En la reseña de hoy toca hablar de Sangre bárbara, tebeo que cuenta al guión con El Torres (https://www.facebook.com/El.Torres.72) y al dibujo con Joe Bocardo (https://www.facebook.com/joe.bocardo.7).
Conan de Cimmeria ya no es un bárbaro, sino el rey de
Aquilonia. Pero este veterano guerrero nota que le falta algo… quizás la
libertad de su juventud. En paralelo, el príncipe Conan II, siempre a la sombra
de su padre, busca hacerse un nombre en la Historia al margen de su progenitor.
Y puede que el destino de tanto el monarca como del heredero se decida en
territorio picto…
Conan el Bárbaro es uno de los personajes más emblemáticos de la cultura pulp. Y, ya que en Europa, desde 2006, el uso del personaje es de dominio público, el escritor Juan Torres se ha animado a crear una nueva andanza del cimmerio, así como a perfilar a su hijo, heredero al que hasta la fecha se ha tratado muy poco. Y es aquí donde hay que citar uno de los puntos fuertes del tebeo: la difícil relación padre/hijo que mantienen los dos protagonistas, siendo bastante realista y verosímil cuando se entera el lector todo lo que hay detrás de ella. Importantísimo también es el choque de la barbarie y de la civilización, con cada uno de los dos Conan orbitando en torno a ambos extremos como con el ying y el yang: el padre tiende a lo bárbaro y la civilización cada vez le produce más hastío, mientras que con el hijo pasa al contrario: refleja el intelecto y la cultura pese a ser bastante marcial y castrense, con lo que el Torres contribuye así a crear dos personajes muy diferenciados pero con puntos en común. Secundarios interesantes hay unos cuantos: la cabal reina Zenobia (una pena que salga poco, pero las páginas son las que son), como intermediaria entre su marido, Conan I, y su hijo, Conan II; Shebaba Sag cumple como antagonista y líder de los pictos, chocando muy bien la personalidad y los métodos de la hechicera con el escepticismo y sobriedad del príncipe de Aquilonia y, dándole un par de vueltas, se puede uno identificar con la causa de la villana. Ramla es otro personaje clave que funciona bastante bien, con su papel de profetisa trágica y agorera, estando bien escrita en cuanto a que el lector no sabe que esperar de ella ni a dónde acabarán por conducir sus pasos. Ahora bien, no solo los personajes gustarán, sino también el trasfondo que hay a lo largo del comic: los fans de Conan notarán que Torres conoce más que bien al personaje y, en esta obra crepuscular, se hacen unas cuantas menciones más o menos sutiles a los escritos de Robert E. Howard: reinos, pueblos, acontecimientos varios… Y lo mejor es que estas menciones no se interponen en la buena lectura de alguien que no sepa demasiado del universo de Conan, por lo que es muy accesible, además de emocionante y contener varias reflexiones interesantes como, además de las ya mencionadas, las que se formulan sobre el destino y la predeterminación.
Respecto al dibujo, Joe Bocardo hace un magnífico trabajo al
ilustrar a Conan y su mundo. Los espacios suelen ser oscuros y montaraces: campos
de batalla, bosques espesos, llanos nocturnos, aldeas montañosas… Y por ellos
circulan unos personajes anatómicamente creíbles, sin caer en lo hiperbólico,
tal y como otros autores que más que a Conan han llevado a las viñetas al
Increíble Hulk. Volviendo al cimmerio: pese a presentar un aspecto maduro, se
le nota todavía con un porte atlético y, sobre todo, curtido, tal y como se
puede comprobar al observar las cicatrices que recorren su cuerpo y que hacen
intuir desde zarpazos hasta crucifixión. Mucho más lozano es Conan II, tanto
por su juventud como por su bisoñez, aunque ese no es el único aspecto que le
distingue de su padre: detalles como el corto corte de pelo le dan ciertas
ventajas tácticas en batalla (tal y como que no le puedan agarrar de la
cabellera o, incluso, evitar piojos). Las luchas son espectaculares en más de
un sentido: no solo por su buena coreografía de golpes, sino también por la
brutalidad de los mismos, sin glorificarse para nada la guerra, sino dejándose
más que claro el salvajismo tras ella. O, dicho de otra manera, la casquería
abunda. En paralelo, no faltan tampoco desnudos, tanto masculinos como
femeninos, ya sea en un baño cotidiano o en el acto sexual, dejando todo lo
anterior claro que esta no es una obra para niños. No se puede dejar de mencionar la buena labor como colorista de Manoli Martínez, contribuyendo ello a que la obra sea más atractiva a la vista todavía.
En conclusión, si os gustan las historias de Conan el
Bárbaro o los westerns del estilo de Sin perdón, no dudéis en darle una
oportunidad a Sangre bárbara. Podéis haceros con esta obra de Karras por
un precio de 18€, incluyendo entre sus 128 páginas, además de la historieta en
sí, algunos extras sobre la creación de la misma. Eso sí, daos prisa para
conseguir el volumen, pues de la primera tirada ya no le quedan ejemplares a la
editorial, de tal manera que ahora mismo solo están disponibles para su compra
aquellos que queden en librerías, tal y como las que aparecen en el siguiente
enlace: https://karrascomics.com/librerias-amigas/
Por último, las dedicatorias que me hicieron en el tomo los amables Juan Torres y Joe Bocardo durante su sesión de firmas de julio de 2021 (poco después de que este saliese de imprenta) en la librería de Tomos y Grapas. ¡Gracias de nuevo!