En la reseña de hoy toca hablar de Infinity Outrage, comic que cuenta al guión con Víctor Santos (https://www.facebook.com/victorsantoscomics)
y al dibujo con Kenny Ruiz (https://www.facebook.com/kennyruido).
Panoceanía es una superpotencia que se extiende por
múltiples sistemas del universo. Pero cuando uno de sus planetas más alejados
empieza a cobrar ansias nacionalistas y a tratar con los traficantes de armas
de la Sociedad Drusa, el Hexaedro debe actuar: un equipo de especialistas será
enviado a neutralizar la amenaza, interviniendo tanto contra los
revolucionarios como contra los criminales. Al mando de la unidad se encontrará
la eficiente capitana Emily Handelman, la cual consigue convencer a Knauf,
veterano francotirador ya retirado, para que acepte una última misión. Lo malo
de esta es que será mucho más complicada de lo que parecía a simple vista.
El mundo de Infinity
es un juego de rol de ambientación futurista con miniaturas con un trasfondo
muy rico que fácilmente se puede llevar a otros medios. Y este comic es una
buena prueba de ello, y no solo por el buen uso que hace de la ciencia ficción,
sino también por saber combinarla con lo bélico, político, filosófico y
criminal y lograr un gran equilibrio. Y lo mejor de todo es que no hace falta
conocer el juego previamente a la lectura del comic, puesto que este se
entiende perfectamente como entidad independiente. Dentro de la historieta, a
grandes rasgos, se puede estructurar el tebeo en tres partes: la primera nos
presenta al grupo protagonista y a casi todos los personajes importantes, la
segunda es la misión en sí y la tercera son las consecuencias de la misma,
ocupando esta última parte casi la mitad del volumen. La intriga sobre qué va a
pasar a se mantiene muy bien a lo largo de las páginas, con unas cuantas
sorpresas memorables, tal y como la aparición de Jethro en escena o cierta
actuación bastante censurable de Hendelman. Y precisamente en este punto
aprovecho para hablar de otro de los grandes puntos de esta historieta: sus
personajes. Todos ellos son tremendamente humanos y es fácil simpatizar con
ellos: Emily con su evolución respecto a su gobierno, Knauf con su rabia,
Jethro en busca de una identidad…
Respecto al dibujo, Kenny Ruiz, partiendo de los diseños del
propio juego de Infinity y sus
atractivas figuras, ofrece auténticas delicias para la vista. Para empezar, las
naves espaciales, un clásico de la ciencia ficción, tienen un aspecto soberbio,
tal y como la magnífica Dolly Dagger,
transporte de los protagonistas, así como el colosal caravasar de los drusos o
el robusto mecha Stallion Jack. Los
combates son muy dinámicos y, pese a que hay un par de secuencias un poco
confusas, Ruiz ofrece los más diversos espectáculos: duelos de francotiradores,
tiroteos entre ruinas o estrechos pasillos, batallas aéreas, robots de dos
pisos en combate singular… Los
personajes que aparecen son rápidamente reconocibles, con detalles como la
gorra y el chicle de Uhahu o el rostro afilado, hastiado e iracundo de Knauf,
con algunos homenajes de por medio, tal y como los hechos a Idris Elba o Ken
Watanabe.
En conclusión, tanto si sois seguidores de Infinity como si no lo conocéis pero gustáis
de la ciencia ficción, dadle una oportunidad a Outrage. Podéis haceos con este tebeo de Corvus Belli por 12€,
incluyendo entre sus 192 páginas, además de la historia en sí, algunos extras
sobre el proceso de creación de la misma.
Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el
jacarandoso Kenny Ruiz durante la sesión de firmas que él y Víctor Santos
realizaron en el Omega Center de Madrid en mayo de 2017. ¡Gracias de
nuevo!