En la reseña de hoy toca volver a hablar de Planeta Manga, y
más concretamente de los nuevos volúmenes recopilatorios con historietas
continuadas o autoconclusivas que han ido siguiendo al primero número (https://caballerodecastilla.blogspot.com/2019/12/planeta-manga-mis-historias-favoritas.html), y de le
las que más he disfrutado.
En Good game!, de Blanca Mira (https://twitter.com/Shirayukihimeh) y Kaoru Okino (https://twitter.com/Pencilness), Yuki y Enishi logran
clasificarse para asistir a la Good Game Academy y entrar en el concurso de
creación de videojuegos, la primera para conocer a su hermano Alex y el segundo
para seguir sus sueños y homenajear a su padre. Pero la competición será dura
en más de un sentido…
El gran sentido del humor del primer capítulo sigue
haciéndose notar en los siguientes, igual de divertido. Ahora bien, lo hace con
un añadido: el clásico torneo de los shonen, sin faltar buenos contrincantes y
rivalidades de por medio. Los distintos personajes de la historieta, todos
ellos distintos y con sus particulares neuras, forman entre sí uno de los
mejores puntos del manga: el representante con pintas de Horatio Caine, la
streamer Mel, el insidioso antagonista… De señalar algo a mejorar: que no se
vea verdaderamente como Enishi trabaja en el día a día pese a su mutilación,
algo que estaría muy bien de cara a continuar con esa parte del espíritu de
superación ya visto en el primer capítulo. El dibujo, por otra parte, se aúna
de manera ideal con el guión, tanto en lo sentimental como, especialmente, en
lo cómico, con un diseño de personajes muy trabajado tanto por su atractivo
como por no haber dos iguales.
En Gryphoon, de Luis Montes (https://www.facebook.com/luis.montes.1806),
Noah, Khaine, Keats y Anthorxa son cuatro de los 476 candidatos a cadetes de
Gryphoon de esta quinta. Para hacer una criba, solo ciento veinte de ellos
serán reclutados: aquellos que lleguen los primeros a La Fuente, la academia de
Gryphoon en la montaña de La Espina del Dragón. Pero acercarse a aquella base
no será fácil: las bestias autóctonas, la desorientadora geografía, otros
candidatos que eliminan la competencia… y los eckhos del lugar, claro, serán
serios obstáculos.
Montes continua desarrollando elementos vistos en el
primer volumen: la amistad del grupo principal pese a sus diferencias, el
trasfondo del mundo en el que se desarrolla la historieta (de forma elegante
con cuentagotas, capítulo a capítulo, sin aturullar), combates épicos en los
que el grupo protagonista tiene que combinar sus diferentes talentos entre sí
para obtener el triunfo, más momentos cómicos (como en el que Noha le da la
bienvenida a Rain al grupo) y el agrandado del misterio que envuelve a la
guerrera efreet. Todo ello con diseños bastante heterogéneos de los candidatos
al cuerpo de élite y feroces para los monstruos a los que se enfrentan.
En Alter Ego, de Ana C. Sánchez (https://twitter.com/kumanakris),
Noel empieza a aceptar el noviazgo de Elena y Hiro, al no quedarle más remedio,
tras el “chantaje” de June, para no perder la amistad de la primera. Pero como
las relaciones humanas son tan complejas y complicadas, todo acabará por
enredarse…
En un principio, Alter Ego no me hacía mucha
gracia, sobre todo por su protagonista, bastante antipática e incluso tóxica.
Pese a ello, le di una segunda oportunidad para ver si Noel era capaz de
redimirse de alguna manera y, pese a que ya en el segundo número se ve venir de
lejos cómo va a acabar la historia, el desenlace no deja de resultar
satisfactorio por obvio. Así, esta es una historia de desamor y amor ideal para
todos aquellos que gusten de las tramas románticas.
En Backhome, de Sergio Hernández (https://twitter.com/SergioHdezAutor) y Toni
Caballero (https://twitter.com/ToniCabArt), Ann
Harper vuelve a la localidad de Woscastle para reencontrarse con su hermano
pequeño. Pero el pueblo ha cambiado mucho y está abandonado casi por completo,
salvo por dos excepciones: soldados y extrañas y amenazantes sombras. Cuando
los primeros salvan a Ann de las segundas, la chica será llevada a la fuerza a
su base de operaciones, lugar dónde se reencontrará con Eiden, un amigo de su
infancia. ¿Descubrirá que ha sido de su hermano y del lugar en dónde se
separaron?
Recuerdo que un amigo me dijo que la portada del tercer número de Planeta
Manga, aquella en la que destaca el dúo protagónico de Backhome le atraía
mucho por recordarle a Resident Evil, es decir, por su aire de survival
horror. Y ahí tengo que darle la razón: en los dos números que lleva la
serie, además de prometer mucho la trama, los personajes principales están en
peligro en todo momento en mayor o menor grado, ya sea por los monstruos de
fuera de la base o por Thomas, el superior de Eiden. Y el hecho de que la
amenaza externa que los acecha sea tan misteriosa, pese a ser uno de los
pilares de la trama, está muy bien llevado en lo que a mantener la intriga se
refiere. En definitiva, terror, supervivencia, soldadesca y misterio combinados
en un cóctel que deja con ganas de ver cómo avanza. Y, para redondear todo lo
anterior, un dibujo realista e impactante, con escenarios oscuros y que
transmiten muy bien la sensación de abandono y soledad.
