En la
reseña de hoy vos a hablaros de Superman: La caída de Camelot, el comic que
tiene al guión a Kurt Busiek (http://busiek.com/)
y a los lápices a Carlos Pacheco (http://grafitosexpuestos.blogspot.com.es/).
Clark Kent recibe como encargo del periódico Daily Planet
cubrir en Kazajistán un proyecto de la doctora Carolyn Llewellyn, científica a
la que conoció en su juventud. No obstante, el reportaje se ve truncado cuando
el Sujeto-17, un extraterrestre con el que los científicos soviéticos
experimentaron, despierta de su letargo, arrasando el lugar donde iban a
reunirse Clark y Callie. A Superman no le queda otro remedio a enfrentarse con
el furioso alienígena, estando las fuerzas de ambos contendientes muy parejas.
Cuando el enfrentamiento está en su punto álgido, se para repentinamente por un
hechizo del mago Arión de Atlantis. Después de mandar lejos a Sujeto-17, Arión
le hace una terrible advertencia a Superman: si superhéroes de otros mundos
como él siguen interviniendo en el destino de la Tierra, lo único que
conseguirán es retrasar y hacer más fuerte la ola de oscuridad que se cierne
sobre todas las civilizaciones, como ya ocurriera con Atlantis y Camelot, con
el resultado de que no solamente la sociedad actual caerá, sino que también
provocará la extinción de la humanidad. ¿Renunciará Superman a socorrer a la
humanidad para así lograr salvarla?
He de confesar que Superman nunca ha sido uno de mis
personajes favoritos de comic, ya que su práctica invulnerabilidad me resulta
un poco fastidiosa. No obstante, decidí darle una oportunidad a este tebeo para
ver que tal estaba, ya que había sido dibujado por los españoles Carlos Pacheco
y Jesús Merino. Y he de admitir que me ha sorprendido gratamente. El Hombre de Acero
se enfrenta aquí a un problema como nunca antes, hasta el punto de que sus
poderes no le sirven para solucionarlo, siendo la vulnerabilidad que manifiesta
en esta historia un cambio interesante con respecto a la habitual imagen del
héroe. Además, el hecho de que Arión, al que se le puede considerar uno de los
antagonistas de la historia, no solo no sea malvado, sino que pretenda salvar
con sus acciones a la humanidad, hace de todo el conflicto algo más intrincado.
Si bien el título puede engañar un poco (ya que Superman no viaja a la
Inglaterra del Medievo), me parece muy interesante la metáfora de “la caída de
Camelot” sobre el hecho de las caídas de las sociedades, tal como por ejemplo
paso con Roma.
Esta historia puede dividirse en tres partes. La
primera parte iniciaría con un entrañable aniversario de Lois y Clark,
compaginándolo con lo que es el trabajo en el Planet y la vida del segundo como
superhéroe, cabiendo destacar más adelante la trágica figura del Sujeto-17, que
hace ver a Clark lo que le podría haber ocurrido de no haber sido criado por la
cariñosa familia de los Kent, (siendo una suerte de oscuro reflejo de lo que
podría haber sido); finaliza esta parte con el primer encuentro entre Superman
y Arión, abarcando todo tres capítulos. La segunda parte abarcaría el futuro
apocalíptico que Arión muestra a Superman, durando dos capítulos, en donde me
ha gustado mucho la figura de Lex Luthor, pasando de ser el enemigo más
emblemático de Superman, a adalid y defensor de lo queda de humanidad, hecho
que me ha resultado muy interesante; además,
se consigue presentar un panorama realmente deprimente y desolador,
estando muy logrado ese ambiente. La tercera parte ya abarcaría hasta el final
del tomo, consistiendo en la decisión que tomará Superman y las consecuencias
que esta tendrá, y no digo más para no desvelaros el argumento de la trama, que
merece ser leído.
Otro punto a favor de este tomo es que se puede empezar a
leer sin tener que haber visto con anterioridad otros comics de Superman,
siendo perfecto en este sentido para cualquier lector, ya sea su primera vez
con el Último Kryptoniano, o por el contrario, un seguidor veterano de sus
aventuras. De hecho, me arriesgaría a decir que este tebeo es perfecto para
iniciarse en el universo de los superhéroes de DC Comics, siendo además
autoconclusivo.
Respecto al dibujo, se puede definir el trabajo de
Carlos Pacheco en una palabra: magnífico. Así de simple: lo mismo hace escenas
románticas que de acción, ambas con el mismo nivel de detalle y acabado, ya sea
en lo que respecta a ternura o violencia, complementándose perfectamente con la
labor de entintador de Jesús Merino. Los personajes nuevos del universo DC son
dibujados por Pacheco desde cero, cabiendo destacar el ejercicio de imaginación
que supone esto: la atractiva Carolyn “Callie” Llewellyn, el feroz Sujeto-17, el
noble Siroco o el siniestro Khyber (de estos dos últimos digo poco, pues no
quiero desvelar demasiado). Los combates quedan muy bien coreografiados y los
personajes se distinguen fácilmente unos de otros, facilitando y haciendo más
agradable la lectura. Los fondos son muy cuidados, y pese a que los coloristas
cambian a lo largo de los números de la serie, se complementan muy bien, tanto
con el arte de Pacheco y Merino como entre ellos. Además de todo lo anterior,
caben destacar algunos detalles del dibujo de Carlos Pacheco que mejoran más
todavía el tomo, como el guiño a los españoles al salir durante una escena un presentador
de noticias “muy parecido” a Matías Prats o el hecho de hacer a Superman más
internacional, con gestos como salvar a una mujer con burka de dos skinheads o
el saludar a un árabe no dándole la mano, sino poniéndosela sobre el propio
pecho.
En conclusión, si os queréis hacer con una historia épica, emotiva,
emocionante y que en ningún momento decaiga, dadle una oportunidad a Superman: La
caída de Camelot, pues ya seáis nuevos o asiduos al género de los superhéroes,
su lectura es perfecta para todos los públicos. Os podéis hacer con esta obra
de DC Comics en España gracias a la editorial ECC, costando un total de 24’95€,
en tapa dura, con unas 258 páginas, incluyéndose como extras del tebeo un
prólogo de Javier Olivares, una biografía con el trabajo de los autores y parte
del proceso de creación de la obra, recopilando de forma unitaria este volumen los
números de Superman 654, 655, 656, 657, 658, 662, 663, 664, 657, así como
Superman Annual 13.
Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el
agradable Carlos Pacheco durante el ESCOGE Getafe de 2012 de Madrid. Debo decir
como anécdota que mientras me dedicaba el dibujo, se ponía de vez en cuando a
echarle un ojo a la edición de este tomo recopilatorio (pues creo que con la
gran cantidad de trabajo que tenía el buen hombre, no había podido verlo
todavía), y según pasaba por “x” página, me explicaba detalles sobre cómo la
creó, siendo una auténtica delicia la experiencia. Lo siguiente no puedo
asegurarlo, pero creo que tuve el honor de ser la primera persona a la que dedicó este tomo, ya que
el comic había salido hace poco a la venta y yo era el primero de la cola, cosa
que todavía no puedo creer, pues las sesiones de firmas de Carlos Pacheco están
concurridísimas y conseguir un dibujo suyo, debido al tiempo, detalle y mimo
que dedica a cada dibujo, es bastante complicado. ¡Gracias de nuevo por tu
simpatía, Carlos!