viernes, 26 de febrero de 2021

Noveno aniversario del blog

Como muchos ya os habréis dado cuenta, últimamente la habitualidad semanal de publicaciones en este blog ha decrecido en los últimos meses. No os voy a engañar: la actual pandemia propiciada por el Coronavirus me tiene un tanto desanimado, sobre todo desde verano, momento en el que me empecé a desinflar junto a esta bitácora.

 

Afortunadamente, parece que últimamente estoy recobrando los buenos ánimos. El hecho de que este blog siga en vigor por noveno año es uno de los motivos de ello, y creo que tras haberlo dejado en relativo barbecho durante un tiempo, ya estoy preparado para volver al ritmo habitual a partir de marzo. Pese a lo que pueda parecer a la hora de ir publicando entradas, ya que no en vano la situación vírica actual dificulta en mucho que los artistas y creadores dediquen sus obras (lo que se echan en falta los eventos comiqueros…), todavía tengo munición para rato entre sketches y firmas de eventos pasados y las dedicatorias que se hacen a distancia por parte de autores y tiendas en estrecha coordinación. Aunque solo se ha visto de manera tímida en el blog, el rol clásico, por otra parte, me ha dado fuerte este año, sobre todo durante un confinamiento cuya actividad estrella era quedarse en casa leyendo. A este respecto, quizás veáis más cosas futuriblemente en el blog…

 



Una obrita rolera corta pero muy chula: Savage Swords & Eldricht Ruins, escrita e ilustrada con el buen hacer de Jae Tanaka, muy adaptable, con un escenario trabajado, semillas argumentativas muy llamativas y una arte cartoon más que atractivo.


Respecto a las estadísticas, tal y como manda la costumbre, se pueden decir varias cosas. Para empezar, frente a las 229.042 visitas acumuladas el año pasado, esta vez me he encontrado con 264.003, cifra nada desdeñable y que implica que 34.961 visitas entre febrero de 2020 y febrero de 2021, número nada desdeñable si tenemos en cuenta que he publicado bastante menos entradas de lo habitual, con unas visitas que un año para otros solo se han reducido en apenas tres centenas gracias a la fidelidad de lectores cuyas visitas procedían de España, Estados Unidos, Italia y Alemania, fundamentalmente. Las entradas más vistas durante este año han sido, en orden inversamente proporcional, las que siguen:

5. Crepanquine: Caro Waro, con su delicioso y caricaturesco estilo, nos traía una muy buena historia de fantasía, tan oscura como trágica, que deja con los dientes largos y nos tiene esperando la secuela. Ya hay ganas de ella.

4. Los cuentos de la niebla: obra mística y tétrica que me ha hecho ver la sed que tienen los españoles por su folclore, algo que indudablemente me ha animado en estos meses a echar un ojo a nuestros muy interesantes mitos y leyendas. Eso se lo debo en buena medida a Laura Suarez.

3. El artbook de Chuma Hill: lo precioso es precioso. ¿Qué más puedo decir?

2. Castelnuovo. 1539: Cascaborra está haciendo una gran labor devolviendo a los españoles su Historia con una combinación muy equilibrada de épica y didactismo. Y la lucha contra el Turco de manos del Tercio de Sarmiento no podía ser menos. 

1. Crónica del Salón del Cómic de Valencia de 2020: Ains… mi último evento comiquero (y el de muchos otros) antes del cataclismo que vivimos a día de hoy. Si ya dejé en la crónica mi buena impresión del mismo, mientras esto escribo, con la nostalgia de los tiempos tan buenos que no sabíamos que teníamos, no hace sino aumentar.

 

Por último, no queda sino agradecer a todos los lectores que seguís esta humilde página, ya seáis veteranos o bisoños gracias a las distintas redes sociales, por contribuir a que este blog no haya quedado inactivo este nefasto 2020.

