lunes, 1 de julio de 2024

Tres obras de Fandogamia

Mucho ha llovido desde que en 2013 naciera Fandogamia, editorial comiquera que sigue al pie del cañón desde entonces y con no pocos autores españoles en su haber. Y justo de esto va esta entrada: una tríada de reseñitas de obras patrias.

 




En Demon Quest, de Enkaru (https://twitter.com/Enkaru_), un padre y una hija intentarán pasarse juntos un antiguo videojuego del primero, interpretando a dos sufridas heroínas al rescate de una princesa.

Enkaru nos ofrece una obra especialmente dirigida a aquellos que se criaron con los videojuegos hoy considerados retro, con un montón de guiños tanto entrañables como divertidos hacia títulos como Castlevania, Dragon Quest, Final Fantasy, Legend of Zelda, Super Mario Land… Los dos planos narrativos, es decir, padre e hija, por un lado, y grupo heroico, por otro, hacen muy buena combinación, tal y como con los familiares comentando la jugada o con la comparación de juegos viejos vs nuevos o con los personajes poniendo en tela de juicio algunas de las mecánicas de la partida. En este sentido, no faltan tampoco muchas roturas de la cuarta pared que hacen de la lectura algo todavía más cómico o macarra, de tal manera que los chascarrillos sacan más de una sonrisa. El dibujo es ciertamente encantador y muy disfrutable a la vista, a medio camino entre lo cartoon y lo manga, siendo de destacar tanto los encantadores chibis como los homenajes a los distintos monstruos y enemigos de otros juegos.  

 




En El duelo, de Paula Cheshire (https://twitter.com/paulacheshire_), la autora nos cuenta como fue perder a su madre por el cáncer y todo el proceso de luto y aceptación posterior a esta muerte que tan duramente la golpeó.

Obra valiente por la manera de mostrar los sentimientos de su creadora y sincerarse, El duelo es un tebeo bonito, triste y necesario. Bonito por el bellísimo y enternecedor homenaje que supone para Mari Carmen, la madre de la protagonista. Triste por no solo tratar de la pérdida de un ser querido, sino por cómo afecta a la familia del fallecido e incluso a los que viven alrededor de esta de manera tan realista como potente. Y necesario, tanto por poder ofrecer consuelo y empatía a los que estén pasando por lo mismo, como por hacer que nos demos cuenta de que deberíamos darle mucha más importancia a lo realmente importante de la vida. El dibujo, pese a su aparente sencillez, transmite muy bien sentimientos y estados de ánimo bastante profundos y complicados, unas veces mediante la representación directa y otras mediante la metáfora, sea esta más humorística, trágica o tragicómica; y todo ello haciendo uso casi en exclusiva de morado, rosa, negro y blanco, así como algún que otro color que aparece solamente en momentos muy puntuales y, con que llama en mucho la atención.

 




Nikuda, de Pedro F. Medina (https://twitter.com/Studio_Kat) y Manuel Torres (https://twitter.com/manueltorresart), transcurre en el planeta homónimo, ubicación donde dos potencias dirimieron sus diferencias con buena parte de sus tropas y poder armamentístico… pero se olvidaron de recoger a los supervivientes y sus descendientes, los cuales viven allí desde entonces. Fauna mutante, bandidos, un ejército teóricamente a cargo de todo… Y en medio de todo esto, está Noah intentado hacer de sheriff.

Webcomic gamberro donde los haya, Nikuda ha dado finalmente el salto al papel con su primer tomo. Con un ambiente que gustará mucho a los fans de obras postapocalípticas como Mad Max o Fallout, este tebeo combina muy bien westerrn, elementos soviéticos y humor negro. Tras unos primeros capítulos que nos presentan a los personajes principales y su mundo, será con el tercer episodio cuando empieza la trama vertebradora: criminales, fuerzas del orden y soldados de Nikuda están buscando por distintos motivos a una chica llamada Xaxa por su relación con el más alto escalafón militar del planeta. Y aquí otro punto a favor de esta historieta: el misterio que rodea a muchos de los personajes, tal y como con el pasado de Noah, las motivaciones de Ann y Tiger o la figura de Xanatos. Respecto al dibujo, Manuel Torres es un ilustrador muy solvente, ya sea llevando a las viñetas persecuciones de coches, tiroteos, refriegas callejeras, híbridos genéticos como las sorprendentemente cucas tienas, personalidades extremas a ojos vista…

 

Cada una de estas obras vale unos 13€ y contiene entre 128 y 136 páginas, con ediciones asequibles y bastante cuidadas, así que no dudéis en darles una oportunidad si alguna de las premisas os ha gustado.

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