lunes, 26 de agosto de 2019

Reboot, de Manu López

En la reseña de hoy toca hablar de Reboot, manga obra de Manu López (https://twitter.com/Kuroudi).


Cisco es un mensajero que se dedica a llevar el correo en la periferia de su ciudad. Este adolescente, como todos sus vecinos, no guarda recuerdos anteriores a la construcción de la gran torre blanca que se ve en el horizonte. Sin embargo, el día que debe entregar un paquete sin remitente para el doctor Olivaw, su tranquila y despreocupada vida dará un vuelco: deberá llegar hasta la torre y traspasar unas puertas que nadie ha conseguido abrir.

La idea que más me rondaba la cabeza a la hora de reseñar Reboot era lo irregular de su estructura. Si nos atenemos a la división clásica de principio, nudo y desenlace, su inicio es claro y presenta bien a los personajes principales de la historieta y sus misiones; su final es más que satisfactorio y deja buen sabor de boca tras desvelar el gran misterio de la torre blanca; ahora bien, el nudo tiene bastantes altibajos. Para empezar, da la sensación de alargarse más de lo necesario, de tal manera que lo referido en sus páginas se podría haber contado en unas cuantas menos. Por otra parte, también es cierto que aquí se dejan caer una serie de pistas que dejan entrever muy sutilmente lo que va a ocurrir al final del tomo y que se disfrutan todavía más en posteriores relecturas. Humor y reflexiones serias sobre el ser humano (sobre todo el actual) se dan de la mano de manera importante, aunque esto a veces juega en contra del tebeo, por no haber una posición predominante a la que aferrarse.


A la hora de hablar de los personajes, hay que decir que quedan definidos rápidamente en base a sus acciones y manera de hablar, aunque ello no es óbice para que después se profundice en ellos. Ejemplo de esto lo tenemos en el doctor Olivaw, que pese la imagen un tanto frívola que da en un principio no deja de ser alguien que se ha dedicado en cuerpo y alma a ayudar a la humanidad. Cisco, por otra parte, se hace bastante realista en su manera de ser, con defectos como ser un fumador impenitente pese a su corta edad o virtudes como el cariño hacia su perro, Parche. Greta es una niña tan curiosa como chocante por no tener pelos en la lengua y por su desparpajo, siendo un buen contrapunto para el cartero por su manera de chincharlo.

Respecto al dibujo, Manu López tiene un estilo muy semejante al ya visto en la última parte de Ataraxia, fruto de su consolidación tras varios años como ilustrador. Al igual que en esta saga, aquí López puede lo mismo añadir más humor a las partes cómicas mediante el lenguaje corporal o gags inesperados que hacer lo dramático todavía más serio con según que gestos o expresiones faciales. Eso y también dejar a cuadros al lector cuando la trama lo requiere, tal y como con las dos últimas páginas del segundo capítulo. Fondos cuidados y buen uso de los negros y los grises rematan un más buen apartado gráfico.


En conclusión, si queréis leer una obra de ciencia ficción con personajes entrañables y temas más importantes de lo que parece a simple vista de fondo, dadle una oportunidad a Reboot. Podéis haceros con este manga de Norma Editorial por un precio de 8€, incluyendo entre sus 176 páginas algún que otro extra sobre el proceso de creación del comic.

Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el amable Manu López durante su sesión de firmas en el Omega Center de Madrid en noviembre de 2018. ¡Gracias de nuevo!

domingo, 18 de agosto de 2019

Starman, de Cristina Triana

En la reseña de hoy toca hablar de Starman, tebeo obra de Crisitina Triana (https://twitter.com/tineta92).




Olivia es una auténtica fanática de todo aquello que tenga que ver con los alienígenas. Por ello, cuando en verano van a su pueblo los reporteros del especializado programa Cuarta Dimensión, se ilusiona mucho. Ahora bien, las vivencias que tendrá en vacaciones junto a sus amigos Dani, Nerea, Celia y Samu nunca podrían haber sido imaginadas por su mente.

