En la reseña de hoy toca hablar sobre Sello de dragón, saga de tebeos que cuenta al guión con Manuel
Gutiérrez (https://twitter.com/MGsketcher)
y al dibujo con Xulia Vicente (https://twitter.com/TakiTakos).
En la decadente isla de Nilak hay dos grupos en guerra: los
skayr y los mirkyr. Los primeros han logrado domar y cabalgar dragones, así
como hacerse con el poder en la superficie. Los segundos viven bajo tierra y
cazan a los dragones de sus enemigos. Esta es la historia de dos miembros de
estos clanes, Ari el cazador e Ira la jinete, cuyo encontronazo inicial
afectará gravemente a sus pueblos y a la isla que habitan.
Sallybooks, dentro de los orígenes de su catálogo, ofreció
la primera parte de esta trilogía allá por 2016. Se titulaba Ari, cazador de dragones, y en ella se
nos narra como Ari, joven pero ducho mirkyr, vive en Nilak, comerciando con las
presas que aniquila. Al menos hasta que, durante una de sus emboscadas, queda sin
una mano ante el hachazo de una guerrera que monta un dragón blanco. Pese a
esta mutilación, se unirá a un gran grupo de cazadores que pretenden viajar
hasta Eynja para derrotar a los esclavistas skayr y hacerse con sus valiosos
recursos, con todo tipo de peripecias por el camino. No obstante, los motivos
de Ari para unirse a esta cruzada no son del todo loables: ansía vengarse de la
amazona que lo dejó mutilado.
Por otra parte, en el recientemente publicado segundo tomo, Ira, jinete de dragones, se nos narra, dentro del mismo espacio cronológico, la misma historieta, pero
desde la perspectiva de la guerrera que combatió a Ari: Ira, heredera al trono
de los skayr. Esta aristócrata, tras su terrible encuentro con el cazador,
deberá curar a su albina montura Glosoli, gravemente herida tras el encuentro
con el ya citado mirkyr. Sin embargo, esta noble, al igual que Ari, se
obsesionará con encontrar a su enemigo.
En este sentido, ya empiezan aquí las bondades del tebeo: se
dedica en estas dos primeras partes el mismo espacio a ambos antagonistas y a
sus respectivas sociedades, con los diferentes puntos de vista de cada una.
Así, ambos personajes quedan bastante bien retratados, con un Ari que prefiere
trabajar solo pero que puede hacer buen trabajo en equipo y una Ira que empieza
como una adolescente bastante caprichosa pero que acaba siendo más responsable.
Los skayr y los mikyr están inspirados, respectivamente, en los chinos y los
mongoles, algo que ayuda a dar a la aventura un aire exótico con lo
imperialista de los unos y lo nómada de los otros. La historieta tiene un
innegable sabor aventurero, aunque distinto según quién sea su protagonista:
con Ari cobra importancia la venganza y lo revolucionario, mientras que con Ira
lo hace el desarrollo personal y el misterio. Y es que el tebeo, en este
sentido, juega con un recurso tan clásico de la anagnórisis, y si bien esto no
es original, sí que se hace de forma correcta, dejando para atar los últimos
cabos sueltos en el tercer tomo. Por último, pero no menos importante, hay que
señalar que esta es una lectura fantástica para iniciar a los jóvenes en los
comics, con unos protagonistas con los que es fácil empatizar junto a un
conflicto violento pero no especialmente cruento y que se puede ver desde ambos
bandos.
Respecto al dibujo, Xulia Vicente lleva al papel un estilo
resultón y que entra rápidamente por los ojos. Los personajes tienen unos
rostros que, a partir de unos pocos trazos, les hacen ser muy expresivos, y
todos tienen algún rasgo distintivo, tal y como el peinado más que el atuendo,
que les hace fácilmente reconocibles a la vista. La isla de Nylak, con los
distintos nidos mikyr o la ciudad de Eynja, además de aumentar el contraste
entre los dos bandos en liza, ofrecen un paisaje bastante variado, lo mismo con
prados nevados, ruinas urbanas, hondos cañones… y todo ello acompañado de un
coloreado francamente bueno.
En conclusión, si os gustan las historias de aventuras,
venganzas y misterios, dadle una oportunidad a Sello de dragón. Podéis haceros con sus dos primeros números (ambos
con una cincuentena de páginas) gracias a la editorial Sallybooks a un precio de 14€ el volumen.
Por último, las dedicatorias que me hicieron en los tomos
Manuel Gutiérrez y Xulia Vicente en los tomos durante el Salón del Cómic de
Barcelona de 2019. ¡Gracias de nuevo!