domingo, 13 de enero de 2019

Elfos, de varios autores – Tomo 3

En la reseña de hoy toca volver a hablar sobre Elfos, la saga internacional ya comentada anteriormente en esta página a raíz de su primer tomo (https://caballerodecastilla.blogspot.com/2017/07/elfos-de-varios-autores-tomo-1.html).


Al igual que sus predecesores, este volumen contiene dos capítulos bien diferenciados. El primero es La dinastía de los elfos negros, pieza que cuenta con Hadrien al guión y con Ma Yi a los lápices. Aquí seguimos los pasos de Gaw´er, un elfo azul que a una edad muy temprana es captado por los elfos negros para convertirse en uno de ellos, destino que le llevará hasta la ciudadela de Slurce, bastión donde aprenderá las artes del asesinato.

Los elfos negros ya sonarán a los lectores de esta saga como gente peligrosa a la que es mejor no acercarse, tal y como se podía ver con Ulronn en El cristal de los elfos azules o con los sicarios de El honor de los elfos silvanos. Y lo bueno de este episodio es que ya tenía en estos otros dos esbozos un adelanto de las características de estos mutantes, es decir, no solamente el funesto oficio al que se dedican, sino la aleatoria (y hasta cruel) manera en la que surgen. Así, para empezar, este número ayuda a cimentar más la saga de Elfos. Pero como historia individual es, además, francamente entretenida. Así, además de ser interesantes los entrenamientos y cribas que se van haciendo en el espartano mundo de los elfos negros, también resalta la manera en que va cambiando la forma de ser de Gaw´er, cada vez menos impulsivo e inocente y más astuto y cruel a medida que van pasando las páginas de la obra, algo más que necesario para sobrevivir en el ambiente que le ha tocado madurar. Y hablando de esto último, vale la pena remarcar lo determinista que es este tebeo, no solo por el hecho de que todo aquel niño con el gen del elfo negro acabará por convertirse en un ser malvado, sino por otro hecho que es mejor no mencionar aquí para no destripar una importante sorpresa de la trama.

Respecto al dibujo, Ma Yi logra diferenciar muy bien el ambiente de atmósferas totalmente distintas. Basta para ello con ver como son las viñetas de la vida ordinaria de un elfo azul, entre navegar, faenar y comerciar en sus ambientes marineros y brillantes, en comparación con las oscuras y amenazantes estampas de Slurce, con sus negras y retorcidas murallas. Igual que los escenarios, los combates, la expresividad y los diseños de los personajes están muy logrados, consiguiendo así crear figuras como el maestro Varh´in, temible, atlético y elegante al mismo tiempo que destila sabiduría con su gesto y porte. Además, hay que resaltar ciertos detalles, como el hecho de que se aprecia muy bien cómo va creciendo poco a poco el protagonista con los años según se avanza la lectura o que la pigmentación del elfo negro no es inmediata, sino progresiva.



Por otra parte, tenemos La misión de los elfos azules, historieta cuyo guión corresponde a Jean-Luc Istin (https://www.facebook.com/jeanluc.istin) y el apartado gráfico a Kyko Duarte (https://www.facebook.com/kyko.duarte). Aquí, por otra parte, se siguen, igual que en el primer volumen, las andanzas de Lanawyn y Turin, los cuales han recibido de Aamnon una importante misión: acudir a la ciudad Aspen y descubrir que está provocando una grave mortandad entre sus habitantes.

Al buen dúo que suponen Lanawyn y Turin, personajes que iniciaron la presente saga, se unen otros nuevos para dar buen fin a su periplo: cazadores, marinos, guardianes e incluso otro viejo conocido como Nerrom, el orco nigromante, lo cual hace del grupo de salvamento uno bastante variopinto y que da pie a situaciones cotidianas de lo más diversas: pullas, romances, intercambios de pareceres más o menos amistosos… Si a un servidor ya le gustó que los elfos azules no mirasen a la humanidad con desdén y tuvieran bastante trato con ella, aquí gusta más si cabe ver a estos como seres todavía más terrenales: fallan, tropiezan, sienten miedo… Y hablando de miedo, he aquí otro importante dato: la obra, que parece que va a moverse por terrenos parecidos al anterior capítulo, acaba vagando por la senda del terror también, y de forma bastante cruda, demostrando que Istin puede desenvolverse con soltura en muy distintos géneros. Los hechos de El cristal de los elfos azules no caen en saco roto y afectarán a Lanawyn en varios aspectos, para lo bueno y para lo malo, con interesantes perspectivas de cara al futuro.

Respecto al dibujo, Kyko Duarte sigue en la misma buena línea del anterior tomo, aunque al igual que su guionista, sabe pasar de la épica y la investigación a lo tenebroso, tanto a lo que amenazantes espacios se refiere, sean estos helados llanos o ciudades sombrías, como con los personajes, con estampas bastante siniestras.


En conclusión, si os gusto el primer tomo de Elfos, no dudéis en haceros con el tercero. Podéis adquirir este tebeo de 112 páginas de manos de Yermo Ediciones por un precio de 25€.

Por último, las dedicatorias que me hicieron los amables Kyko Duarte y Jean-Luc Istin durante la Jornadas Comiqueras del Fnac de Callao de 2017. ¡Gracias de nuevo!

2 comentarios:

  1. me pilla fuera de linea, el dibujo es precioso pero tengo que engancharme a la saga desde el primero.

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    1. Pues si tienes oportunidad no dudes en echarle un ojo al primero, que la historia no desmerece a las ilustraciones.

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