Por otra parte, lo bueno de que la revista lleve ya cuatro números
es que ha nacido un nuevo formato de historieta: la que abarca un par de tomos
en vez de uno o muchos más. Entre ellas, se pueden destacar las siguientes:
En Uroboros, de Ernest Sala (https://twitter.com/Ernest_Sala), Hans
Alexander es un caballero que va a servir a un rey de un reino muy lejano, ya
que el monarca necesita derrotar a un dragón para formar la piedra filosofal y
ayudar a su pueblo. Hans aceptará la difícil misión en pos de la fama y
riquezas que le otorgará realizarla, sin saber que el peligro es mayor del que
se figura…
Uroboros es una buena historia de fantasía, con una
primera parte muy luminosa que contrasta con su segunda, marcadamente más
oscura. Lo malo del desenlace es que en parte se ve venir (por cierto detalle
en el cementerio con el que acaba el primer capítulo), aunque el porqué tras el
desenlace es la parte que realmente se hace interesante de la lectura. La
moraleja es dura pero buena, y todo ello a través de un estilo especialmente encantador
y engañosamente aniñado, tal y como se puede ver en las formas de Hans, el
perro que cabalga o el dragón al que se enfrenta.
En Beastly Circus, de una Kaoru Okino (https://twitter.com/Pencilness) en
solitario en esta ocasión, Kel se ha propuesto rescatar a los niños
secuestrados por el circo de Lady Wavivi pese a haber comprado esta a la
autoridad local para actuar sin ningún tipo de ataduras; para ello, el joven
contará con la inesperada ayuda de una extraña pero poderosa muchacha, la
jovial Zari.
Si habéis leído y disfrutado de obras de Kaoru Okino como Joker
o Ugnis (obra que, si no se equivoca un servidor, se ubica en el mismo
universo que la reseñada en estas líneas), Beastly Circus va en la misma
línea: aventuras con fantasía y magia de por medio, así como comedia y un toque
siniestro. Y la lectura consigue su cometido: entretiene y divierte. Aunque la
obra da la sensación de quedar un poco coja, y es que quizás con haber añadido
un capítulo más al tebeo, todo habría quedado más redondo y menos atropellado.
Volviendo al argumento, el primer capítulo es más desenfadado (con un momento
divertidísimo en un puesto de comida), mientras que el segundo es mucho más
serio, algo lógico con lo que se llega a oscurecer la historia, aunque sin
llegar a ser desagradable en ningún momento. El dibujo, por otra parte, es
igual de encantador que siempre y, si bien los carruajes son proporcionalmente
mucho más grandes de lo que deberían, permite seguir la trama con facilidad y
le da espectacularidad a las peleas y potencia los chistes, como viene siendo
habitual en la autora.
Respecto a las historias cortas de un solo capítulo, también he
disfrutado de bastantes leyendo estos tres tomos.
Para empezar, en Mangaka,
de Ana Oncina (https://twitter.com/AnaOncina), una
camarera que acaba de salir de una relación larga conoce, un día lluvioso, a un
dibujante de tebeos. Bonita historia sobre cómo se cierran puertas mientras se
abren ventanas en paralelo, con un toque costumbrista muy simpático que
transmite serenidad, algo a lo que ayuda también el dibujo.
En Rondallas Lobero, de Santi Casas (https://www.instagram.com/santi.ikari/), dos
druidas, madre e hija, han de convocar periódicamente al Lobero, tal y como se
lleva haciendo durante generaciones… aunque a muchos de los lugareños no les
gusta nada este rito pagano. Igual que en La Bruja, Casas vuelve a
traernos misticismo y violencia de la mano, aunque con un toque en cierta manera
más juvenil en esta ocasión que tampoco queda mal. El apartado gráfico sigue
siendo igual de realista y bueno que en la ya mencionada historieta, aunque eso
no quita que el autor sea capaz de adoptar un estilo más manga o cartoon como
ya demostró en Pingüi.
En Porque los dos queremos, de Alfonso Casas (https://twitter.com/alfonso_casas_), lo
único que se puede decir es que Ikasu y Kenzai se encuentran en un bosque, con
el segundo llevando flores al primero. ¿El motivo? Hablar más sería estropear
un final inesperado, prácticamente un mazazo inesperado, con el guionista
haciendo muy buen trabajo en aparentemente llevarnos por un lado cuando en
realidad nos está conduciendo a otro muy distinto, con ilustraciones muy
cálidas de por medio.
En Kasa, de Xavi Juan (https://www.instagram.com/xavijuanart/), tenemos
una buena historia de samuráis y fantasmas de la que no se puede profundizar
mucho sin desvelar cosillas, así que solo dirá que también sorprende por llevar
al lector por dónde no se espera, con un cocinero de mizuame visitado en la
noche por una misteriosa mujer, y todo ello con una excelente labor de entintado.
En Señor Unicornio, de Inma Ruiz (https://twitter.com/inmapollito), una
chica será ayudada por su unicornio de peluche a resolver sus problemas. Pese a
tener una premisa un tanto ñoña a primera vista, el talante arisco e incluso
gamberro del unicornio y el importante mensaje de fondo dejarán muy buena
impresión en más de uno. Por otra parte, y como es usual en ella, Ruiz deleita
la vista del lector con su estilo de dibujo cándido y entrañable.
En conclusión, se puede decir sin dudar que Planeta Manga se va
consolidando como una publicación serial muy a tener en cuenta en el panorama del
tebeo español. Los números siguen costando 4,95€, un auténtico chollo si
tenemos en cuenta las más de 300 páginas de calidad que vienen en cada volumen.
Por último, la dedicatoria que me hicieron en el segundo tomo las
amables Blanca Mira y Kaoru Okino en la Japan Weekend de Madrid de febrero de
2020. ¡Gracias de nuevo!