domingo, 6 de enero de 2019

Eraclea. La leyenda de la Semilla Dorada, de Blanca Mira

En la reseña de hoy toca hablar de Eraclea. La leyenda de la Semilla Dorada, la novela de Blanca Mira (https://twitter.com/shirayukihimeh).


Orpherus es un profeta de Émina, diosa en la que no cree, pero que le sirve a él y a los suyos para ganarse el pan. Sin embargo, un día Orpherus conoce a Émina en persona y todo cambia al mandarle la deidad una misión: deberá recuperar las semillas de poder dispersas por el mundo y caídas en poder de los humanos, para así salvar al planeta de una destrucción cada vez más inminente.

Un servidor ya había leído a Blanca Mira con anterioridad, y más concretamente en formato comic gracias a Ad Mortem. Así que, tras descubrir que había sacado una novela de fantasía y que la dedicaba en Madrid, no dudé en adquirirla para ver cómo se adaptaba al cambio de formato para contar una historia. Y el caso es que la experiencia no defrauda: estamos así ante una novela que, pese a que tarda en arrancar en ese espacio que va entre el prólogo y el momento en que Émina aparece en persona, una vez lo hace se convierte en una lectura de lo más entretenida por varios motivos.

Para empezar, hay que señalar a los personajes. Comenzando por Orpherus, tenemos a alguien con una evolución muy interesante a lo largo de los capítulos, cínico, borde y cascarrabias en un principio, pero que va madurando poco a poco, atemperando varios de los rasgos ya señalados y añadiendo otros nuevos. Phoebe, la Bestia Sagrada, compañera de Orphe y localizadora de las semillas, es una muy lograda mezcla de criatura mitológica y niña pequeña a la que se le acaba cogiendo cariño. Dimpel, primera persona en acompañar al protagonista en su cruzada por el mundo, también es un interesante híbrido: ha vivido un sinnúmero de primaveras pero, pese a toda la sabiduría acumulada a lo largo de ellas, aún sigue teniendo un defecto tan gordo como la ludopatía. Lincy con su inocencia y Pródigus con su picardía, además de contraponerse muy bien entre sí, serán parte importante del círculo de Orphe también, ayudándose todos entre sí, con sus relaciones, a crecer como personas y personajes. Si este es el grupo principal de personajes, muy logrados y con personalidades bastante diferenciadas, tampoco pueden dejar de citarse a los secundarios, heroicos, villanescos o neutrales, por ser buenos engranajes que permiten a la trama ir avanzando.

Respecto a esta última, tiene una estructura relativamente homogénea cuando ya coge ritmo. Así, la novela avanza capítulo a capítulo con ciertos paralelismos: Orphe y compañía llegan a un lugar nuevo atraídos por el aura de las semillas; buscan al portador de la semilla; con más o menos dificultades logran que el portador se una a su cruzada o le extraen la semilla; y prosiguen su camino. Los poderes que otorgan las semillas, si bien no son originales en el sentido de que ya se han visto en muchos medios distintos (fuerza sobrehumana, control mental, inmortalidad, aquakinesis…), cumplen bien su cometido y dan lugar a todo tipo de aventuras distintas. Y no solo destaca aquí la diversidad de la obra, sino también a la hora de moverse por diversos géneros: comedia, con las pullas entre compañeros de armas o jugando con lo andrógino de Orpherus; tragedia por los horrores de la guerra, el fanatismo o lo caprichoso del destino; épica en las luchas o en la misión mesiánica de los protagonistas; política en lo referente a pensar en la sociedad y en la organización humana…        

En conclusión, si os gustan las historias de fantasía con buenos personajes y que aborden diversos temas y escenarios, dadle una oportunidad a Eraclea. Podéis haceros con esta novela de Nowevolution de 828 páginas por un precio de 25€, todo ello complementado con las magníficas ilustraciones de Adrià Inglés.  

Por último, la dedicatoria que me hizo en el volumen la amable Blanca Mira durante el Heroes Manga de Madrid de 2018. ¡Gracias de nuevo!  

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