En la reseña de hoy toca hablar del cuarto tomo de Dos
Espadas, saga de tebeos de Kenny Ruiz (http://www.kennyruiz.com/).
En caso de no hayas leído alguno de los anteriores volúmenes, aquí dejo los enlaces
a sus respectivas reseñas, a fin de no desvelar datos importantes del
argumento:
Si bien Naga no ha podido realizar su maleficio como
originalmente había planeado, aún así ha conseguido hechizar a todos los
hombres que se hallaban en la ceremonia del juramento de las Primeras Espadas
en la Escuela de Unicornia. Enajenados por la brujería, todos los espadachines
solo tienen en mente matar a cuanto ser vivo se cruce en su camino,
interponiéndose entre ellos y los civiles de la urbe únicamente las guerreras
que han acudido a la ceremonia. La carnicería desatada solo puede detenerse de una
forma: con la muerte de la bruja que la ha provocado.
Lo primero que debe señalarse en esta reseña es la gratitud
que le deben los fans de Kenny Ruiz a Norma Editorial por haber decidido
alargar la historieta un número más y haber permitido al autor explayarse a gusto,
dándose así lugar a un gigantesco y emocionante clímax. En este sentido, la
mayor fortaleza (y quizás la mayor debilidad, según a quien se le pregunte) del
tebeo, es que la acción no para, con muy pocos momentos de tregua para el
lector, siendo una de las notables excepciones la escena inicial del comic. Esta,
además de ser un pequeño oasis dentro de la obra, tiene una función muy
importante dentro de la saga: enseñarnos el trasfondo de Naga, y lo que la
impulsa a actuar de forma tan cruel, quedando de tal forma completo el puzle
viviente que supone la misteriosa villana.
Y también a propósito de Naga, así como del resto de
personajes, cabe destacar lo bien cerradas que quedan sus tramas argumentales, acabando muy bien hilvanadas las
unas con las otras: la búsqueda de Fenris del portador de la Espada Llameante y
la de Cira por su lugar en el mundo, la venganza de Dago y la de Naga, o la
resistencia de Esthel y su resurgimiento en medio de la locura desatada en
comparación con la caída y corrupción de Bianco… Dicho de otra manera: el autor
ha prestado mucha atención en cerrar el arco argumental que se inició en el
primer volumen de la historieta, pero con la suficiente pericia como para dejar
un cabo del que tirar para dar lugar a una posible y más que deseable secuela.
Respecto al dibujo, sigue en la línea del anterior tomo,
pero, salvo por la ya mencionada primera escena, es casi por completo un torrente
de acción digna de una película por sus grandes coreografías de lucha, siendo
especialmente patentes la violencia y el salvajismo inherente al ser humano que
desencadena Naga en los varones, pero también la valentía, decisión y
sacrificio que personifican Cira, Esthel o la Marquesa al enfrentarse a ellos,
así como la impotencia de aquellos que no pueden defenderse por sus propios
medios que los superan físicamente en mucho. Muchos detalles más podrían
mencionarse del apartado gráfico, pero es mucho mejor verlos en persona, tal y
como la sensacional última página que le da un nuevo sentido al nombre de la
saga de Dos Espadas.
En conclusión, si os ha gustado hasta ahora Dos Espadas, no
dudéis en haceros con su conclusión, pues es un espectáculo visual y emocional que
hará las delicias de los fans de Cira. Podéis haceros con este manga de Norma
Editorial por un precio de 8€, incluyendo entre sus 184 páginas, además de la
historieta en sí, algunos extras sobre el proceso de creación del tebeo.
Por último, la dedicatoria que me hicieron en el tomo Kenny
Ruiz (lápices y tintas) y Fernando López Casado (color) durante el Expocómic de
Madrid de 2014. ¡Gracias de nuevo ambos!