La feria como tal empezaba este día a las 10:00, aunque a
los poseedores de pase de prensa les dejaban pasar un poco antes, como descubrí
al llegar al lugar. Como de costumbre en esta clase de festivales, había mucha
gente haciendo cola: unos para comprar la entrada o adquirir el pase de prensa,
y otros para entrar. Cabe destacar que no hubo en este evento las
aglomeraciones que se dieron en el Expomanga 2014, con gente que directamente
se quedaba sin entrar, siendo de agradecer a la organización saber resolver
este gran inconveniente.
En Expocomic hay dos maneras de conseguir firmas: posicionarte
ante el stand de cada editorial o tienda, y hacer cola hasta que llegue el
autor una vez se abra el recinto es la primera. La segunda es estar haciendo
cola desde la madrugada en una cola especial para pedir número para la sesión de firmas del Escenario del
Expocomic. Un servidor optó solo por la segunda, ya que competir con gente que,
aún pasando frío, se queda como un poste durante muchas horas (hubo alguna
persona que estuvo haciendo esa cola madrugadora desde las 00:00), es
demasiado. En su lugar, opte por tomar posiciones ante el stand de Norma
Editorial, con la mente puesta en conseguir firmas de Mateo Guerrero y Kenny
Ruiz. Aquí de nuevo se iba a formar polémica: si bien los encargados del stand
dijeron a eso de las 10:00 que iba a darse número a los asistentes que deseasen
dedicatorias, a las 11:00 se dijo que no se usaría ese sistema, sino el de las
colas tradicionales. Esta decisión causó no poco engorro, no por hacerse el
sistema de una u otra manera, sino por la desinformación imperante. En
cualquier caso, el tiempo de espera se hizo más ameno charlando con otros
miembros de la cola, entre ellos el guionista Rubén “Mendhel” Solas, que al
igual que un servidor, buscaba una dedicatoria del cuarto tomo de Dos Espadas. Un
poco después de las 11:00, apareció Mateo Guerrero, disculpándose con la gente
que le esperaba por la tardanza, ya que un maratón madrileño le había obligado
a tomar un camino más largo en pos de llegar al recinto. Tuve la suerte de ser
el primero de esta cola, llevándome dedicado Turo.
A continuación, mi siguiente objetivo se hallaba en la
cafetería de Expocomic: Jennifer Giner López, que estaba entregando comissions
en la cafetería del Pabellón de Cristal (próximamente su ilustración podrá ser
vislumbrada). Luego, me dirigí al stand de Aleta Ediciones para conseguir Julián, obra de Pedro Camello y Gol. No
obstante, me tope con un problema: una cola que no tenía visos de ir a avanzar
rápido. Debido a que ambos autores firmaban por la tarde también, tome la
decisión de ir enredando en otros stands mientras tanto, pues si quedaba allí a
la expectativa bien podía llegar tarde a la sesión de firmas de Kenny Ruiz a
las 13:00 en Norma Editorial. Decidido esto, retorne al stand de Juego de
Tronados para que tanto Sergio Ballester como Ovidio Miguel Maestro me
dedicasen el tebeo. Tras echar unas risas con ellos, avance hasta el puesto de
El Vosque, bastante ilusionado de no ver a nadie haciendo cola. El chasco me lo
lleve cuando vi la columna de comics pendientes que tenían por dedicar. Me
preguntaron que si estaría por la tarde, y, tras mi respuesta afirmativa, me
dijeron que me pasase más adelante a por los tomos de El Vosque que había adquirido (la transacción, por ser solo en
monedas, vino como agua de mayo a Morán y Laurielle, que se habían quedado sin
cambio). Digo tomos en plural, ya que si bien el quinto lo cogí para mí,
también adquirí el primero y el segundo para regalar a posteriori.
Tras esto llegué al stand de Norma a las 12:20 para hacer
cola, con tan buena suerte que la plantilla de Revista Inari también estaba
allí, pudiendo hacer cola junto a Kaoru Okino y hablar con ella de temas tan
diversos como el asesinato del General Prim y las películas de Alien. Llegadas
ya las 13:00, Kenny Ruiz, junto a
Fernando López (que daba color a los dibujos del primero en las dedicatorias),
pasaron a dedicarme el cuarto número de Dos Espadas. Pude presenciar como Kenny
Ruiz, con su simpatía y gracejo habitual, conocía por primera vez a Kaoru
Okino, ya que nunca la había visto en persona y ni aún conocía el rostro de
esta artista madrileña. Según conversábamos, oímos comunicar a uno de los
responsables del stand de Norma que acababa de agotarse el cuarto número de Dos
Espadas. Kenny Ruiz, con cara de incredulidad, alcanzó a decir “¿Eso es bueno, no?”. Y no era para
menos: había mucha gente esperando a que se le dedicara la saga basada en el
Siglo de Oro, hasta tal punto de si bien su sesión de firmas era de 13:00 a
14:00, la alargó más de una hora, es decir, más allá de las 15:00 para
contentar a su fanaticada.