 

¡Nos leemos!

miércoles, 10 de febrero de 2021

Galdós y la Miseria, de El Torres y Alberto Belmonte

En la reseña de hoy toca hablar de Galdós y la Miseria, tebeo que cuenta al guión con El Torres (https://www.facebook.com/El.Torres.72) y a los lápices con Alberto Belmonte (https://www.facebook.com/alberto.b.luque).

 



En 1919 se descubre en Madrid la estatua dedicada al gran escritor Benito Pérez Galdós, autor presente en el acontecimiento pese a ser ya un anciano prácticamente ciego y acuciado por las deudas. Tras la solemne ceremonia, al caer la noche, los acontecimientos se suceden: dos personas se reúnen ante la estatua, discuten acaloradamente y una mata a la otra. ¿Por qué ha ocurrido esto?

 

Juan Torres lleva una trayectoria comiquera más que buena tanto en el plano español como en el internacional, con obras tan destacables como Camisa de fuerza, Apocalypse Girl o Goya. Lo Sublime Terrible, por poner solo algunos ejemplos. Pues bien, igual que ya hiciera antes con figuras como Goya o Gaudí, vuelve a coger a un sufrido artista español del pasado como protagonista. Y en esta ocasión no es otro que Galdós, el insigne escritor del Realismo. Lo primero que se debe decir de esta elección es que Torres demuestra un gran conocimiento de esta figura hispánica, tanto a nivel biográfico como literario. Respecto a lo vital, Torres separa y diferencia el presente, más gris y tristón, del pasado mediante pequeñas analepsis o flashbacks que traen consigo estampas más cálidas y amables de la vida del escritor; lo literario, por otra parte, queda más que bien reflejado en la combinación de pasajes que combinan los deprimente con lo esperanzador, muy al estilo galdosiano, con ambientes madrileños ahora cultos, ahora catetos, ya ricos, ya pobres, con un recorrido muy variado a través de las distintas miserias humanas, ya sean estas económicas o morales, las cuales no dejarán a nadie indiferente. Por otra parte, lo metaliterario está más que presente en el tebeo, con Galdós reflexionando sobre las cosas que el les ha hecho a sus personajes… y lo que sus personajes le han hecho a él. Ahora bien, Galdós no es el único protagonista principal, ya que el estrellato lo comparte con Elena, mujer en torno a la que gira el crimen brevemente narrado más arriba. Este personaje femenino es un homenaje más que bello a todas las protagonistas galdosianas y más de un lector acabará prendido de su candidez y estoicismo, así como por lo tierna que es su relación con Galdós mientras ejerce el oficio de enfermera.

 




Respecto al dibujo, Alberto Belmonte, además de encajar con lo escrito por Torres, se adapta fenomenalmente a la España de principios del siglo XX, con esa distinción entre ambientes elevados y paupérrimos, sean estos más amables o desagradables, según el caso y que a los madrileños les resultarán familiares. Los diseños de los personajes son bastante realistas, en primer lugar por el vestuario que gastan y, en segundo lugar por su diseño anatómico, con la particular excepción de los ojos y las miradas, que de vez en cuando adoptan cierto tono cartoon, tal y como puede verse a través de las gafas de Galdós en varias ocasiones, dándole un toque entre tierno y tintinesco. El coloreado tiene un papel importante a la hora de tintar los ambientes, con azules y morados para lo nocturno, verde para señalar ambientes enfermizos y naranjas para los momentos más iluminados.


 

En conclusión, si sois fans de Galdós y de la literatura del Realismo, así como si queréis un buen guión que aúne lo costumbrista e histórico con el thriller, dadle una oportunidad a Galdós y la Miseria. Podéis haceros con esta obra de Nuevo Nueve por un precio de 22€, incluyendo entre sus 98 páginas, además de la historieta en sí, varios extras sobre su proceso de creación.

 

Por último, las dedicatorias que me hicieron en el tomo los amables Torres y Belmonte a distancia por la pandemia gracias a la intervención de Omega Center. ¡Muchas gracias a todos los implicados!