Cristina Triana presenta en Starman una obra que combina ciencia ficción, cotidianidad, amistad e incluso romance, todo ello de forma bastante correcta, simpática y con una pátina de humor. El costumbrismo que refleja el día a día del verano en los pueblos españoles le sacará una sonrisa a más de uno por lo entrañable que resulta. Las situaciones con la pandilla de amigos de Olivia son bastante divertidas y de tal manera que cada uno de sus miembros tiene personalidad propia: Samu el más gamberro, Dani el más tímido y miedoso, Celia la más bruta, Nerea la más volcada con las nuevas tecnologías y Olivia la más decidida, aunque eso no quita que esta última tenga momentos de inseguridad y decaimiento también; no faltan por aquí tampoco romances bonitos y tímidos de por medio, aunque sin hacerse en ningún momento cursis. De señalar algún defecto, sería el de los diálogos, por no saberse muchas veces quién dice qué por la distribución y forma de los bocadillos.  Por otra parte, el misterio alienígena del relato mantiene bastante bien el misterio y la intriga a lo largo de las páginas y su lectura entretiene sin aburrir, aunque es cierto que deja un par de detalles sin explicar, tal y como cierta aparición de la página 58.

Respecto al dibujo, Cristina Triana parte de una estética muy influida por el manga japonés pero con rasgos propios y personalizados. Los personajes se hacen muy dulces y expresivos, con gestos hiperbólicos a la hora de representar emociones como la ilusión, la tristeza o el miedo. El vestuario de los mismos, así como los escenarios por los que se mueven, se hacen realistas hasta el punto de que esperarías encontrarlos por España. El coloreado pastel, finalmente, añade un acabado todavía más encantador al resultado final de la obra.


En conclusión, si os apetece leer una historieta tierna y divertida que combina un marco cotidiano y elementos de ciencia ficción, dadle una oportunidad a Starman. Podéis  haceros con este tebeo de Sapristi de 136 páginas por un precio de 17´95€.


Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo la amable Cristina Triana durante el Cómic Barcelona 2019. ¡Gracias de nuevo!

domingo, 11 de agosto de 2019

I am... the Magican Trigger, de Vincent Strider

En la reseña de hoy toca hablar de I am... the Magician Trigger, webcomic obra de Vincent Strider (https://twitter.com/VincentStrider).



Trigger Eckhart es un guerrero que deambula por el mundo virtual de Ciel, unas veces como un simple pervertido, otras como un auténtico héroe. Pero… ¿quién es realmente este sujeto y de dónde ha salido? ¿Y qué es esa extraña escalada de poder de la que hace gala cuando las cosas se ponen feas?


I am… the Magician Trigger se puede definir casi inmediatamente como un shonen: se trata de una historieta de aventuras y acción, hay un abundante uso de la comedia en sus páginas, los protagonistas se van haciendo más fuertes y habilidosos a medida que su periplo vital avanza… Ahora bien, esta obra, pese a partir de estos conocidos arquetipos, sabe jugar bien con ellos. Así, por ejemplo, se utiliza más que bien la anagnórisis, es decir, los orígenes misteriosos del personaje principal, enlazando  y encajando maravillosamente bien en este sentido el tomo cuarto con el primero. En este aspecto, también se maneja bastante bien al villano, del cual, ya a la altura del tomo sexto, todavía no se conocen sus motivaciones. Los personajes femeninos principales, sin embargo, se hacen un tanto repetitivos con esa actitud tan tsundere de a ratos violentas con el protagonista, a ratos tímidas con él, si bien esto no es obstáculo para que se coja cariño a las decididas Ruki y Chisa, todo sea dicho.


Las bases del sistema de magia se explican con rapidez en un par de capítulos de los dos primeros números, y de forma clara y sencilla. El hecho de que esté basado en elementos como fuego, hielo, aire, etc., pese a no ser muy original, cumple. El punto más incoherente de la trama tiene que ver con su planteamiento, al establecer Ciel como un mundo online, ya que todo esto acaba por dejarse de lado desde el momento en que se empieza a conocer el pasado de Trigger. Por otra parte, la manera de estructurar la historia ayuda en mucho a la narración: el primer tomo transcurre en el presente, del segundo al cuarto en el pasado y del quinto en adelante en el futuro. De esta manera y en primer lugar, se presenta al protagonista del comic; sin avisar, se pasa a hablar de sus orígenes y del que será su gran enemigo y sus aliados más importantes; y, finalmente, y partiendo de lo visto cuatro años atrás, el gran desafío de Trigger.