Ya con nuestros respectivos tomos nº 4 dedicados, Kaoru
Okino y un servidor se reunieron con el personal que hace posible la estupenda
publicación de Inari, el cual andaba en aquellos momentos inmerso en una
entrevista al dibujante Rafater, en las inmediaciones de la cafetería del Pabellón
de Cristal. Terminada aquella entrevista (estaos atentos a Inari si queréis
leerla: http://revistainari.blogspot.com.es/),
comeríamos todos juntos. Aprovecho para agradecer a tan buena gente que no me
tuviera por un intruso y que se me diera la acogida de uno más del grupo.
Tras la comida, los representantes de Inari y Caballero de
Castilla se dirigieron a su próximo objetivo, que la suerte había querido que
fuera el mismo: Fandogamia. Allí iba yo para que Wakana Sakamoto me dedicase el
Fanbook de Bakemono, lo cual haría a
las 15:00. En este punto los chicos de Inari, pasado un rato, tomaron rumbo al
stand de FTW!, despidiéndonos hasta la próxima. No obstante, como aún quedaba
media hora para que se personara allí Wakana, Mendhel me recomendó darme una
vuelta entre tanto, asegurándome él el puesto para la autora.
Aproveche entonces para ver una de las exposiciones del
evento, la dedicada a Teresa Valero, conteniendo aquella magnífica muestra lo mismo ilustraciones que páginas de comics,
apareciendo personalmente como una de mis favoritas la lamina que homenajea a
Amelia Eckhart.
Mientras estaba allí también conocí la empresa Heriss, la
cual realizó el estupendo cosplay de Doctor Extraño cuya foto dejo tras este
párrafo, ya que se dedican profesionalmente a la creación de vestuario para
películas, festivales o celebraciones de distintas temáticas. Aquí dejo su web
para quien pueda estar interesado: http://niduscorvi.blogspot.com.es/
Tras esto, decidí acercarme por primera vez a La Isla, el
Artist Alley de Expocomic (conjunto de artistas que se reúnen para dedicar sus
obras a los aficionados e incluso aceptar encargos personalizados y vender
productos solo adquiribles en este tipo de ocasiones, como posters o
sketchbooks). Era la primera vez que se hacía esto en Madrid, pareciendo que
esta tendencia ya se va asentando en España, como además del caso de la capital
muestran los de los salones de Barcelona y León. Me acerque hasta la mesa de
Nacho Arranz, el cual, tras dibujar en uno de sus sketchbook una preciosa
Daenerys Targaryen, como ya hiciera antes Ricardo Machuca, me dedicó Mastodonte, comentándome entre tanto que
para él el Artist Alley estaba siendo espectacular (tanto trabajo tenía
dibujando y dedicando que en todo el día solo pudo abandonar la silla un momento,
y fue para ir al baño), así como una experiencia muy grata también para varios
compañeros suyos.
Una vez hecho esto, regresé al stand de Fandogamia, donde
además de conocer a la encantadora Wakana Sakamoto mientras me dedicaba el Fanbook de Bakemono, también tuve la oportunidad de conocer a Raúl
Sierra García (http://portfoliodeldibujante.blogspot.com.es/2014/12/conicas-del-expocomic-2014-i.html),
que junto con el clásico Manu G, formaban una excelente plantilla de dibujantes
de la cada vez más pujante y notoria editorial de Fandogamia, cabiendo
felicitar a la empresa por el estupendo trabajo realizado, y no sólo en
Expocomic, sino también y al mismo tiempo, en el Salón del Comic de Zaragoza.
Tras esto, me encaminé
hasta Astiberri para que Emma Ríos me dedicase Bella Muerte, pensando que, debido a que aún quedaban 45 minutos
para que empezase su sesión de firmas, me tocaría ser el primero. Error: ya había delante de mi 8 o 9 personas
(no lo recuerdo exactamente). Armándome de paciencia, me puse a hacer tan poco
halagüeña cola. Poco halagüeña porque, aunque siendo de 16:30 a 18:00 el tiempo
que iba a estar en el stand Emma Ríos, dada la cantidad de gente delante de mí
bien podía quedarme sin firma, ya que después de las 18:00 tenía la autora
pontevedresa tenía que ir si o si a la sesión de firmas del Escenario (la que
cuyos números se conseguían madrugando). La espera se hizo más llevadera
hablando con la gente de la cola, entre los que se hallaba Alejandro C. Brook
(miembro del equipo del estupendo blog Ramen Para Dos: http://ramenparados.blogspot.com.es/);
nuevamente, el rato se hizo ameno y entretenido gracias a pasarlo con gente con
la que compartes una afición. Con la llegada de Emma Ríos la cola empezó a
avanzar, aunque también a hacerse más larga, ya que siguió llegando más gente.
