken_niimura).

 


El folclore japonés tiene algo sumamente atrayente que sigue seduciendo al público a día de hoy. Y a ello le saca muy buen partido No lo abras jamás, una antología de tres relatos nipones basados en cuentos y leyendas (tal y como los de Urashima Taro o Tsuru no Ongaeshi). Las tres tramas del tomo (un niño pescador que es recompensado por salvar a una tortuga; dos aprendices de monje haciendo trastadas; y un pilluelo que se acaba enamorando de la más candorosa de las mujeres) tienen en común dos temas: algo que se prohíbe y unos protagonistas que son incapaces de resistirse a la tentación y acaban de violar esa prohibición con funestas consecuencias.

 

Todo esto no es ni mucho menos ajeno a nuestra cultura occidental (con Pandora y su caja como primer paralelismo que se nos vendrá a la cabeza a muchos), pero son tramas interesantes de los que a día de hoy se pueden seguir sacando partido: lo prohibido es tabú por algo y muchas veces el no confiar en la gente cercana acaba por estropearlo todo. Ahora bien, estos tres relatos no se limitan a contar cuentos clásicos, sino que Niimura va un paso más allá: cambia el desenlace de cada uno de ellos para hacerlos más acorde a sus gustos. Con esto obtiene el autor dos triunfos: sorprender al lector veterano que se encuentra con algo que no esperaba y despertar el interés de aquellos que no conozcan los cuentos originales, de tal manera que, una vez leen el tebeo, buscan cómo es la leyenda original para ver qué cambia. Y todo esto durante un gran ejercicio de narración, caracterizando a los personajes rápida y certeramente para meterse de lleno a contar la historia.  

 


Respecto al dibujo, Ken Niimura tiene un estilo engañosamente sencillo. Y lo de “engañosamente sencillo” porque, si bien es cierto que dibuja a los personajes con unas pocas líneas antes de pasar a la siguiente viñeta, ahí radica su maestría: en el hecho de poder crear un personaje a partir de unas pocas pinceladas y dotarlo de gran expresividad, muy a lo cartoon. Los fondos de la obra siguen el mismo patrón, con lo que Niimura demuestra que puede hacer escenarios que dejen a las claras los lugares que transitan los protagonistas con un puñado de líneas; esto no quita, no obstante, que de vez en cuando haga grandísimos paisajes, todo sea dicho, tal y como alguna costa transitada por un puñado de navíos pesqueros que ocupa una bella y relajante doble página. Por otra parte, el coloreado se basa principalmente en blancos y negros, con algunos grises aquí y allá, así como con un rojo muy visual reservado por el autor para momentos y elementos importantes de cada historieta.

 


En conclusión, si os gusta el folclore japonés y queréis recrearos en dibujos sencillamente encantadores, no dudéis en darle una oportunidad a No lo abras jamás. Podéis haceros con este comic de 408 páginas de Astiberri por un precio de 20€.

 

Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el amable Ken Niimura durante su sesión de firmas de julio de 2021 en Omega Center. ¡Gracias de nuevo!


2 comentarios:

  1. De Niimura nunca me atrevo a hacerme con ninguna de sus obras, y eso que he estado tentado en muchas ocasiones de comprame más de una, como "Soy una matagigantes", de las que he tenido varias ediciones en las manos (la última muy maja y a un buen precio) y no me he animado. Esta obra en concreto también me parece interesante... pero no sé si llega el día en el que la tenga delante le pueda dar una oportunidad.

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    1. Pues tanto este tomo como el de Matagigantes son bastante recomendables, así que solo puedo recomendarte que te animes a darle una oportunidad a al menos uno de los dos.

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