Respecto al dibujo, Vincent Strider tiene un estilo predominantemente desenfadado, ideal para llevar a cabo todo el humor de su saga. Este es bastante variado: referencial, picantón, inesperado, gráfico… aunque el más predominante es el gamberro. Ahora bien, esto no significa que entre las páginas de este tebeo no haya sitio para la épica. Y como buen ejemplo de ello, la lucha de Ruki y Cognosceres contra Void, con lo que queda demostrado que el autor puede ponerse serio cuando la situación lo requiere. La evolución a medida que progresan los capítulos es bastante evidente, con unos personajes más pulidos y con posturas cada vez menos rígidas y más dinámicas, así como con unas escenas de lucha cada vez más ágiles y espectaculares.


En conclusión, si os gustan los shonen tan gamberros como épicos y con alguna que otra sorpresa de por medio, dadle una oportunidad a I am… the Magician Trigger. Podéis leerlo de dos formas: bien gratuitamente, como buen webcomic que es y gracias a la generosidad de su creador en Faneo (https://www.faneo.es/comics/magiciantrigger/); o bien adquiriéndolo en formato físico, habiéndose publicado seis de los ocho tomos de la saga hasta el momento. Suelen tener estos entre 126 y 168 páginas, con algunas historias o tiras cómicas inéditas a modo de extra, así como homenajes de otros ilustradores invitados, por un precio de 4´50€ el volumen.


Por último, la última de las dedicatorias que me hizo muy amablemente Vincent Strider en la Japan Weekend de Madrid de septiembre de 2018. ¡Gracias de nuevo!

domingo, 4 de agosto de 2019

Ciencia ficción a la española

Hoy toca triple reseña, con un trío de obras que, pese a sus distintos formatos, tienen en común encajar dentro de la ciencia ficción y su autoría española.


Para empezar, tenemos Proyecto Alfa, de Caryanna Reuven (https://twitter.com/caryannareuven). En esta novela corta, Alisa es una científica que ha usado su propio ADN para crear soldados clon con los que su gobierno pretende vencer a la Confederación. De momento, solo la clon Alfa ha demostrado ser un ejemplar exitoso del proyecto: con sus apenas tres meses de vida, no solo cuenta con un cuerpo adulto, sino con una mente cada vez más sagaz. Pero todos los planes científicos se van al traste cuando su nave laboratorio, la Karelia, es atacada salvajemente y estrellada contra un planeta desconocido. Tras esto, Alisa y Alfa, aparentemente las únicas supervivientes del ataque, deberán aprender a convivir y a trabajar en equipo si quieren salir airosas de la experiencia.

Esta novela corta es destacable por dos motivos: la reflexión que realiza en torno a la clonación y su dúo protagónico. En lo referente a la clonación, es interesante cómo se aborda la cuestión del ente original y la réplica, con las importantes diferencias entre ambos en lo mental y espiritual pese a las similitudes físicas. Importante es también la reflexión sobre la irresponsabilidad científica, concretamente a través de cómo se siente Alisa respecto a Alfa: primero triunfante por el éxito en ingeniería biológica, pero después horrorizada y asqueada (de forma infundada o no) al comenzar a temer que el clon pueda superar al original y ser más que ella. Y aquí es en dónde ya se puede hablar del segundo elemento más reseñable de la obra: sus dos personajes principales y su evolución individual y  conjunta. Alfa es prácticamente una niña en un cuerpo adulto, curiosa e intuitiva, siempre queriendo saber más, y su desarrollo como persona se hace muy creíble y tierno. Alisa, por otra parte, empieza siendo un personaje bastante antipático al lector, muy despótico e insensible, aunque el paso de las páginas permite empatizar más con ella. La dinámica entre Alisa y Alfa también evoluciona en mucho,  aunque no se comentará nada de ello en estas líneas para no destripar la novela. De criticar algo de la obra sería, por un lado, su principio, por lo reiterativas e incluso lentas que pueden resultar sus primeras páginas; por otro, que la inclusión del lenguaje no binario descentrará a los seguidores de la RAE, tal y como la segunda obra de esta entrada.

