En la entrada de hoy toca hablar sobre la última edición de
la Japan Weekend en la capital española, a la que pude acudir una vez más
gracias al pase de prensa que la organización tuvo la cortesía de volver a
darme.
Llegado al evento a eso de las 12:30, pude recoger con
tranquilidad mi acreditación y empezar a moverme por los pabellones 12 y 14 de
IFEMA. De los últimos años, esta ha sido sin duda una de las ediciones más
transitadas y visitadas.Varios hechos han contribuido a ello. La buena fama de las
anteriores citas y los comentarios positivos del público han ayudado a ello
en buena parte. Aunque la asistencia de invitados de gran categoría, tal y como
la directora de animación de Boku no Hero Academia, Hitomi Odashima,
también favorecieron la llegada de asistentes (160.000 según las cifras
oficiales).
Mi primer objetivo fue dos de las autoras de la célebre
revista Planeta Manga: Blanca Mira y Kaoru Okino, dos viejas conocidas
del blog. Además de felicitarlas por su serie Good
game!, aproveché también para interesarme por sus futuros
proyectos y continuaciones entre que hablábamos de esto y aquello. Estuve un
buen rato esperando en la cola que hacíamos los fans de estas dos
autoras, pero mereció la pena.
Hecho esto lo primero, por ser lo más perentorio al durar
por la mañana solo de 12:30 a 13:30, empecé a explorar el recinto ferial por
sus stands más interesantes: la zona no comercial y la del callejón de artistas
o Artist House. Esta inmensa área, compuesta por unos 300 puestos de artistas
distintos, como siempre digo, es uno de los reclamos más interesantes del
evento, pues te permite adquirir productos que no suelen estar en las tiendas.
La primera compra por estos lares se la llevó Itnas Morilla,
pues ya el título de su tebeo Cómo no invadir Troya me sedujo
rápidamente por el humor entre simpático y gamberro que se gasta.
Poco después pude conocer a la encantadora Coco Glez, así
como a su obra Small, libro ilustrado sobre el mundo interior y las
inquietudes de los artistas. No mucho después le tocaría el turno a la
simpática Ayakashiis y su Youkai skecthbook, tomo dedicado al folclore
nipón.
Rodeado de un gentío cada vez mayor, y tras buscar un sitio
habilitado para comer, me tomé un rato para descansar y comer en tranquilidad.
Como ya viene siendo costumbre, observé durante ese rato de calma la tipología
de los aficionados que acudían al festival. Y me alegra decir que había un poco
de todo: hombres y mujeres, adultos y menores… Da gusto ver que este tipo de
eventos culturales atraen a cada año que pasa a un público más y más diverso.
De vuelta al ruedo, me topé con los puestos de Liz Caballero
y el de Neón y Gurutze. A la primera ya la conocía de las redes sociales, por
lo que cayó rápidamente su inktober sobre heroínas literarias junto a su lámina
de My Hero Academia con las protagonistas vestidas con trajes típicos
españoles. A las segundas les cogí Un día de dragones, tebeo de
aventuras a la que pronto le hincaré el diente.
Deambulando, pude ver como en uno de los varios escenarios
entrevistaban, bajo la atenta mirada de decenas y decenas de fans, a los
actores de doblaje del Team Rocket: Amparo Valencia, Iván Jara y José Escobosa.
Daba gusto ver la comodidad de los actores que ponen la voz a los villanos de Pokemon
tan cómodamente entre seguidores que los han estado escuchando desde niños.
Y como no solo de tebeos vive el aficionado, no faltaron
otro tipo de puestos con los que pasar un buen rato: de videojuegos, comida, juegos
de mesa… Y como ejemplo de los primeros, la sección dedicada a Zero Uno Games,
el cual permitía probar una demo de su siguiente obra, Holmgang.
Todavía caerían en mi poder algunas cosas más antes de dejar
el evento atrás, tal y como Domobot de Ulises Lafuente o Quédate
conmigo de Nari Springfield, o marcapáginas, pegatinas y láminas varias de
otros artistas, sin faltar buena conversación con ellos. E incluso todavía acerté a pasarme por la editorial Fandogamia para comprar la divertida recopilación de tiras de Business Cat.
Y ese fue mi paso a grandes rasgos por la última Japan
Weekend madrileña. Tal y como en las últimas ediciones, se agradece el esfuerzo
e interés por parte de la organización hacia los artistas españoles con los
cerca de trescientos puestos dedicados a ellos, estando incluso numerados para
permitir al público una mejor orientación*. La oferta de ocio tampoco faltó, de
tal manera que aquel sábado era ideal para pasarlo con amigos y descubrir con ellos lo mismo nuevos autores y obras que videojuegos o actividades que iban
desde charlas y conferencias hasta talleres.
*Esto no quita que,
al ser tantos, un servidor descubriese ya tarde que se había dejado puestos sin
ver, pero al final es algo normal si uno se para a pensarlo.
Por último, algunos de mis cosplays favoritos del sábado 15
de febrero, dedicados en esta ocasión al mundo del videojuego: Death Stranding,
Dark Souls y Final Fantasy VII.
A mí no me dio tiempo verlo todo (fui el domingo), pero en el caso de la zona Artist House sí que lo vi todo (excepto la Zona +18), me detuve tantos en estos que posteriormente no pude mirar todos los puestos de la zona comercial.
ResponderEliminarComo llevaba alguna edición sin ir, me sorprendió muy positivamente todo el espacio que había ganado el evento gracias a haberlo trasladado a los pabellones 12 y 14, y había mucho que hacer (aunque no me dio tiempo a disfrutar de la mitad... pero al menos conseguí la firma de Hiroshi Nagahama). Casi que en otra ocasión voy los dos días.
Pues en tal caso nuestras experiencias fueron bastante parecidas. Y lo de los dos días quizás no sea mala idea...
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