Brook me dejo su tomo de Bella Muerte
para que si pudiera ser se lo dedicara Emma Ríos, ya que el deber le llamaba
(había de hacerle una entrevista a Kenny Ruiz). Finalmente llegó mi turno (el
noveno o décimo) a las 17:45, cuando el hombre que tenía detrás me pidió a modo
de favor que le cediera el puesto, ya que había de irse rápidamente al
Escenario por tener número. Venció en mi pugna interior el Quijote al Lazarillo
y se lo cedí. Finalmente, en algún punto entre las 17:50 y las 17:55 tocó ya al
que estas líneas escribe ver cómo le dedicaban Bella Muerte, y de paso el tomo de Brook, ya que a su primorosa
autora no le importo en absoluto; cabe mencionar en este punto que, debido a
que el tebeo tenía las hojas muy finas, Emma Ríos hacía dibujos sencillos en la
portadilla interior, haciendo dibujos más elaborados además si el fan de turno
le entregaba una lámina.
Hecho esto, ya pasaron a ser las 18:00, aunque como supe más
adelante, las firmas en el Escenario se retrasaron 20 minutos por alargarse más
de la cuenta la anterior actividad de aquella ubicación. Por ello, Emma Ríos (y
un cercanísimo David Rubín), siguieron firmando un rato más. A destacar el mimo
de esta autora y Astiberri por su público, ya que la editorial, además de dar una
muestra con las primeras páginas de la obra Las
meninas de Javier Olivares para que los que hacían cola estuvieran
entretenidos, guardaron la vez para que, tras firmar a la gente del Escenario,
los que hacían cola ante el stand de la editorial pudieran llevarse sus obras
firmadas.
Si bien ya el cansancio iba haciendo mella en mí, no cejé y fui
al stand de Aleta, ya que allí se les había hecho un hueco a los autores de la
editorial Grapa! Para que firmarán. Por ello, hice nuevamente cola para Pedro
Camello y Gol, ya que quería que me dedicasen Julián.
Era el tercero, pero en breve pase a ser segundo. Cuál sería mi sorpresa al
saber que ante mi estaba Jolan, escritor del magnífico blog Adalides (http://adalides.blogspot.com.es/).
Cuento como fue el encuentro: mientras a él le dedicaba Pedro Camello Guido el Negro, opte por pedirle a Gol
que fuera firmando Julián; al
terminar de hacer esto, el guionista acercó mi tomo al dibujante (perdóname Jolan
por haberme “colado”). En aquel momento, Pedro Camello me reconoció como el
articulista de Caballero de Castilla, cosa que desembocó en que Jolan también
me reconociera, por lo que no tardó en saludarme y presentarse. Es curioso
pensar que si Gol no me hubiera colado antes que Jolan jamás le hubiera
desvirtualizado…
Ya con Julián
dedicado, me moví ligeramente a la izquierda, para colocarme a la cola de Rafael
Ruiz Dávila y Nacho Tenorio, los autores de 1900.
Mientras esperaba (esta vez era el segundo) a mi turno, Alejandro C. Brook pasó
a mi lado y aproveche para darle su comic, no dejando de dar grandes muestras
de agradecimiento por ello, hecho lo cual me informó del ya mencionado retraso
de 20 minutos del Escenario. Tras
despedirme de Alejandro y ya concluida la firma del chico de delante de mí,
llego mi turno para que me fuera dedicado 1900.
Entre tanto, paso una cosa que me hizo mucha ilusión: Pedro Camello, antes de
irse de Aleta, me regaló su tebeo de Martín
Alvárez. Me quedé estupefacto ante tan gran acto de generosidad, ya que el
autor, sabiendo que no me compraba ni este tomo ni el segundo de Guido el Negro por ir a usar los pocos
euros que me quedaban en 1900 y en No Lands, me quiso hacer tan liberal
regalo, agradeciéndome de paso haber reseñado la segunda parte de Cruz Negra. Incluso me lo firmó a pesar
de estar a punto de irse con un “¡¡Para
el amigo Santiago!!”. Solo puedo acertar a decir lo siguiente: un tipo
genial.
Tras que los geniales Rafael Ruiz Dávila y Nacho Tenorio me
dedicasen 1900, me desplacé hasta el stand de enfrente: No Lands. Allí compré
la saga de Pedro R. M. Andreo y Xabi Gastelu: Aartha: Chronicles of No Lands.
Tras esto me quedaban dos cosas por hacer antes de retirarme
al hogar: recoger los tomos de El Vosque
dedicados era la primera, teniendo la buena suerte de encontrarme junto a Morán
y Laurille a Carlos Aza, autor al que aproveché a saludar. Estando el stand de
FTW! allí al lado, también aproveche a saludar a EvilPollo y a Ransil. Lo
segundo que me quedaba por hacer era echar un vistazo general a lugar,
aprovechando para degustar con la vista la exposición dedicada a Flash Gordon,
así como las tiendas que todavía no había contemplado aún.