En conclusión, si os gusta la ciencia ficción filosófica y con buenos personajes, dadle una oportunidad a Proyecto Alfa, obra de 162 páginas que podéis conseguir bien en físico gracias a NEUH por 7€, bien en digital por 2€: https://www.neuh.es/catalogo/proyecto-alfa/


Continuamos con Torres de Vinilo y Neón, relato de Guillermo Jiménez (https://twitter.com/GuilleJiCan). Aquí, Clara está dando los últimos retoques a su videojuego, Torres de Vinilo y Neón, antes de ponerlo a la venta. Clara cuenta para ello con la compañía de Luz, su nueva novia, la cual prueba con gran ilusión el tutorial en busca de fallos a modo de testeo. Sin embargo, este momento de diversión se esfumará cuando la Inteligencia Artificial del juego decida actuar por su cuenta y riesgo: capaz de operar más allá del mundo digital, secuestra a Vicky, la expareja de Clara y parte del dúo creador de Torres de Vinilo y Neón. La IA, como condición para liberar a Vicky, impondrá a Clara un desafío. Lo que esta última no sabe es hasta qué punto se trastocará su vida el aceptarlo.

Torres de Vinilo y Neón es un relato que combina varios elementos: el gusto por el mundo de los videojuegos, una Inteligencia Artificial que va mucho más allá de su programación y la problemática de las relaciones personales truncadas. Respecto a los videojuegos, se nota el conocimiento y cariño que le tiene al medio Guillermo Jiménez, con detalles como la programación detrás de cada mundo virtual o  los speedrun como reto y entretenimiento personal. En este sentido, si bien los combates están muy bien descritos, no pasa lo mismo con los escenarios, quedándose corta la voz narradora a la hora de verbalizarlos. Por otra parte, la IA, de nombre Mai, además de ser la entidad que convierte esta narración en ciencia ficción, combina de forma interesante dos cualidades tan contrapuestas como la crueldad y la filantropía. Por último, hay que señalar que las relaciones interpersonales de los personajes de la obra generan sentimientos encontrados. Así, si la relación entre Clara y Luz es bonita y agradable, cuando se descubre el motivo de la ruptura entre Clara y Vicky se hace un tanto flojo, casi una excusa para mover la trama, puesto que el problema entre ambas se podía haber arreglado hablando. Eso sí, la frustración y el deseo por salir de una situación desesperante, virtual o económica, se hace muy real.

En conclusión, si os gustan las obras que tienen como escenario y motor los videojuegos, dadle una oportunidad a  Torres de Vinilo y Neón, obra autoeditada de 47 páginas que podéis adquirirle a Guillermo Jiménez por 5´20€ en formato físico o por 0´99€ en formato digital: https://www.amazon.es/Torres-Vinilo-Ne%C3%B3n-antolog%C3%ADa-Iridiscencia/dp/1726659429/



Materia oscura es un fanzine que contiene cuatro tebeos y un relato corto, todos ellos de ciencia ficción pese a la diferente manera de abordar el género por parte de sus distintos autores.

Así, en Lil y Ray, de Jenni C. (https://twitter.com/Jennulus), tenemos una obra de lo más divertida y simpática, con una bióloga y una ilustradora que deben documentar las especies desconocidas de un planeta salvaje, con la particularidad de que la segunda es muda y la primera lleva muy bien la voz cantante de la expedición, pero sin afectar esto para nada a los diálogos entre ambas, por el buen ejercicio de lenguaje corporal hecho por la autora.

Héroe Galáctico, de Josep Busquet (https://twitter.com/josepbusquet), tiene una estructura casi enteramente dialogada, con unas conversaciones muy fluidas y una ironía bien empleada (pero que no se explota todo lo posible), con un veterano conquistador con problemas en la aduana mientras intenta volver a su hogar.

La torre de Babel (de Jony Puente) y La caída de los falsos ídolos (de Elena Ibáñez), pese a sus diferencias, tienen bastantes puntos en común, con una clara crítica a la corrupción humana y un ansia palpable por salvar la civilización y al medio ambiente, viniendo esa salvación de nuestro interior… o de más allá. El dibujo suele seguir una estética decadente, aunque apuntando más hacia lo tecnológico con Puente y más hacia lo físico con Ibánez.

La Gran Partida, de Pablo J. Mazón (https://twitter.com/pjmazon), muestra a tres mercenarias abordando un gran carguero a la deriva, siendo el final de su expedición un genial giro argumental que dejará a más de uno sonriendo, y todo ello con un imaginativo apartado gráfico.

Por todo lo dicho, si os gustaría tener entre vuestras manos una muy variada miscelánea de ciencia ficción, no dudéis en haceros con Materia Oscura, fanzine que cuesta 5€ y con un total de 36 páginas.

¡Gracias de nuevo a todos los autores por vuestra amabilidad y dedicatorias!